A pesar de la pandemia y las inclemencias del tiempo, la construcción de Dos Bocas no tuvo freno alguno durante 2021. En su reciente pronunciamiento al respecto, el presidente López Obrador garantizó que estaría en tiempo, pero no mostró la misma claridad sobre el éxito. En el mercado petrolero se estima que eso revele que el gobierno pudiera replantear su tamaño, idea que se alimentó tras darse a conocer que se proyecta la instalación de refinerías modulares.

En julio pasado, López Obrador reconoció que no alcanzarían sus metas de refinación, pues señaló que ni rehabilitando las seis refinerías y teniendo ya Dos Bocas podría concretarse en 2023 la autosuficiencia energética, que es el objetivo arterial de su gobierno, quedándose por debajo, en 100,200 mil barriles.

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Ese contexto, el presidente dio a conocer, en una de sus conferencias matutinas, que se presentó un nuevo proyecto: se trata de una empresa privada, mexicana, que se asociaría con Pemex para llevar petróleo ligero al istmo, lo que implicará la instalación de plantas modulares. El presidente advirtió que están de acuerdo si Petróleos Mexicanos es la empresa mayoritaria.

En diálogo con LPO, expertos del sector resaltan precisamente que, mientras el presidente se enfocó a hablar en que la refinería estará en tiempo, nada dijo sobre su forma. "Podría ser que estén revaluando en hacer una refinería más chica", dijo Gonzalo Monroy.

Desde el anuncio de la refinería de Dos Bocas, el mercado se ha mostrado escéptico por la ambición de este proyecto en tan poco tiempo. La pandemia agravó estas dudas pues ahora también se cuestiona el tema de presupuesto en un país que está atravesando una de sus peores crisis económicas. El costo de la pandemia en este proyecto ya se resintió con un gasto que excede los 8 mil millones de dólares contemplados originalmente, como informó el propio Octavio Romero.

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En ese sentido, para Ramsés Pech el proyecto cobra más relevancia: "Con este proyecto habría nuevas refinerías sin tener que invertir o que se requiera más presupuesto para este proyecto. La administración se dio cuenta que no podrá solo en el periodo que le corresponde", dijo.

La idea de instalar estas refinerías modulares no es nueva: surgió a la par de la reforma energética, pero fue en 2016 cuando empezó a tomar más forma y dos años después, se presentaba un proyecto más formal al gobierno estatal de ese entonces -Arturo Núñez- Tres empresas buscaban impulsarlo: Baker Mckenzie, Rodríguez Dávalos y Accenture.

Sin embargo, no prosperó, a pesar de su viabilidad. "Ahora se dan las condiciones porque a la viabilidad técnica se suma la voluntad política, además de que ya tienen a Pemex como cliente", explica el analista independiente, Arturo Carranza.

Estas plantas tienen como característica el corto periodo de tiempo que requieren para su instalación, pues solo se requiere su ensamble, además de ser menos costosas. La idea sería procesar ahí petróleo ligero desde Texas, en donde, hay que recordar, hay un excedente de gas.

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Además, este proyecto se ajusta con otro que tiene gran relevancia para López Obrador, pues el plan es llevar dicho crudo al Istmo: "Ahí se pondrían las plantas de la empresa con la que haría sociedad Pemex".

Un player del mercado, que prefirió el anonimato, comentó al respecto que una de estas empresas interesadas en este proyecto es un buffet que aseguró es una "fachada" de exfuncionarios de Pemex que están, precisamente, impulsando los proyectos de esta región y que se verían favorecidos con contratos donde Pemex sería su comprador exclusivo, pagando una tarifa única.