En diciembre pasado, el Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT) sometió a consulta pública el Proyecto de Bases de Licitación Pública para emitir concesiones sobre el uso, aprovechamiento y explotación comercial de 191 frecuencias de la banda de Frecuencia Modulada (FM) y de la de Amplitud Modulada (AM), la cual terminará el próximo 2 de febrero y que tiene como finalidad dar un empuje al negocio de la radio. Además, para el órgano regulador, supone un atractivo que se reflejará en cientos de participantes con base en solicitudes previas.

Sin embargo, organismos especializados en telecomunicaciones como The Competitive Intelligence Unit (CIU) estiman que la radio se enfrenta a un entorno de competencia que integra a otros medios de comunicación que la están desplazando, dejándole menos ingresos y radioescuchas, principalmente en materia publicitaria, rubro en el que se anota ganancias de menos del 10% contra alrededor de 12% de Internet.

Además, otro de los retos que enfrenta el segmento es que el 57% de las frecuencias consideradas para la subasta que se realizará este año, se otorgarían en la región sur–sureste del país, zonas que cuentan con un bajo poder adquisitivo y limitada audiencia resultante de su dispersión poblacional

Y es para Gabriel Sosa Plata, académico y experto en materia de radiodifusión, la radio sigue siendo un medio de comunicación fundamental para millones de mexicanos. En su opinión, a pesar de las múltiples opciones de nuevas plataformas tecnológicas de información y entretenimiento, “la radio posee características, como la movilidad, programación e información local y gratuidad, cuyo impacto en momentos de coyuntura que la hacen única”.

Entre los factores que el experto vislumbra que podrían ser que atractivos para que los concesionarios expandan sus frecuencias o para que surjan nuevos interesados, es que la radio es un medio que, en su consideración, “puede ser utilizado como instrumento político, de relaciones públicas y presencia”.

No obstante, destacó que hay grupos radiofónicos que están interesados en tener o aumentar participación en ciertas plazas para ofrecer mejores condiciones de cobertura a los anunciantes.

“Y no se diga de nuevos jugadores, que desearían tener alguna estación de radio, particularmente en comunidades donde empresas radiofónicas han vivido en una situación de oligopolio o monopolio durante décadas y lo que esto conlleva en términos económicos y políticos”, comentó.

Por lo anterior, sugiere que el mejor escenario para las audiencias es que la próxima licitación resulte exitosa y lleguen al mercado nuevos jugadores que diversifiquen la oferta de contenidos y sean así una opción más para los anunciantes.

Asimismo, confía en que además la subasta genere una reconfiguración en el escenario actual, tal como empezó a suceder en la telefonía móvil tras la entrada de AT&T al mercado mexicano, materializada en una apertura que estimule al mercado radiofónico con más inversión publicitaria.

Pese a ser el segmento más rezagado dentro del sector telecomunicaciones, la radio se ha mantenido posicionada pese a la competencia, la reforma, los cambios, las nuevas tecnologías y los nuevos hábitos de consumo, cuyo porcentaje de inversión publicitaria en medios estima que va de entre 9 y 12%, un porcentaje que califica “No está nada mal frente a la disminución que ha tenido la TV abierta”.

Tras la consulta, el IFT propuso que sea en marzo de este año cuando se lleve a cabo la licitación, cuyas garantías de seriedad ascenderán desde los 25 mil pesos hasta un millón de pesos, siendo los valores de referencia más altos para FM que para AM.

Los ganadores serán considerados principalmente por tres factores: inicialmente, la propuesta económica así como en el lapso de inicio de operaciones y el tiempo propuesto para iniciar operaciones tanto digitales como analógicas.