Jaime Rodríguez lucha por estos días para enderezar la nave. El sangriento motín de Topo Chico y la posterior renuncia de funcionarios clave para su gestión comenzaron a mostrar una debilidad creciente en el gobierno independiente. La renuncia de Miguel Treviño acaso haya sido uno de los golpes más fuertes al interior del gabinete.

Los rumores en torno a las fuertes divisiones en los equipos de Gobierno se cargaron a un hombre muy vinculado a Alejandro Junco, principal accionista del Grupo Reforma. Un costo muy alto si se tiene en cuenta que es el único medio "amistoso" con el gobernador.

Las versiones no oficiales indican que la salida de Treviño -que fue justificada bajo el rótulo de "temas personales"- también habría sido producto de las divisiones. Aunque el propio Elizondo se lo negó a LPO en una entrevista exclusiva, los roces entre sus equipos y los del Manuel González serían crecientes.

Esa fractura explicaría el retraso en algunas decisiones, como el despido de Rogelio Benavides Pintos, titular de la Subsecretaría de Administración, por haber estado señalado como el responsable de haber comprado más de 200 mil cobijas al triple de su valor.

Como sea, El Bronco salió hoy a dar un mensaje de autoridad. Y pese a intentar negar estas divisiones, sus palabras confirman que los problemas internas existen. "El que manda en el Gobierno del Estado es Jaime Rodríguez y nadie más. Aquí manda Jaime, en este Gobierno manda el Gobernador", dijo.

Al mismo tiempo, intentó minimizar la de Treviño: "Ustedes son los que han generado esa lucha que no existe. Hay una completa unidad en el Gobierno y así seguirá. En el Gobierno hay 86 mil personas, seis no es un número importante".