La pelea que aparentemente ganó Ricardo Anaya para encabezar al Frente en la contienda electoral de julio, tenía un costo: tuvo que ceder el control de las candidaturas en Puebla. La renuncia de su último contrincante, Rafael Moreno Valle, fue un anuncio claro de eso.

A cambio, él podría impulsar a su esposa, Erika Alonso, como abanderada para pelear la gubernatura de Puebla, movida que anticipó la Política Online y que casi tres semanas después lo confirmó el Acción Nacional.

Como explicó esta redacción, la renuncia del ex gobernador poblano no solo implicó el espaldarazo a Alonso, también se extendía a diputaciones y alcaldías. Pero en medio, resultaba la figura del ex alcalde de Puebla, Eduardo Rivera -figura cercana a los Calderón-, que iba directo a competir con Alonso.

Para equilibrar las fuerzas, desde principios de este mes el político queretano ya planeaba lo que hoy se concretó: concederle a Rivera la candidatura por la alcaldía de Puebla.

Ambas movidas fueron confirmadas por el actual presidente del Acción Nacional, Damián Zepeda: "Se perfila a Martha Érika Alonso Hidalgo como la próxima candidata del PAN al gobierno del estado de Puebla y a Eduardo Rivera Pérez como candidato a presidente municipal de la capital del estado".

En un comunicado, el líder del blanquiazul explicó que "se buscó generar un consenso a través de un esquema que permitiera identificar el perfil más competitivo en cada una de las candidaturas, ambos están muy bien posicionados, tienen una gran imagen pública y por eso, cada uno desde su trinchera, nos llevarán al triunfo", señaló Zepeda.