Este lunes se concretó la compra de 13 plantas de Iberdrola anunciada desde hace casi un año por el gobierno mexicano. El monto total fue por 6,200 millones de dólares, según informó la empresa española.

Tras meses de buscar el financiamiento, la operación pasó por la revisión de la Cofece, que dos semanas atrás dio el visto bueno y tras lo cual el presidente anticipó que sería este 26 de febrero cuando su gobierno realizaría el pago correspondiente.

Aunque no se trata de una compra totalmente pública, pues el contrato se hizo con el fideicomiso gestionado por MIP (Mexico Infrastructure Partners, un fondo que se nutre con recursos del Fonadin, pero también están recursos privados de firmas como CITI, Actinver, el fondo de pensiones de Quebec, entre otros, según explicaron fuentes, que señalan, por tanto, que es una verdad a medias hablar de una nacionalización.

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La empresa informó que además de la firma de contratos de compraventa de energía y potencia con este fondo, también se firmó un contrato de prestación de servicios transitorios para la gestión temporal de los activos vendidos.

Con lo anterior se adquirieron 12 plantas de ciclos combinados de gas y vapor que operan bajo régimen de Productores Independientes de Energía contratados con la Comisión Federal de Electricidad (CFE) y la planta eólica La Venta III, que sumada al resto acumula un 87% del total de la capacidad instalada a desinvertir de la empresa.

Además, dentro de su comunicado Iberdrolamencionó que los más de 460 empleados de estas instalaciones también pasarán a formar parte del fideicomiso liderado y gestionado por MIP.

Fue a inicios de abril del año pasado cuando López Obrador anunció esta operación como la "nacionalización" de las plantas, más tarde se precisó que la operación se haría a través de este fondo. Entonces se estimaba un costo por 5,943 millones de dólares.

"De esta forma garantizamos que no aumenten los precios de la energía eléctrica en consumidores como ha venido sucediendo en los últimos cuatro años, vamos a terminar en septiembre próximo (el gobierno) y no van a haber aumentos en el consumo de la energía eléctrica", dijo el presidente, quien aseguró que con esta compra se constituye "una nueva nacionalización de la industria", anunció el presidente.

Previo al anuncio el presidente mantenía una relación muy tensa con la firma española, en medio de batallas legales en torno a la política energética de López Obrador. El presidente solía acusarla no solo de "abusar" con sus negocios en México durante las gestiones anteriores, sino de ser "manda más" ante esos gobiernos. La firma, por otro lado, llegó a cancelar una inversión por alrededor de 1,200 millones de dólares.

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Finalmente se lograron amistosos encuentros y en el entorno presidencial no se descartaba la visita del titular de Iberdrola, Ignacio Galán a Palacio Nacional, incluso con Claudia Sheinbaum. Hasta el momento no hay señales de ese encuentro.

Pero no menor es señalar que la operación se concreta a semanas de la visita de Altagracia Gómez, ejecutiva del Grupo Minsa, a España. Se trata de una empresaria cercana a Claudia que se reunirá con el el Consejo Empresarial Alianza por Iberoamérica (CEAPI), -el mismo grupo ante el que se presentó Xóchitl Gálvez en su última incursión ibérica- y se prevé que ofrezca un mensaje de tranquilidad sobre la candidata de la 4T.