Wells Fargo informó que desde el 21 de abril ya no permitirá el envío de remesas desde sus cuentas en Estados Unidos hacia el Banco del Bienestar en México, emblema del Gobierno de Andrés Manuel López Obrador y desde donde se canalizan los apoyos gubernamentales a la población.

El año pasado México recibió más de 55 mil millones de dólares en remesas. Ese flujo comenzó a encender advertencias dentro y fuera del país sobre si en México existen los mecanismos de control adecuados.

Justamente ese es el argumento por el cual la entidad no quiere operar más con el Banco del Bienestar. Wells Fargo es conducido por Charles Scharf, un banquero cercano al círculo del ex presidente Donald Trump y que tiene relación compleja con los demócratas que lo han acusado en el Capitolio de promover políticas de contratación de personal de corte racista y ofensivo para la comunidad afroamericana.

Scharf fue un entusiasta en el gobierno anterior de los republicanos, especialmente de todo lo referido a la desregulación financiera. Wells Fargo además tiene un papel clave en la detección de los flujos bancarios de Hunter Biden, hijo del presidente de EU e investigado actualmente por supuesto tráfico de influencias en Europa del Este. Para entender: Wells Fargo aportó documentación al Capitolio que perjudica a la familia Biden.

La entidad ha tenido además cruces con el gran rival de Trump en el Partido Republicano, Ron DeSantis, que ha acusado al banco de complicar sus mecanismos de recaudación de fondos.

La determinación de Wells Fargo se conoce tras días de permanentes críticas desde el Partido Republicano a la política anti-drogas en México.