DÃas atrás un ejecutivo de Vitro en Estados Unidos recordaba que hasta hace cinco años, en las cartas anuales para titulares de cuentas de altos patrimonios que recibÃa de JP Morgan, se hablaba de macroeconomÃa, perspectivas de los mercados emergentes o el destino de las criptomonedas.
Pero ahora, de un año a esta parte, esas misivas hablan de movilidad social, exploran la crisis del capitalismo, el drama del futuro del empleo y hasta aparecen frases atÃpicas, que hablan de "humanizar el ámbito de los negocios".
Ambas cartas las firma el mismo hombre. Jamie Dimon, el banquero más grande de Estados Unidos y, de un tiempo a esta parte, el actor de Wall Street que más visita la Casa Blanca de Joe Biden. La capitalización de JP Morgan asciende actualmente a los 435 mil millones de dólares.
Es tal el nivel de influencia del CEO que puede defender públicamente a Biden en su negociación con China, auxiliar al Gobierno ante el desplome del Silicon Valley Bank o avalar su polÃtica de generación de empleo como también criticar sus planes energéticos o el paquete de medidas con el que los demócratas buscan la reelección el año que viene y que promueven con la sÃntesis de "bidenomics". La revista Forbes llegó a especular con que Dimon podrÃa ser una opción electoral para los demócratas.
El año pasado Dimon estuvo en Punta del Este, balneario de la costa de Uruguay. Allà protagonizó una reunión con empresarios uruguayos, argentinos y brasileros. Fue un encuentro sumamente reservado y allà Dimon comenzó a mencionar las consecuencias desastrosas si Donald Trump regresa a la Casa Blanca. Uno de los presentes menciona que el banquero dijo que en poco tiempo Estados Unidos podrÃa convertirse en un paÃs como HungrÃa, en materia institucional. Un golpe a la democracia desde el interior de la que se considera la democracia más importante de Occidente.
Estas advertencias también las han recibido algunos hombres de negocios mexicanos. Mientras escuchan los planes de Dimon para una nueva sede central de JP Morgan (ubicada sobre Park Avenue), el banquero está convencido de que Trump volverá a la carga con la construcción de un muro fronterizo con México, impondrá aranceles al comercio e insistirá con realizar operaciones militares en territorio mexicano para combatir al cartel de Sinaloa. Y para enero del 2025 Andrés Manuel López Obrador, a quien Trump asegura respetar, ya no estará en Palacio Nacional.
Cuando se le menciona el frente judicial que acosa a Trump por sus diversos escándalos solo replica que en su paÃs la Constitución no le impide ser candidato y recuerda el caso del socialista Eugene Debs que en los años 20 hacÃa campaña desde una prisión. Consiguió algo más del 3% de los votos.
A esto se agrega que Jared Kushner, quien era un facilitador de la relación bilateral tanto con el PRI como con Morena, ahora parece estar lejos de su yerno y en la primaria republicana su interés está puesto en Vivek Ramaswamy, que es como Trump, pero más joven.
La contienda de Estados Unidos comienza a tomar un formato que tiene por destino probable unir los intereses de López Obrador y del empresariado mexicano detrás de un triunfo necesario de los demócratas.
Por favor no corte ni pegue en la web nuestras notas, tiene la posibilidad de redistribuirlas usando nuestras herramientas.