La interna del PRD por la sucesión de Raúl Flores en la Ciudad comienza a cobrar fuerza. No sólo porque se acerca la fecha del relevo, que podría ser en agosto o septiembre, sino también porque el puesto será clave para poder apuntalar al partido en DF mientras se planifica la estrategia nacional para sostenerse en el territorio federal, luego de haber logrado varios estados a través de su alianza con el PAN.

Entonces, ¿qué relevancia tiene realmente la presidencia del PRD capitalino en el escenario de largo plazo? Para algunos, se trata de un rol "ingrato": extremadamente expuesto en lo mediático y sin demasiada recompensa en cuanto a la construcción interna del partido. Para otros, en cambio, representa un puesto sumamente estratégico, ya que desde allí se podía alinear intereses con el/la posible sucesor/a de Miguel Ángel Mancera e impulsar a la ciudad nuevamente bajo el ala del Sol Azteca, tras dos derrotas electorales.

En este segundo grupo se encuentra la corriente liderada por Jesús Zambrano y Jesús Ortega, más conocida como "Los Chuchos", que desde hace tiempo se encuentran en plena tensión con la tribu más cercana al jefe de gobierno, Vanguardia Progresista, liderada por Héctor Serrano.

Tras el éxito de las alianzas que impulsó esta tribu con el PAN, a través de Basave, ahora Ortega y Zambrano irán por uno de los platos fuertes, más empoderados que antes: la Ciudad. Y para eso, ya empezaron a dar señales mediáticos al respecto.

Así fue que hoy, en una entrevista brindada al periódico "El Universal", fue el pripio Jesús Ortega el que dijo: "hay decisiones que ha adoptado el jefe de Gobierno que han tenido impacto electoral en contra del PRD y han tenido impacto político en contra del jefe de Gobierno. Pero no deberíamos cometer el error que en un tiempo cometió el PRI cuando era partido del gobierno; es decir, no deberíamos dejar que políticas de partido influyan al gobierno y viceversa"

"Llegó el momento de que el PRD adquiera plena autonomía del Gobierno de la Ciudad de México, plena y total autonomía. Eso servirá al PRD y eso servirá al jefe de gobierno en su pretensión de ser Presidente de la República. Antes en el PRI no había diferencia entre gobierno y partido y no puede ser que en el PRD cometamos esa barbaridad", insistió.

Además, en estos días también se lo ha visto a Ortega en la Asamblea Legislativa del DF -lugar que hasta ahora no pisaba jamás-, en simbólica demostración que, a nivel territorial, ya se ha tomado la decisión de pelear por la capital.

El mensaje fue claro: el presidente del PRD ya no debe desprenderse de las cercanías del gobierno, como lo era hasta ahora Raúl Flores por pertenecer a la corriente de Serrano, sino que debe provenir de sectores "más autónomos" de Mancera: los Chuchos.

Para ello, ya eligieron a Julio César Moreno, quien a pesar de estar en la lista de quienes representarán a la Ciudad en la Asamblea Constituyente, podría pedir licencia y ser reemplazado por otro "Chucho", Jorge Juarez Grande, mientras él se encarga de los asuntos más políticos y de gran impacto en el DF.

Cuartoscuro

La danza de nombres

Aunque Moreno es uno de los que más resuenan desde diferentes tribus, no es el único. También se nombra insistentemente a Victor Hugo Romo, ex delegado de Miguel Hidalgo, por su perfil "dialoguista" y por haber realizado alianzas con su tribu, Foro Nuevo Sol, y la de Héctor Serrano hace algunos meses.

También suena la posibilidad de que sea el polémico director de Transportes Eléctricos, Eduardo Venadero, muy cercano a Serrano, y el presidente de la Comisión de Gobierno, de Leonel Luna, quien forma parte de la "mesa chica" y tiene plena confianza de Mancera.

Un poco más por lo bajo, fuentes del PRD han traído a la mesa al ex diputado Fernando Belaunzarán, que si bien ha bajado su perfil en los últimos meses, representa a una de las alas más izquierdistas del PRD, por ser vocero de varias "batallas mediáticas" de temas de agenda como la marihuana y derechos de género.