La vicealcaldesa de Madrid ha encarado esta campaña con la certeza de que marcará el futuro de Ciudadanos, para bien o para mal. La capital es la última plaza que puede mantener a flote a una formación que queda afuera de casi todos los ayuntamientos y parlamentos autonómicos. Y para Begoña Villacís, la presión sobre sus hombros no es un problema en estos últimos días antes de los comicios.
Pero la número dos del Palacio de Cibeles sabe que las probabilidades de seguir en carrera dependen de que el PP y Vox terminen a la baja, o bien que parte del electorado moderado se incline por Ciudadanos y abandone al PSOE. Son 80 mil votos para continuar en el Ejecutivo municipal, y Villacís sabe que hay cargos y votantes que decidieron pasarse al PP, una apuesta segura y una realidad irreversible.
La estrategia en estas dos semanas de campaña ha sido la de condicionar a José Luis Martínez-Almeida. "Si está Ciudadanos no van a estar los extremos en ningún caso", dijo la vice en relación a un segundo mandato del alcalde popular. Además, ha admitido que se puede "entender con casi cualquier persona", pero Javier Ortega Smith "es especialmente difícil".
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Desde Ciudadanos admiten que ha resultado difícil comprometer el voto de los madrileños y motivar a los militantes del partido. "Estaremos hasta el último día, pero ha sido un esfuerzo descomunal", asegura uno de los planificadores de la campaña en un municipio de la comunidad. Villacís no solo ha buscado desmarcarse dentro del bloque de la derecha, sino que confronta también con Podemos, un lugar común que probará su vigencia el 28M.
"Te hablan de derechos humanos, pero luego te hacen un escrache. Es una hipocresía moral inaceptable. Ojalá desaparezcan del espacio político. Pido a la izquierda que no les vote porque no saben gestiona", dijo la vice madrileña, que lucha por superar la barrera del 5%. Según los cálculos que hacen desde la dirección nacional, hay un voto duro liberal que ve al PP como una fuerza conservadora y partidaria del statu quo.
Para llegar a la meta de la supervivencia, Villacís ha levantado el perfil esta semana. El martes vistió una camiseta del Real Madrid con el número 20 de Vinícius Júnior durante una recepción al equipo de baloncesto del club, campeón de la Euroliga, y recibió el visto bueno de Florentino Pérez, presidente de la entidad. La vice repudió el racismo, en línea con Ciudadanos, y de forma más enérgica que el PP.
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Este miércoles la vice visitó el barrio de Chueca, donde se reivindicó como aliada LGBT y volvió a defender que la bandera arcoíris flamee en Cibeles. Es un nicho de votos que intenta movilizar para el domingo. Ciudadanos irá por el voto susceptible de votar la formación que en su momento de gloria amenazaba con pasar al PP y darle al centroderecha un cariz más moderno y pragmático.
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