La Consejería de Sanidad a cargo de Enrique Ruiz Escudero y el comité de huelga llegaron a un acuerdo después de siete horas de negociaciones y once días de paro. Es un alivio para Isabel Díaz Ayuso, cuya retórica de alta confrontación contrastaba con la preocupación en Puerta del Sol y Génova. Una convocatoria como la del domingo pasado encendió las alarmas en el PP por lo que significa Madrid en términos simbólicos y electorales. Lo cierto es que la presidenta de la CAM tuvo que rectificar.

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El equipo de Ayuso se propone pintar de azul todos los municipios madrileños y repetir los resultados en el cinturón rojo. Consciente de la importancia de la sanidad y de la convocatoria de la manifestación, la presidenta quiere asegurarse los votos que podrían inclinarse en mayo por alguna de las formaciones de izquierda. Por primera vez en años, el PP regional percibe que el PSOE buscará liderar la oposición en la Asamblea y contener a Más Madrid y hasta intentar desbancar a José Luis Martínez-Almeida de la alcaldía.

La líder de Más Madrid, Mónica García, en la manifestación del domingo. 

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Según fuentes del partido, en Génova no objetan el discurso poco conciliador de Ayuso, pero le han pedido que desactivara la crisis sanitaria. "Al final puede terminar perjudicando al PP más allá de Madrid", dice a LPO un conocedor de las discusiones en la dirección nacional. Alberto Núñez Feijóo ha evitado pronunciarse sobre la huelga de médicos, igual que otros cargos y barones populares. Si hacían alusión a la crisis en las urgencias extrahospitalarias, sentían que la potenciaban, aunque también prevalecía la curiosidad por ver cómo Ayuso manejaría la situación. 

La presidenta quiere asegurarse los votos que podrían inclinarse en mayo por alguna de las formaciones de izquierda. Por primera vez en años, el PP regional percibe que el PSOE buscará liderar la oposición en la Asamblea y contener a Más Madrid y hasta intentar desbancar a José Luis Martínez-Almeida de la alcaldía

Pero la presidenta madrileña no solo ha sentido la presión del PP, sino de la oposición misma. Ayuso se siente cómoda en la arena de los cruces y sentía que la oposición estaba tomando la iniciativa, con Mónica García a la cabeza. "Que usted es una agitadora de calles lo sabía pero que utiliza las bases del PSOE para erigirse la líder de no sé qué, no", le dijo ayer a la líder de Más Madrid.

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Pero el gobierno de la CAM no podía mantener suspendidos los servicios sanitarios por un modelo propio que no ha servido a los madrileños. Y el temor ante el veredicto de las urnas es mayor en Génova que en el círculo de la presidenta. Feijóo aspira a llegar a Moncloa consolidando los éxitos en Madrid y Andalucía e intentando reposicionar al partido en plazas hostiles como Cataluña y el País Vasco. Con la reforma al delito de sedición y las rebajas de penas a partir de la ley del "solo sí es sí", el dirigente gallego cree que el gobierno central se está auto infligiendo daño.

Alberto Núñez Feijóo y el presidente andaluz Juanma Moreno. 

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Sea acertada está lectura o no -el último barómetro del CIS indica que el PP retrocede un punto y medio respecto al anterior, Feijóo y la cúpula popular no quieren que Madrid atraiga la atención por un conflicto que puede capitalizar la izquierda. Hay una política de "dejar obrar" en el PP luego del escándalo que supuso la salida de Pablo Casado. 

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Ayuso se mueve con relativa autonomía, por el peso de Madrid y por la contundencia de los resultados que la consagraron presidenta. En ese sentido, Feijóo garantiza un equilibrio funcional a su estrategia de suceder a Pedro Sánchez.