La administración Biden está negociando con Pedro Sánchez un acuerdo para que España reciba a migrantes centroamericanos. Según el sitio Axios, el anuncio podría darse en la Cumbre de las Américas de Los Ángeles, ya que la Casa Blanca busca presentar la medida como una solución para los países de la zona y, puertas adentro, venderla como una vía para descomprimir los flujos migratorios en la frontera sur. En caso de concretarse, Sánchez se beneficiaría con la llegada de centroamericanos, pero el presidente deberá manejar los tiempos.
En mayo, el INE y Cepyme advirtieron sobre la falta de trabajadores para cubrir unos 109 mil puestos en distintos sectores, desde la construcción -uno de los que más preocupa al gobierno- hasta la hostelería y los servicios sociales. La patronal sostiene que este escenario compromete la productividad de las empresas más chicas y pide al Ejecutivo que enfoque los esfuerzos en la capacitación. Desde el Ministerio de Trabajo, Yolanda Díaz responde de la misma forma en que lo hizo Biden: "paguen más".
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Más allá del cruce entre la ministra y los empresarios, Sánchez coincide con el diagnóstico. Sin embargo, el Ejecutivo español quiere evitar que el acuerdo alimente la propaganda de Vox en plena campaña para las elecciones andaluzas, sobre todo después de que la ultraderecha utilizara la final de la Champions para cargar contra la migración. Macarena Olona, candidata de Vox a la Junta de Andalucía, señaló que los "súbditos de origen magrebí" fueron los "autores de las agresiones" en el estadio de Saint-Denis.
El portavoz de la formación en el Congreso, Iván Espinosa, presente durante el partido, llegó más lejos al denunciar que el público fue "atacado en masa por bandas de ladrones árabes". Si España no "frena la barra libre de inmigración descontrolada", sostuvo, el país terminará como Francia. A medida que se acerca el 19-J, Vox va radicalizando las críticas al multiculturalismo, si bien su predica hispanista marca una distinción entre los inmigrantes latinoamericanos y los magrebíes.
De acuerdo a Axios, el número de centroamericanos será "modesto" en comparación con los flujos migratorios que enfrenta Estados Unidos. La Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza calcula que más de un millón de personas intentó cruzar la frontera desde octubre pasado. Biden priorizó el tema en la reunión que mantuvo con Andrés Manuel López Obrador a finales de abril, y el secretario de Seguridad Nacional, Alejandro Mayorkas, pidió a los potenciales migrantes que "no vengan".
La vicepresidenta Kamala Harris había prometido una estrategia "humana" frente a la inmigración en un intento por diferenciarse de la administración Trump. Biden le encargó personalmente que dialogara con los gobiernos centroamericanos, pero la Casa Blanca no tenía una política real sobre la cuestión. De hecho, Harris fue la primera funcionaria en pedir que no fueran hacia Estados Unidos, durante su viaje a Guatemala en junio del año pasado.
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Estados Unidos reconoce el rol histórico de España en América Latina y ha aprovechado su influencia en la región cuando quiso presionar a Cuba y Venezuela. Ahora busca implicar al gobierno de Sánchez en su programa migratorio, consciente de que España apenas asumirá el costo político por seguir a la Casa Blanca. En Moncloa esperan que el gesto sea retribuido con una bilateral entre Biden y Sánchez en Madrid, al margen de la cumbre de la OTAN.
La posibilidad de recibir a inmigrantes centroamericanos, bastante avanzada pero aún no confirmada por ninguna de las partes, fue abordada la semana pasada por Emily Mendrala, subsecretaria de Estado adjunta para Asuntos del Hemisferio Occidental, y Juan Fernández Trigo, secretario de Estado para Iberoamérica y el Caribe, a través del recién inaugurado Grupo de Trabajo España-Estados Unidos sobre América Central. Para el gobierno español se trata de una instancia más para conseguir el cara a cara entre los dos mandatarios.
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Sánchez se respalda en el último informe del Consejo Económico y Social, órgano consultivo del gobierno en temas socioeconómicos y laborales, para contrarrestar la postura antiinmigrante de Vox: la inmigración ha permitido a la economía española crecer y al sistema de seguridad social volverse sostenible. El informe destaca además que la inmigración "será necesaria más inmigración para atenuar las consecuencias del reto demográfico, nutrir las franjas de población en edad laboral y aumentar el nivel de ocupación".
El INE cifra en 625.715 las personas provenientes de América Central y el Caribe que viven actualmente en España. El principal atractivo de la propuesta de Biden es que la llegada de nuevos migrantes de la zona estará amparada en un programa de trabajadores temporales, algo que en principio Vox no podría rechazar por su impacto y su utilidad, y que permitirá a Sánchez sumar puntos con Washington, un objetivo que persigue desde su desembarco en la Moncloa.
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