En el plano doméstico, Pedro Sánchez negocia una investidura que, pese al optimismo, empieza a encallarse. La cuenta regresiva apremia y el mandatario socialista sigue sin tener los votos necesario para revalidar su gobierno.
En el frente internacional, el presidente español pretende liderar una negociación aún más complicada: la paz entre Israel y Palestina. Este martes por la noche, en una declaración institucional desde la Moncloa, tras participar por videoconferencia en la reunión extraordinaria del Consejo Europeo convocada ante la situación en Oriente Próximo, propuso Barcelona como punto para retomar el diálogo entre ambos paÃses.
Sánchez ostenta la presidencia rotatoria de la UE y es uno de los lÃderes mejor valorado dentro del bloque. Su estrategia pasa por capitalizar la falta de liderazgo del continente en el conflicto bélico, con anuncios, posturas encontradas, desmarques, broncas, contradicciones y desmentidas, para erigirse como un referente polÃtico "pacificador" a nivel global.
En la reunión del Consejo Europeo, Sánchez dejó en claro lo que a su juicio debe ser la postura del bloque: condena al terrorismo de Hamás, exigencia a Israel a defenderse dentro del derecho internacional -lo que no está haciendo- y una solución de fondo: el reconocimiento de dos Estados, Israel y Palestina. "Tenemos que ofrecer un horizonte de esperanza al pueblo palestino", le dijo a sus pares.
En el encuentro con los entre los veintisiete, concluida minutos antes del bombardeo a un hospital de Gaza que dejó centenares de muertos, el lÃder del PSOE pidió dar asà una respuesta alineada a la crisis que hoy atraviesa Oriente Medio. "Nuestra fuerza nace de la unión. Y hoy, ante la descomunal crisis humanitaria a la que asistimos, la unidad de Europa es la mejor contribución que podemos y debemos prestar en beneficio de la comunidad internacional", subrayó.
Sánchez defiende reconocer el Estado palestino, pero no de forma "unilateral" como pide Sumar
Puso de relieve, por tanto, la necesidad de garantizar la llegada de ayuda humanitaria a Gaza, y exigió la liberación inmediata e incondicional de todos los rehenes, entre los que se encuentra el español Iván Illarramendi.
Según Sánchez, los "esfuerzos" europeos se deben "concentrar" en dos aspectos. Por un lado, "atender la crisis humanitaria y evitar una escalada en la región", lo que incluye garantizar los suministros de agua y electricidad en la franja. Por otro, explorar la "solución de dos estados", porque solo a través de esta "vÃa", ha dicho, "se podrá frenar un conflicto que causa tanto sufrimiento".
El presidente español reconoce que en los últimos años "la comunidad internacional ha mirado para otro lado en este conflicto". "Debemos implicarnos con todo nuestro capital polÃtico por una paz justa y duradera. Y eso pasa por dos estados".
En este sentido, propuso la reunión de ministros de Exteriores de la Unión por el Mediterráneo (UPM) que se celebrarán el próximo 27 de noviembre en Barcelona para que Israel y Palestina retomen el diálogo polÃtico.
"Es un buena oportunidad para que se sienten en igualdad de condicione y para relanzar el diálogo euro-árabe", propuso. "En este foro, tanto los europeos como los árabes nos sentaremos en torno a la mesa", agregó.
Y concluyó: "Nuestro continente puede dar un testimonio único y valioso, ya que Europa ha superado tremendos antagonismos históricos hasta ser lo que hoy es".
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