Las millonarias ayudas que la Unión Europea entregará para financiar la infraestructura del hidrógeno verde, vector renovable estrella en los planes de descarbonización de las economías, empieza a abrir brechas y recelos entre los Estados miembros. 

Francia, con mucha capacidad para producir otra variante, el hidrógeno "rosa", a base de energía nuclear, no quiere quedarse afuera de los incentivos y las subvenciones que repartirá Bruselas. 

Emmanuel Macron convenció a ochos países para iniciar una ofensiva formal: una carta firmada de forma conjunta a la Comisión Europea exigiendo "la integración del hidrógeno bajo en carbono", en los objetivos de hidrógeno renovable de la UE.

Francia cuanta con el apoyo de Rumanía, Bulgaria, Polonia, Eslovenia, Croacia, Eslovaquia, Hungría, República Checa.

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"Instamos a la Comisión a que diseñe y proponga una serie de modificaciones en el proyecto de directiva sobre energías renovables (RED III) " y en el "paquete gasista" relativo al transporte de hidrógeno, para integrar "lo antes posible " hidrógeno de carbono, reza la misiva, según el digital galo Euractiv.

Los damnificados por esta "exclusión" entienden que los objetivos "exclusivamente renovables" podrían perder de vista la "meta principal" de la UE: reducir sus emisiones de gases de efecto invernadero para lograr la neutralidad de carbono para 2050. 

Un suministro más autosuficiente de hidrógeno de bajas emisiones procedente de fuentes domésticas sería pragmatismo elemental. Una estrategia basada esencialmente en el hidrógeno renovable podría dar lugar a nuevas dependencias y constituir un riesgo para la seguridad jurídica de la UE, reza la carta

Francia exige la financiación del hidrógeno rosa "sin demoras ni limitaciones innecesarias" y defiende "objetivos ambiciosos" de desarrollo.

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Francia se fijó un objetivo de producir en 2030 un total de 650.000 t/año (capacidad de 6,5 GW), sobre todo a base de energía nuclear.  para 2030. Es más: confía en ser el gran abastecedor del H2Med, el corredor de hidrógeno que construirá junto a España, Portugal y Alemania.

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Europa Press

"Se dice que España va a nutrir de hidrógeno a Francia. Ojo que no sea al revés. Que Francia con su potencia nuclear (el hidrógeno también se puede producir con energía atómica), más allá de los problemas serios que están teniendo ahora mismo, y con la cantidad de agua que tiene (España tiene una situación delicada de sequía), pueda producir más hidrógeno", explicó David Valle Rodríguez, ingeniero industrial y ex Director General de Industria, Energía y Minas de la Comunidad de Madrid, en diálogo con LPO.

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Macron entiende que dejar el hidrógeno rosa sin ninguna financiación "limitaría la velocidad de despliegue del hidrógeno",  lo que "conduciría inevitablemente a mayores costes de producción" y reduciría la "competitividad global de la industria europea".

El riesgo es una la "deslocalización de industrias europeas a terceros países donde los incentivos para el desarrollo de energías bajas en carbono son mayores", por ejemplo Estados Unidos Este es el caso de Estados Unidos, que sí incluye ayudas al hidrógeno verde en su Acta de Reducción de la Inflación.

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"Un suministro más autosuficiente de hidrógeno de bajas emisiones procedente de fuentes domésticas sería pragmatismo elemental" , argumentan los países firmantes de la carta. E insisten que una "estrategia basada esencialmente en el hidrógeno renovable podría dar lugar a nuevas dependencias y constituir un riesgo para la seguridad jurídica de la UE".