Para cientÃficos, expertos y ecologistas se trata de un "desastre anunciado". Desde hace años que vienen advirtiendo, sin ser escuchados, de las irreversibles consecuencias de inundar una de las principales zonas en riesgo de desertificación de la penÃnsula ibérica -la comarca de La AxarquÃa, en Málaga- con cultivos tropicales, mango y aguacates.
La temida postal ha llegado: los acuÃferos están prácticamente secos, los agricultores en ruina por cosechas estropeadas al no poder regarlas y hogares con el consumo restringido ante la amenaza de colapso hÃdrico.
Una foto, al cabo, en las que todos pierden, la biodiversidad, los productores -la economÃa regional- y los ciudadanos. "Lo grave es que no se trata de algo sobrevenido, inesperado. Llevamos alertando desde hace mas de cuatro años. Pero se ha decidido mirar para otro lado", aclara el catedrático de GeografÃa FÃsica, José Damián Ruiz Sinoga, a cargo de un curso en la Universidad de Málaga (UMA) titulado "Optimización de recursos hÃdricos en la agricultura".
Este experto, como tantos otros, se han cansado de explicar que el problema no es la sequÃa, sino el "déficit hÃdrico". Lo primero ha agravado al máximo la cuestión estructural. "Ahora se han juntado ambas cosas. Pero el foco hay que ponerlo en lo estructural: estamos consumiendo más agua de la que tenemos. Esto es lo realmente grave", resume Ruiz Sinoga.
En AndalucÃa, una de las "huertas" de Europa, este déficit hÃdrico es generalizado. Pero en La AxarquÃa es dramático. ¿El motivo? La "nueva" agricultura. Se ha pasado de cultivos de secano -región montañosa, donde no sobra el agua- a cultivos tropicales, el mango y aguacate, mucho más rentables -por precio y porque requieren poca mano de obra-, pero que demandan muchÃsima agua.
Esta comarca está, prácticamente, invadida por estos dos cultivos: hay 3.000 hectáreas dedicadas al mango y 10.000, al aguacate.
Este miércoles, en una entrevista a Cadena Ser, el presidente de la organización Interprofesional del Aguacate y el Mango en España, Enrique Colilles, adelantaba que un tercio de las huertas se han estropeado en esta campaña.
La reducción es del 80% en la cosecha de mango, que no alcanzará los ocho millones, lejos de los 40 millones recolectados en años anteriores. Y del 50 en el caso del aguacate. "Estamos hablando de un devastador perjuicio económico que supondrá para miles de familias", ha lamentado.
Sin lluvias y con restricciones para el riego, los agricultores piden lo imposible, forzar lÃmites naturales que ninguna tecnologÃa, ni ninguna administración polÃtica, pueden forzar: "Requerimos agua regenerada tanto en cantidad como en calidad. Necesitamos de forma urgente instrumentos y medios que garanticen el mantenimiento de estos cultivos".
Hasta hace poco, cuando las lluvias camuflaban este insostenible estrés hÃdrico, estos mismos agricultores celebraban la muy buena rentabilidad de estos cultivos.
España produce casi el 83% del aguacate de la UE. AndalucÃa cerca del 70%. El continente consume alrededor de 144.000 toneladas de esta fruta tropical al año, de las cuales 97.000 toneladas se cultivan en España.
"Lo que se ha estado ocultando es el descontrol del ecosistema", denuncia Antonio Muñoz, miembro de Ecologistas en Acción, quien desde hace años recorre rÃos que pierden caudal años tras años.
En verano, el rÃo Genal, afluente del Guadiaro, que discurre por la SerranÃa de Ronda, al oeste de la provincia de Málaga, quedó completamente seco producto de la sequÃa y su sobreexplotación. "Está muerto como consecuencia de la sobreexplotación de sus aguas. Muerte por aguacates", denunció Ecologistas en Acción.
"La sequÃa influye en esta crisis hÃdrica, pero el factor determinante en el rÃo Genal y en casi toda AndalucÃa es la sobreexplotación de los acuÃferos para satisfacer a la agricultura intensiva. Que nadie nos engañe", insiste Muñoz avalando el análisis de Ruiz Sinoga.
A la muerte de los rÃos y las cosechas estropeadas se suma las restricciones a los hogares. A principio de mes, la Junta redujo un 15% el caudal de abastecimiento para consumo en la AxarquÃa. "Las reservas hÃdricas siguen bajando", justificaron las autoridades al anunciar más recortes en los aportes de agua.
En municipios como Vélez-Málaga, los ciudadanos ya sufren cortes nocturnos por la situación del embalse, que se encuentra por debajo del 8% de su capacidad total.
"Es muy sencillo plantear medidas de concienciación ciudadana sobre el uso de agua, pero se involucra a la población en una gobernanza falsa, porque no hay decisiones para combatir este déficit hÃdrico. No podemos esperar más tiempo porque, de lo contrario, la situación va a ser realmente crÃtica", advierte el experto de la Universidad de Málaga.
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