
La industria de la Unión Europea se hunde. El encarecimiento de los costes energéticos está generando una contracción histórica -y muy preocupante- en el continente. Un dato que confirma este hundimiento: la balanza de mercancÃas registró un déficit récord durante los primeros ocho meses del año, con un saldo negativo de 309.600 millones de euros.
La dimensión del desplome se percibe al comparar la cifra con la del 2021, que arrojó un superávit de 91.800 millones de euros. España, mejorar parada respecto a muchos de sus socios en materia de generación y abastecimiento energético, no escapa a este derrape industrial.
La actividad de las fábricas españolas volvió a deteriorarse en octubre, según refleja el Ãndice de gestores de compra (PMI), lo que supone su cuarta contracción mensual consecutiva y su peor lectura desde mayo de 2020, en el peor momento de la pandemia, según S&P Global Market Intelligence.
"La economÃa manufacturera de España sufrió un doble desplome, tanto en la producción como en los nuevos pedidos en octubre, registrando declives no observados desde los confinamientos provocados por la pandemia en 2020 y, antes de esto, la crisis de deuda de la zona euro en 2012", indicó Paul Smith, economista de esta consultora global.
Según este relevamiento, el "empeoramiento de las condiciones operativas" estuvo estrechamente ligado a las caÃdas de la producción y unas condiciones del mercado "enormemente desafiantes", no solo a nivel nacional, sino también en el extranjero, lo que provocó la octava caÃda consecutiva de los nuevos pedidos de exportación.
En este contexto, las empresas españolas optaron en octubre por reducir sus plantillas, acumulando cuatro meses consecutivos a la baja del nivel de empleo manufacturero. De hecho, la tasa de contracción del empleo fue la más rápida observada desde junio de 2020, ante la combinación de exceso de capacidad y el pesimismo creciente respecto del futuro.
"Las empresas respondieron recortando drásticamente la actividad de compras y los puestos de trabajo, especialmente debido a que estos momentos no se vislumbra un itinerario claro para la crisis", añadió Smith,
El panorama es muy similar en toda la UE. "El sector de producción de bienes de la eurozona entró en un declive más profundo a principios del cuarto trimestre", explica este informe. La industria acusa, básicamente, el fuerte aumento en los costes de producción (energÃa, transporte y cuellos de botella) y la pérdida de tracción de la demanda ante la pérdida de poder adquisitivo de las familias (+10,7% en el IPC).
El dato "más alarmante" lo tiene Alemania, un "gigante industrial" que empieza a caer en picada al no recibir el gas barato que vendÃa Rusia. Sin este flujo, las fábricas germanas sufren para mantener sus niveles de producción y, sobre todo, sus competitivos precios.
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Solo el 8% de los industriales espera que la situación mejore en los próximos meses, según la encuesta de 24.000 empresas realizada por la Asociación de Cámaras Alemanas de Industria y Comercio, conocida como DIHK, difundida este miércoles.
"Este es el peor valor que hemos medido desde que comenzó la encuesta en 1985", reconoció el jefe de esta asociación, Martin Wansleben, en un comunicado.
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