Sergio Massa aterrizará en Shanghai después de un viaje tortuoso de dos escalas y más de 24 horas de vuelo, para meterse en un auto y soportar otra hora mas hasta llegar al hotel Westin del Bund, el downtown de esta megaciudad de 26 millones de habitantes, mezcla de Blade Runner y parque de Disney, con anuncios led futuristas que cubren los rascacielos y colores chicle y tuquesa en las marquesinas.

La primer reunión agendada que tiene Massa es con los directivos de China Gezhouba Group Corporation (CGGC), la firma encargada de construir las dos represas de Santa Cruz, asociada a la argentina Eiling (ex Electroingeniería) del empresario kirchnerista Gerardo Ferreyra, un hombre muy cercano a China que este lunes salió por Twitter a respaldar la visita del ministro y pedir que rompa con el FMI.

Massa buscará reactivar y ampliar en China el swap de yuanes

Ese es el contexto geopolítico de la visita, anticipado por LPO meses atrás, cuando Massa escuchó las prevenciones de la número dos del Departamento de Estado, Wendy Sherman, sobre el acercamiento de la Argentina a China. El ministro escuchó y le pidió apoyo para que el FMI anticipe desembolsos para estabilizar la economía hasta las elecciones. Desde ese momento, la visita de Massa a China subió y perdió intensidad al ritmo de las conversaciones con el Fondo. Por eso, esta gira es también un mensaje a Estados Unidos y el FMI.

Como gesto para dejar los puentes abiertos, Massa sacó de la agenda en China las negociaciones por la cuarta central nuclear de Atucha, uno de los temas que más inquieta a Estados Unidos, y que el canciller Santiago Cafiero venía militando para excluir de la visita. Como ocurrió.

Massa habló en el primer tramo del vuelo con Máximo Kirchner sobre la agenda de trabajo en China. Es muy probable que el diputado lo acompañe en varios de los encuentros agendados.

Como sea, cuando Massa reciba este martes a los directivos chinos en uno de los salones del hotel en el que se alojará, lo hará acompañado por Máximo Kirchner. De eso hablaron en el primer tramo del vuelo, hasta la escala en Valencia. El diputado participaría de varias de las reuniones agendadas.

La idea de Massa es firmar, de ser posible este mismo martes, la Adenda 12 que permitirá liberar mas fondos para la obra emblemática del kirchnerismo. Según confió a LPO una fuente al tanto de las negociaciones, Massa apuesta a conseguir que le liberen lo antes posible 923 millones de dólares, que además pasarían a engrosar las reservas.

Las obras en las represas de Santa Cruz.

Fuentes al tanto de la marcha de la obra, explicaron a LPO que no es fácil de cumplir el objetivo de Massa de firmar en esta gira la Adenda 12, porque hay una serie de pasos burocráticos que faltarían y adjudican esa demora a Enarsa, que interviene en el proyecto.

Es verdad que el presidente de esa empresa estatal, Agustín Geréz, le dio prioridad total a la construcción del gasoducto de Vaca Muerta, una obsesión de Massa que sigue los tiempos de la obra casi de manera online.

No es fácil de cumplir el objetivo de Massa de firmar en esta gira la Adenda 12, porque hay una serie de pasos burocráticos que faltarían.

Si se concreta ese desembolso, la obra lograría tomar velocidad. La historia de las represas de Santa Cruz es conocida. Fue la gran apuesta del final de mandato de Cristina Kirchner. Cuando asumió Macri las paralizó. Luego, cuando ganó Alberto Fernández las reactivó con fondos del Tesoro, mientras se demoraba la negociación para reactivar el financiamiento china, por presiones directas de Estados Unidos a través de Gustavo Béliz que concentraba todos los créditos internacionales y desde ahí tenía bloqueados los acuerdos con China.

Cuando asumió Massa, logró que se vaya Béliz y reactivó los acuerdos con China, que envió dos pagos de varios cientos de millones de dólares para compensar los fondos que había puesto el Estado argentino.

Ahora, con si se logra firmar la Adenda 12 se empieza a normalizar la situación de la obra, que China necesita acelerar porque se cobrará el crédito de la energía que produzcan las represas. Es decir, empezará a recuperar lo que invirtió una vez que estén terminadas y funcionando.