El electo gobernador de Santa Cruz, Claudio Vidal, un dirigente petrolero cercano a Juntos, avaló la construcción de las represas chinas en su provincia, proyecto emblemático de Cristina Kirchner. 

"Voy a defender la continuidad de las obras en las represas y rediscutir el 12% de regalías que le dejan a la provincia", afirmó Vidal este domingo durante una vista a las represas.

El respaldo de Vidal a la obra coincide con la visita que se espera para este viernes de Sergio Massa a Caleta Olivia, en el marco de una "gira patagonica" que tiene prevista el candidato peronista.

China manda las turbinas para las represas en medio de la negociación con el Fondo

La obra que estuvo congelada durante los cuatro años de Macri, después de varias idas y vueltas durante la gestión de Guzmán y Béliz, retomó ritmo con la llegada de Massa a Economía. La semana que viene se espera que lleguen a Santa Cruz las dos turbinas Kaplan que fueron despachadas desde China en agosto pasado, tal como anticipó LPO. 

El desembarco en el puerto santacruceño de Punta Quilla está previsto entre el 11 y el 15 de octubre dependiendo de las condiciones climáticas.

Voy a defender la continuidad de las obras en las represas y rediscutir el 12% de regalías que le dejan a la provincia.

No son movimientos sencillos, por las dimensiones de la maquinaria. Al llegar a ese puerto sabtacruceño comenzará el proceso de descarga que puede durar unos 5 días, para luego ser trasladadas a la obra, lo cual implica un operativo logístico de casi 200 kilómetros. 

Las dos represas de Santa Cruz tienen un prepuesto estimado en USD 4200 millones y son actualmente la obra de infraestructura mas grande de la Argentina. Cuando estén terminadas tendrán una potencia instalada de 1.310 MW lo que va a permitir un ahorro anual de USD 1.500 millones por sustitución de importación de combustibles líquidos. Se estima que la construcción estará finalizada en el 2027.

La obra de las represas en Santa Cruz.

Telam

Su construcción es una historia tortuosa fuertemente atravesada por cuestiones geopolíticas. De hecho el contrato de financiamiento sigue en suspenso a la espera de la firma Argentina sobre la doceava adenda aceptada por el gigante asiático. 

La licitación para su construcción fue adjudicada en el 2015 a la UTE conformada por Electroingeniería e Hidrocuyo de capitales nacionales junto a la china Gezhouba, financiada por los bancos estatales del gigante asiático. En julio de ese año se iniciaron las obras. Fue la gran apuesta de Cristina.

Meses después cuando asumió el gobierno, Macri congeló la obra y luego con la asunción de Alberto Fernández fue su jefe de asesores, Gustavo Béliz, quien trabó el financiamiento chino. Con la salida de Béliz y Martín Guzmán, fue Silvina Batakis quien en su último día a cargo del Ministerio de Economía, viajó a Río Gallegos para firmar un contrato central que permitió reanudar las conversaciones para que se retomen los trabajos, abriendo así una puerta que Massa activó y terminó de sellar en su gira a China.

Sin embargo, el estado de situación actual es que la construcción quedó al borde de la parálisis por la falta de la Adenda XII, un documento que deberían rubricar representantes de Energía Argentina S.A. (ex Enarsa) y China Development Bank Corporation, Industrial and Commercial Bank of China Limited (ICBC) y Bank of China Limited.

"La predisposición de Gezhouba y los bancos para financiar los USD 500 millones para acelerar la obra durante este año no es ninguna novedad. Ya lo habían comunicado. Pero para que eso sea posible hay que rubricar la Adenda XII del contrato, que actualiza las condiciones financieras y los planes de obra", aseguró a LPO una fuente que conoce muy bien el tema.