
La construcción de la primera etapa del gasoducto Néstor Kirchner, que va desde Tratayén, en Neuquén, hasta Salliqueló en la provincia de Buenos Aires, es la obra que capta la atención de todo el sector energético, dada la imperiosa necesidad ampliar la capacidad de transporte de gas natural, actualmente saturada, debido al fenomenal aumento en la producción de la Cuenca Neuquina que bate el récord del siglo.
Si bien el proyecto de ley de Presupuesto 2022 girado por el ministro de EconomÃa, MartÃn Guzmán, destinaba 57.088 millones de pesos -menos de 550 millones de dólares para esta obra-, lo que en el mercado consideraban fondos insuficientes, el punto nodal es el artÃculo donde se estipulaba en la creación de un fideicomiso administrado por la empresa estatal IEASA y las exenciones tributarias allà previstas.
Es por eso que, según explicaron a LPO desde la Secretaria de EnergÃa "que no esté la ley de Presupuesto genera un aumento del costo, porque en la ley se iba a establecer que el fideicomiso e IEASA no iban a estar sujetos al pago de Ganancias, IVA del 21% ni aranceles de importaciones".
Lo que sucede es que, si bien ante la falta de una ley de presupuesto, el gobierno nacional tiene la potestad de reasignar partidas presupuestarias, del mismo modo se encuentra imposibilitado de establecer o modificar impuestos por esta vÃa.
Es por eso que desde el gobierno nacional consideran declarar por decreto de necesidad y urgencia de interés nacional el sistema de transporte de gas. "Lo que hay en marcha es un DNU que va a firmar el Presidente donde declara de interés nacional el sistema de obras del gasoducto Néstor Kirchner", confirmó la fuente de la SecretarÃa de EnergÃa.
"En el decreto se establecerá que el programa de construcción del gasoducto quede en cabeza de la SecretarÃa de EnergÃa, que lo va a construir y licitar a través de IEASA -la ex Enarsa-", agregó la fuente, aunque sigue sin resolverse la situación de las exenciones impositivas que cayeron al no sancionarse el Presupuesto.
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No son los bizcochitos de la rubia de mesa de entrada la que nos caga la vida.