Aunque en el peronismo de Córdoba y en el PRO cordobés no dan por caídas las negociaciones entre Juan Schiaretti, Horacio Rodríguez Larreta y Gerardo Morales/Martín Lousteau, el gobernador tiene los "papeles listos" para inscribir su alianza, con la que competiría por una candidatura presidencial.

Su precandidatura presidencial estará cimentada, en caso que no haya acuerdo con (los ex) Juntos por el Cambio, por la Democracia Cristiana y el socialismo, además del peronismo cordobés. En esa ingeniería se trabaja con otros sellos. La pátina de coalición está garantizada, aseguran en El Panal.

"Schiaretti es precandidato a presidente de un frente de frente. Lo dijo el 2 de mayo. El 11 de mayo, pidió un acuerdo de unidad de la oposición antes de las Paso y un acuerdo programático para un gobierno de unidad. Schiaretti no se mueve de ahí", dice uno de los colaboradores del gobernador.

Con sus modos, Schiaretti hizo saber que la pelota del acuerdo está en la cancha de sus eventuales socios: "Ellos me llamaron y me dijeron ‘nosotros queremos ver la posibilidad de que hagamos un acuerdo, tengamos un programa común y ver si podemos ir juntos a las elecciones'. La decisión depende de Cambiemos", dijo Schiaretti, recordándoles el sello original. E insistió: "Soy el candidato a presidente que expresa la producción y el trabajo, y la firme decisión de dejar atrás la maldita grieta".

Larreta y Morales cruzan a Patricia y no dan por cerrado el debate por Schiaretti

En ese sentido, Schiaretti también dejó en claro que si el acuerdo se plasma, el nombre de la coalición será otro: "Yo no voy a Juntos por el Cambio", reiteró. "El fin de semana se moverá la estantería y el miércoles se caerá", dice un dirigente del larretismo que se prepara para la implosión.

Ellos me llamaron y me dijeron 'nosotros queremos ver la posibilidad de que hagamos un acuerdo, tengamos un programa común y ver si podemos ir juntos a las elecciones'. La decisión depende de Cambiemos.

En el schiarettismo duro celebran la alta exposición que logró el gobernador en la última semana, una jugada coordinada que el cordobés potenció con el lanzamiento de "Levantados", un mensaje en clave de spot para redes sociales en el que le habla a las "víctimas de la grieta". Sin embargo, la foto Schiaretti-Larreta hoy parece lejana. "Si no hay foto (Schiaretti, Larreta y Morales), pagamos un costo enorme en la campaña provincial", lamenta un funcionario provincial que trabaja 24x7 en la campaña de Martín Llaryora.

En el campamento juecista de Juntos por el Cambio, mientras tanto, hay una lectura positiva: Juez ganó centralidad en la última semana, cuando con sus acciones desmedidas y su lengua filosa lograron una narrativa que le conviene: se adjudica él solo haber frenado la incorporación de Juan Schiaretti a Juntos por el Cambio con su viaje relámpago a Buenos Aires.

En este marco, Juez viró su barco hacia sus nuevos socios internos: el lunes estará con Patricia Bullrich en la ciudad de San Francisco, el bastión de Martín Llaryora, donde compartirá actividad con Carolina Losada. Esa ciudad, la más importante del este cordobés, está separada por una calle con Frontera, en la provincia de Santa Fe. Históricamente, es una zona caliente del narcotráfico. En ese lugar, Bullrich le levantará las manos a Juez y Losada en un evento de cobertura nacional.