Daniel Passerini
Entrevista Daniel Passerini
"Los liderazgos mesiánicos no resuelven nada"
El intendente electo de Córdoba, Daniel Passerini, marca las diferencias del peronismo de Schiaretti y Llaryora con Milei. "Nosotros expresamos la necesidad de resolver la inflación y el déficit fiscal, pero con racionalidad".

Daniel Passerini, al igual que Martín Llaryora, es un sobreviviente del tsunami Milei, el candidato que en las Paso se impuso también en Córdoba, desplazando así a Juan Schiaretti y humillando a Juntos por el Cambio. Tres semanas antes, el 23 de julio, y luego de una remontada de 20 puntos, se impuso a Rodrigo de Loredo, convirtiéndose en el intendente de la segunda ciudad del país y, sobre todo, proyectándose como socio del futuro gobernador, a quien le augura el rol de "gran constructor de acuerdos nacionales".

Han pasado un puñado de días desde el resultado que dejó en off side a la política. Sin embargo, Passerini confía en que será la política y no los "liderazgos mesiánicos" lo que saquen al país de la crisis. Por eso se aferra a su análisis: "el de las Paso no es un voto definitivo, y en el caso de Córdoba tiene una lectura clara: los cordobeses rechazaron los dos extremos de la grieta".

-¿Cuál es tu análisis del triunfo de Milei en Córdoba?

-Fue una mala elección de Juntos por el Cambio y un pésimo resultado, el peor de su historia, para el kirchnerismo. En Córdoba, nosotros expresamos la necesidad de resolver la inflación y el déficit fiscal, pero lo hacemos en un marco de racionalidad. Milei eligió un estilo rupturista y sedujo a un electorado mayoritariamente joven. El escenario sigue abierto y, en el caso de los cordobeses, tenemos mucha expectativa con el crecimiento de Juan Schiaretti.

En Córdoba, nosotros expresamos la necesidad de resolver la inflación y el déficit fiscal, pero lo hacemos en un marco de racionalidad. Milei eligió un estilo rupturista y sedujo a un electorado mayoritariamente joven. El escenario sigue abierto.

-Tomando tu propia campaña: la iniciaste con Rodrigo de Loredo llevándote 12 puntos de ventaja y ganaste la elección por 8, una remontada de 20 puntos. ¿Ese crecimiento impensado un mes antes de la elección fue producto directo de la campaña?

-Teníamos una hoja de ruta que era el resultado de la elección provincial del 25 de junio, cuando Martín Llayora logró un triunfo muy claro en la Capital, con lugares donde la diferencia fue importante pero con un bajo porcentaje de votantes. Entonces, parte de la estrategia tenía que ver con lograr que en esos lugares que nos había ido muy bien, votará mucha más gente, con un mensaje netamente local y que la gente tomaba bien: tener un gobernador y un intendente del mismo equipo le iba a dar buenos resultados a la ciudad. 

"Los liderazgos mesiánicos no resuelven nada"

Fuimos muy disciplinados con la estrategia y militamos con una intensidad realmente increíble. Yo lo dije la noche del triunfo: Martín fue no sólo el jefe de la campaña, fue su líder y quien marcó el ritmo, los tiempos y la intensidad poniendo el cuerpo. Y el resultado fue directamente proporcional al esfuerzo militante.

-¿Qué cambia en el peronismo de Córdoba este nuevo liderazgo de Llaryora?

-Es un proceso de renovación de la política, y eso siempre genera expectativas. El tiempo por venir en Córdoba va a estar marcado por la conducción política de Martín Llaryora, nadie duda eso.

El tiempo por venir en Córdoba va a estar marcado por la conducción política de Martín Llaryora, nadie duda eso.

-Esa conducción se enfrenta a una oposición que se fortaleció y controla la mitad de la Legislatura. ¿Cuál es el esquema de administración de esa paridad?

-Va a ser un gran desafío. A mí me tocó presidir el bloque legislador entre 2007 y 2011 con un escenario similar: hubo legisladores que ingresaron en nuestra lista y luego se rompieron para armar el Frente para la Victoria, y quedamos en una situación casi de paridad. Martín también sabe lo que es gobernar en contexto de dificultades, sabe conducir políticamente y sabe consensuar. Va a ser un desafío importante, pero no va a ser un obstáculo para que podamos llevar adelante los proyectos que tenemos.

-¿El principal desafío de las gestiones que comienzan en diciembre es un ajuste inevitable o es el propio Milei ejerciendo el poder, en caso que se consolide?

-No pongamos nombre porque la elección está abierta. Sí sabemos que el mayor condicionante que vamos a tener es el de un escenario económico complejo, inflacionario, de incertidumbre. Esperemos que las decisiones políticas que se tomen a nivel nacional empiecen a generar alguna certeza. Más allá de eso, tenemos en claro qué es lo que nos pidió la gente y qué es lo que tenemos que hacer en Córdoba: hay que mejorar mucho el tema de la seguridad y sabemos que el escenario económico condiciona muchas veces a la política.

"Los liderazgos mesiánicos no resuelven nada"

-Heredan de Schiaretti una gestión fuerte en obra pública. Queda pendiente una agenda con reformas en salud y educación. ¿Habrá una prioridad de esta agenda sobre la de obra pública?

-Todas las agendas son importantes. El desarrollo de Córdoba está vinculado a las obras estratégicas que hizo Schiaretti. En educación y en salud, hay que adecuar los contenidos a las exigencias de los tiempos que corren, a las demandas sociales que tenemos. La educación con salida laboral es un objetivo y, en el tema salud, hemos planteado un pacto sanitario en el cual el Estado y el sector privado conformen un nuevo paradigma de salud pública.

-¿Esas reformas van a chocar con esta agenda nacional que, aparentemente por el voto mayoritario del electorado, está pidiendo un ajuste?

-Las consignas pueden estar en una remera, en un panfleto o en un pasacalles. Cuando se gobierna, hay que dar soluciones. Las soluciones que hoy necesita la Argentina requieren de un Estado presente. Ninguna de las supuestas soluciones que se plantean desde un corrimiento del Estado son soluciones sociales. 

Las consignas pueden estar en una remera, en un panfleto o en un pasacalles. Cuando se gobierna, hay que dar soluciones. Las soluciones que hoy necesita la Argentina requieren de un Estado presente. 

Se puede plantear las deudas en términos monetarios, pero la deuda más grave que tiene la Argentina es la deuda social. Los números de la pobreza no se resuelven solamente con un ajuste económico, al contrario: hay que ver de qué manera se ordena la economía para crecer y la gente tenga trabajo. Hay que plantear un país normal, como dice claramente Schiaretti.

-¿Se inicia un ciclo del peronismo sin Cristina como centro; cómo se posiciona el peronismo de Córdoba que fue refractario al PJ nacional?

-Claramente, la configuración de toda la política nacional va a ser diferente, con grandes cambios en el tablero. Hay una nueva concepción de lo que debe interpretar la política para la Argentina. En Córdoba, Llaryora asume un liderazgo y eso le da un protagonismo mayor en lo nacional...

"Los liderazgos mesiánicos no resuelven nada"

-De la Sota y Schiaretti fueron gobernadores de Córdoba con aspiración nacional. ¿Por qué Llaryora tendría más protagonismo nacional que ellos?

-Hay que esperar a octubre para tener certezas. Creo que la concepción del peronismo kirchnerista como modelo hegemónico del PJ nacional, entra en su última etapa. En Córdoba planteamos una discusión desde el peronismo hacia la política: Martín va a tener una vicegobernadora que viene del radicalismo; mi viceintendente llega desde el PRO. Y esa es la visión de los acuerdos necesarios para la Argentina que debe tener una mirada integradora. 

Los acuerdos son el norte de la política para encontrar las soluciones. Hubo una lógica que plantearon el kirchnerismo y su hermano gemelo que es Juntos por el Cambio, con un negocio político que fue la grieta, y ambos recibieron un golpe durísimo, que en Córdoba fue más contundente que en el resto del país. Para ellos, acordar es perder; para nosotros acordar es ganar. Llaryora va a ser, desde Córdoba, un gran constructor de acuerdos nacionales.

Hubo una lógica que plantearon el kirchnerismo y su hermano gemelo que es Juntos por el Cambio, con un negocio político que fue la grieta, y ambos recibieron un golpe durísimo. Para ellos, acordar es perder; para nosotros acordar es ganar. Llaryora va a ser, desde Córdoba, un gran constructor de acuerdos nacionales.

-El último gran proyecto transversal fue el de Néstor Kirchner. ¿Por qué un proceso trasversal como el que planteás no fracasaría?

-Porque a Argentina no le quedan muchas posibilidades. Hace más de 12 años que la Argentina no crece, hace más de 12 años que naturalizamos que más del 30% de los argentinos está bajo la pobreza. Yo me resisto a eso y quiero luchar desde la política para que eso no pase. Los modelos hegemónicos y los liderazgos mesiánicos, como ahora aparentemente quieren volver, no resuelven nada. 

"Los liderazgos mesiánicos no resuelven nada"

La política es un hecho colectivo y la Argentina necesita que la política busque acuerdos, y estos no son ya patrimonio exclusivo de una persona ni de un espacio político. Hay un dato muy contundente respecto de esta crisis: los últimos tres candidatos a presidente no pudieron ser reelectos: el candidato de Cristina en 2015 perdió con Macri. Macri perdió con Fernández. Y el candidato de Fernández muy difícilmente sea presidente.

-Vuelvo a Córdoba: ¿Te preocupa que Juntos por el Cambio se desintegre y se atomice la oposición en Córdoba y quede sin un conductor claro?

-Cuando hay organización es mucho más fácil discutir, es más ordenado, es más racional. Cuando todo se atomiza, es muy difícil buscar consenso. Hay decisiones importantes que vamos a tener que tomar en la Municipalidad y en la Provincia que requerirán de acuerdo político; y lograr un acuerdo político es mucho más directo y mucho más simple si las expresiones que no pertenecen a tu espacio están organizadas. Si están desorganizadas va a ser muy difícil.

Con un escenario económico tan complejo, con una devaluación diaria, sabemos por historia y experiencia, vienen los conflictos, crece la inseguridad y hay mayor riesgo de violencia social.

-Apelo a tu experiencia como ex ministro de Desarrollo Social. ¿Cuáles son los puntos de conflicto que visualizas para tu propia gestión?

-Con un escenario económico tan complejo, con una devaluación diaria, sabemos por historia y experiencia, vienen los conflictos, crece la inseguridad y hay mayor riesgo de violencia social. Confiamos que la política dé certezas para comenzar a ordenar este caos económico.

-Las dos primeras fuerzas proponen un ajuste. ¿Puede tener Córdoba una estrategia diferente ante un ajuste nacional?

-Sostenemos nuestra expectativa de que Juan Schiaretti sea elegido presidente. El error histórico es creer que los problemas sólo se resuelven con más ajuste, cuando en realidad hay que hacer un ordenamiento fiscal que no implique necesariamente castigar a quienes más sufren. Lo que debe procurar la política, en vez de generar tantas consignas, es empezar a discutir ideas y buscar acuerdos.

"Los liderazgos mesiánicos no resuelven nada"

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  • 6
    noboludeenasergio
    22/08/23
    11:38
    Zi zeñod, diene dazón.
    Kon kliztina, no ze desolvió nada.
    Todo lo kondradio, ze empedeó dodo.
    Responder
  • 5
    hugo del talar
    22/08/23
    10:03
    Un peronista en contra de los "liderazgos mesiánicos". Dame un blue label con una piedrita.
    Responder
  • 4
    blackrock
    21/08/23
    23:27
    El título d esta nota el pibe lo dirá por el néstor y la kris???...
    Responder
  • 3
    observador
    21/08/23
    21:46
    Y lo peor nos puede pasar no es Mieli, es Massa.
    Responder
  • 2
    observador
    21/08/23
    21:19
    Peor: Los liderazgos mesiánicos y populistas, una vez se les cae la careta y tenemos un 50% de pobreza, un 10% de indigencia, un 120% de inflación, ya habiendo gobernado y robado a 4 manos por 20 años, indefectiblemente habrán generado los zombies necesarios para garantizar la presidencia de otro mesiánico populista del ala opuesta. Ambos nos llevan al desastre, pero la causa fueron los Kirchner.
    Responder
  • 1
    21/08/23
    20:38
    UNA PINTA DE MOGOLICO TIENE ESTE PELOTUDO QUE LO SUPERA A MILEI

    LIBERALISMO SATANICO AL PALOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO
    Responder
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