Sin desmarcarse del Gobierno nacional, MartÃn Gill volvió a hacer una demostración de fuerza hacia dentro del peronismo cordobés: reunió a su tropa de intendentes para que firmen 135 convenios con Marisol Merquel, presidenta del Consejo Nacional de PolÃticas Sociales.
Gill volvió a elogiar al Gobierno de Alberto Fernández, cuya gestión tiene un rechazo de casi 70 puntos en Córdoba, mientras negocia con MartÃn Llaryora su posible incorporación al esquema 2023 del PJ cordobés.
Ante los intendentes formados, Gill destacó la "disposición del Gobierno nacional para trabajar en la construcción de un paÃs federal que contempla las necesidades de todas sus provincias, posibilitando que personas de cualquier punto puedan desarrollarse y acceder a los mismos beneficios que aquellas radicadas en la capital".
Pareció una respuesta directa a Juan Schiaretti, quien como bandera de su armado nacional reclama por "federalismo en serio" y acusa a la Nación de privilegiar con subsidios a las tarifas a quienes viven en el Amba.
Llaryora se muestra con Gill y se abre la puerta a un acuerdo
Para reforzar el concepto, Merquel dijo que "gracias al impulso" de Alberto las polìticas públicas "llegan a cada rincón" del paÃs, y postulò por "una Argentina Federal que crece y se desarrolla, con inclusión y oportunidades para todos y todas".
Al acto asistieron intendentes de los departamentos General San MartÃn, Unión, RÃo Primero, RÃo Segundo, Calamuchita, Marcos Juárez, San Justo, Juárez Celman, Ischilin, Colón, Sobremonte, Tulumba y Totoral. El punteo no es casual: Gill apuesta a que sean de su estructura los candidatos a legisladores de Hacemos por Córdoba en al menos cuatro de esos departamentos: General San MartÃn, Unión, RÃo Primero y Sobremonte.
Cercan de Gill explican que el intendente de Villa MarÃa y ex secretario de Obras Públicas de la Nación no se ha movido de su plan original: pactar con Llaryora desde la "fortaleza" que le da su "expansiòn territorial" reflejada en la convocatoria de estos 60 intendentes. Es cierto que hay una disminución en la estructura, pero parece mantener el núcleo duro.
Intenta trasladar ese apoyo a una candidatura a vicegobernador, algo que parece difÃcil por el alto rechazo que tiene la gestión de Alberto Fernández en Córdoba -cercana al 70 por ciento- y lo refractario que es el electorado cordobés al kirchnerismo. SerÃa darle una ventaja discursiva a Luis Juez. Sin embargo, quienes se alinean con Gill repiten que ese es el plan: discutir dentro del peronismo de Córdoba.
"Nosotros queremos que MartÃn (Gill) negocie con Llaryora. Entendemos que la construcción del peronismo sin Schiaretti debe incluir a todo el peronismo", dice uno de los intendentes que se identifica con la conducción de Gill. "Tiene que ser candidato a vicegobernador o primer legislador en la lista sábana", agrega.
Gill es un respetado cuadro polÃtico y en el PJ se lo ve como un eventual funcionario. Cerca de él admiten que "es una posibilidad" que el apoyo no se explicite en la boleta, sino en un (eventual) gabinete provincial. Aunque es respetado en el ámbito de la educación, los laderos de Gill consideran que darle esa cartera serÃa "un insulto", y reclaman desde ahora Obras Públicas.
Hace 15 dÃas, Gill y Llaryora se mostraron juntos en Villa MarÃa y el candidato a gobernador dijo que le gustarÃa que su "amigo" sea parte de la "coalición" que está construyendo el capitalino.
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