En los últimos 8 años Leandro Santoro fue candidato a vicejefe  porteño, a legislador y en 2021 encabezó la lista de diputados nacionales por la Ciudad. En 2023 tendrá la siempre compleja tarea de competir por la jefatura de gobierno representando al peronismo. 

Busca romper con la idea del "voto táctico" para correr al PRO del distrito y asegura que las diferencias entre Martín Lousteau y Jorge Macri son "estéticas". Muy crítico de la gestión oficialista, dice que hace tiempo no habla con Alberto Fernández.

-Fue candidato a vice en 2015, ahora es candidato a jefe de gobierno, ¿qué diferencias ve en la Ciudad en 8 años de gobierno de Larreta?

-Está todo peor. Menos vacantes, más colapso inmobiliario, más dificultad para alquilar, menos espacios verdes, más negocios inmobiliarios. Me parece que hay temas que son de la agenda del Siglo XXI que no están siendo abordados, que no eran tan importantes en el 2015, pero que hoy son prioridad 1 como el caso de la salud mental.

Creo que la Ciudad de Buenos Aires de a poco está adquiriendo una morfología más alejada de los valores humanistas y está más cerca de una concepción mercantilista de las cosas.

-¿Y eso es algo que se puede cambiar o es el espíritu que tienen los vecinos de la Ciudad?

-No, ese es un tipo de conducción del Estado local que favoreció los grandes desarrolladores inmobiliarios, que quería vender Costa Salguero para hacer un barrio de lujo. Es una ciudad que no invierte en subtes, entonces está saturado el transporte privado.

Es imposible moverse en auto por la Ciudad porque no se invierte en subtes y porque el gobierno ha comprado coches con asbesto, lo que provoca el paro de los empleados del subte, que no están pidiendo aumentos salariales, sino están pidiendo que le saquen el asbesto que es una sustancia cancerígena de las formaciones. Es una ciudad que no está pensada para las personas con discapacidad. No puede ser que más de la mitad de las estaciones de subte no sean accesible para personas con silla de rueda o con bastón.

Es una decisión política, es la desregulación de la norma pública, es permitir que cualquiera haga cualquier cosa y este desorden generalizado transformó a Buenos Aires en una ciudad más difícil para convivir.

LPOJuan Casas

-Se supone que el 40% de los vecinos tiene problemas de vivienda, o alquila o vive en barrios de emergencia. Siempre hay interesados en hacer desarrollos inmobiliarios de lujo o para la clase media, media alta, pero no tanto para los barrios populares. ¿Cómo resolvería eso?

-Que haya gente que quiera construir vivienda de lujo no me preocupa, lo que me preocupa es que el Estado les ayude a hacer eso. Si vos sos un propietario, conseguiste un terreno y construiste un edificio de lujo suntuoso, por las tuyas, me parece bien. Lo que me parece insólito es que vayas al Gobierno de la Ciudad a pedir que te vendan un terreno público o que pidas una excepción al código urbanístico para hacer eso. O que pidas un crédito al Banco Ciudad para hacer eso o que pidas que modifiquen el código de edificación para hacer eso. Estoy poniendo todas estas cosas que sucedieron, que son instrumentos que favorecieron la especulación inmobiliaria, entonces el Estado tiene un rol en la planificación urbanística y tiene que pensar en las mayorías, no tiene que pensar solamente en cómo los cinco grandes jugadores del mercado inmobiliario ganan más dinero, en un contexto donde ya ganaban dinero.

-¿Qué piensa de Costa Urbana, el desarrollo de IRSA La Boca, y de Ciudad Palmera en Caballito?

-Es un desastre. El proyecto de IRSA en la Boca por algo estuvo veinte años parado. El último humedal que tiene la ciudad de Buenos Aires va a ser víctima de un desarrollo inmobiliario que está pensado solamente para hacer esos famosos departamentos que son reservas de valor y que finalmente terminan generando que haya más presión sobre el mercado inmobiliario. Mientras más departamentos se construyen que quedan vacíos, se genera una rueda especulativa que provoca que sea imposible alquilar a la ciudad de Buenos Aires.

-¿Hay una manera de frenar eso?

-Lo votó Martín Losteau y los legisladores del PRO. Veinte años estuvo parado ese proyecto, ¿por qué estuvo parado? Porque se consideraba que esos terrenos, que son terrenos ganados al río, debían tener un uso social, por eso salieron baratos. IRSA a los compró baratos hace 20 años y con esta nueva normativa ganaron casi mil millones de dólares.

Está mal que hayan tenido que conseguir una excepción para hacer eso. Ellos tienen todo el derecho de construir lo que el código les permite. Ya no solamente el código había favorecido la capacidad de constructividad de la Ciudad y la densificación de la ciudad, sino que además tuvieron que, un año después, sacar una ley para hacer una excepción a ese código que habían votado. Es realmente insólito.

-Jorge Macri dijo que piensa cambiar el Código Urbanístico, ¿le creé?

-Lo que creo es que si nosotros no hablábamos de que había que drogar este código urbanístico, se hacían todos los zonzos porque lo votaron ellos. Lo votaron el 2018, lo modificaron el 2019 y lo modificaron en el 2020. En el 2020 Losteau también votó la modificación del código urbanístico.

No es solamente el problema del código urbanístico: no hablan del código ambiental. La Ciudad no tiene código ambiental. Y algo más importante, que es lo que ordena toda la planificación, el Plano Urbano Ambiental, que no está actualizado. Yo sé que esto es algo muy técnico, pero lo que quiero decirle a la gente es que hay una intención deliberada de favorecer algunos grandes jugadores: a Portland, a IRSA, que son los que compran tierra pública, los que piden leyes a medida y los que finalmente terminan generando proyectos urbanísticos, mega proyectos urbanísticos, que hace que Buenos Aires sea una ciudad imposible de vivir.

Te pongo un dato: en los últimos doce años se construyeron más de 11 millones de metros cuadrados. Hoy tenés 300 mil personas viviendo en villas, casi 10.000 personas viviendo en situación de calle, el 40% de la gente alquila y la población está estable desde 1960. Explícamelo.

LPOJuan Casas

-Circula la idea del "voto táctico" entre algunos votantes peronistas. Un compañero suyo le dijo a LPO que votar a Lousteau para que se vaya el PRO de la Ciudad es de "estratega de centro cultural". ¿Qué piensa usted de eso? ¿Lo preocupa?¿Qué puede hacer para impedirlo?

-Creo que Larreta está aceitando mecanismos para que algunos periodistas divulguen esas teorías. El Tano Angelici es uno de los principales apoyos políticos y financieros de la campaña de Lousteau. Cualquier futbolero en la Argentina sabe que el planteo de jugar a que Angelici le gane a Macri es un delirio, es absurdo. Son parte del mismo esquema, son el establishment de la Ciudad. Gane quien gane, al día siguiente van a estar loteándose el gobierno y haciendo lo mismo que están haciendo ahora, repartiéndose las concesiones, los grandes negocios y los espacios de gestión.

Mi tarea es alertar a la gente sobre esto: hay un bloque de poder que está construido por grandes empresarios inmobiliarios, por los sectores del juego, por los sectores de la obra pública, por sectores que están vinculados a las empresas concesionarias del Estado, que son los que necesitan que Juntos por el Cambio continúe en la gestión del Estado. Yo vengo a poner en crisis ese modelo de ciudad porque entiendo que el poder político tiene que ser autónomo de las corporaciones. Hablo con todo el mundo, pero hay una línea roja, usted está en un lado, yo estoy del otro, a mí no me financian ellos.

-¿Contra quién le iría mejor, contra Lousteau o contra Jorge Macri?

-Los escenarios electorales nos dan más o menos parecido. Obviamente, yo identifico una diferencia estética entre Lousteau y Jorge Macri porque son dos discursos diferentes, pero en términos de lo importante, por ejemplo la venta de Costas Salguero, estuvieron de acuerdo. Las excepciones al código urbanístico, por más que Lousteau diga que no, las votó su bloque en la Legislatura porteña y las votó también Jorge Macri en Vicente López. Llevó adelante más de 200. La venta el Ministerio de Educación de la Ciudad la votaron todos. Las concesiones: sabés que son un escándalo, yo creo que la gente sabe que son un escándalo las concesiones. Saltó la de las grúas que fue ya directamente delirante...contrato prorrogado durante 20 años, canon congelado del 2014, 55 mil pesos por mes pagaba cada empresa. ¿Quién tiene a cargo las concesiones de la ciudad? Giusti. ¿De quién es? De Lousteau.

-¿Las de Costanera Norte qué le parecen?

-Una vergüenza...voy a hacer un vídeo este fin de semana. Hay cánones que se pagan en las concesiones de la Costanera que son más baratas que un tres ambientes en Palermo. Happening, Siga la Vaca, Gardiner...

LPOJuan Casas

-Cuando militaba en la UCR, ¿tenía contacto con Emiliano Yacobitti?, ¿qué piensa de su carrera política?

-El tenía un modelo de acumulación política muy diferente al nuestro. Toda la vida lo enfrenté y al final, durante los últimos meses de mi participación en el radicalismo, traté de acordar con él. Sentía que era la única manera de seguir en el radicalismo, pero era muy difícil. Hablamos un lenguaje distinto. Cuando me fui Yacobitti terminó de colonizar el radicalismo. Mientras estuve en el radicalismo había dos grupos. Yo era más cercano a los Alfonsín, a los Más Vélez. Hablo de los nietos de Raúl que militaban en la Ciudad. De a poco fueron construyendo un esquema común y cuando se terminó de construir el sistema yo me fui. Hablo un lenguaje distinto.

-¿Piensa extender la red de subtes?¿cómo financiaría ese proyecto?

-Con bonos verdes, ya presentamos un proyecto de ley en la Legislatura, es de Juan Manuel Valdés.

-¿Lo incomoda la cuestión de la coparticipación? Me refiero a ser candidato de un espacio que desde Nación recortó los recursos que recibe la Ciudad.

-He dicho públicamente cuál es mi postura. Ahí hay que poner contadores, no hay que poner políticos. Qué agarren las planillas y le den a la Ciudad lo que les corresponde. Hubo un error en la forma de proceder de todos. Cuando falla la Corte Suprema, reconoce que había que darle más de lo que le quería dar la Nación, pero menos de lo que estaba pidiendo Larreta.

-Era muy cercano Alberto Fernández. ¿Cómo se lleva con él?, ¿tiene diálogo?

-Hace mucho que no hablo, me parece que es un gobierno que hizo lo que pudo con lo que tuvo.

LPOJuan Casas

-Estuvo cerca de pasar al gobierno nacional para ser uno de los voceros.

-Las cosas que me ofrecieron creía que no tenían que ver con mi perfil.

-¿Las candidaturas de Massa y Grabois fueron un acierto o hubiera sido mejor mantener la interna entre Wado De Pedro y Scioli?

-Yo creo que la vocación de poder que demuestra Sergio es motivo suficiente para que todo Unión por la Patria se encolumne detrás de su candidatura porque creo que es el gran tema de la Argentina.

-¿Cómo se lleva con las distintas tribus de la ciudad? Me refiero a La Cámpora, a Juan Manuel Olmos, Mariano Recalde, con Víctor Santa María.

-Con algunos tengo más relación que con otros. Con Víctor Santa María no tengo mucha relación. Con Olmos no tenía mucha relación y ahora la tengo. A Mariano lo quiero mucho. Tengo buena relación con todos, mala relación no tengo con ninguno. Después es como todo. Cuando estoy con Víctor tengo la mejor pero no soy desde hablar todos los días. Con Mariano tengo una relación de afecto personal y con Juan Manuel estamos trabajando en la construcción de un proyecto para la ciudad de Buenos Aires ya hace un año. Encontré un tipo muy accesible que piensa bien. Me siento cómodo, porque es un tipo muy lógico, muy razonable. Es lo que te decía de Yaco, hay una cosa en política que es la manera de pensar.

LPOJuan Casas

-¿Qué quiere decir? 

-Son distintas inteligencias. Hay personas que son muy lógicas, pero le faltan emociones. Hay personas que son pura pasión pero le falta lógica. Hay personas que tienen vocación de poder, pero que no tienen límites éticos. Hay personas que tienen mucho límites éticos, pero no tienen vocación de poder. No es ni bueno ni malo, cada uno es como es. Yo me encuentro cómodo con personas que tienen más o menos armonizadas todas estas variables que estoy planteando. El que tiene límites éticos, el que tiene vocación de poder, los que son razonables para pensar, que son pasionales pero que no son fanáticos. Con la gente que tiene esas características me llevo bien. Hay otros que tienen otras características. Como soy un tipo de diálogo, trato de hablar con todo el mundo pero con algunos no logró empatizar.

-En 2019 le tocó a Matías Lammens, ahora le toca a usted. Dos candidatos que no son ni nacidos ni criados en el peronismo. ¿Por qué creé que les puede ir mejor que en otros momentos?. ¿A qué aspira?

-Porque son 16 años, porque se quedaron sin ideas, porque en los últimos cinco años tuvieron cinco ministros de seguridad y la gente se da cuenta. La gente percibe que los errores no tienen costo, que están gobernando peor. Qué hayan tenido que traer al intendente de Vicente López como candidato a jefe de gobierno da cuenta de una crisis importante en el PRO. Qué tengan que mostrarse como opo-oficialismo todo el tiempo tanto Lousteau como Jorge Macri, diciendo estar en contra de cosas que ellos apoyaron demuestra que están desorientados. Y porque tengo un proyecto de poder, un proyecto político, un plan de gobierno que es atractivo. Estoy convencido de esto, tengo voluntad para pelear la ciudad de Buenos Aires, tengo equipo y creo que por primera vez en mucho tiempo conseguimos que muchas compañeras y muchos compañeros crean que esto es posible.