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Funcionarios de Aerolíneas y Turismo se fueron a Estados Unidos en plena Copa América

Un grupo de gerentes de la compañía aérea viajó con el hijo de un ministro y empresarios a Nueva York por 7 días.

Un grupo de gerentes de Aerolíneas Argentinas viajó junto a funcionarios del ministerio de Turismo a Estados Unidos en medio de la Copa América, con todos los gastos pagos por la línea estatal que preside Isela Constantini.

El contingente salió el martes pasado en un vuelo de la aerolínea de bandera con destino a Nueva York, que está a dos horas de Boston, donde la Selección Argentina jugó ayer por los cuartos de final del certamen contra Venezuela.

Los funcionarios de Aerolíneas que viajaron fueron el Gerente Comercial, Diego Garcia; el Gerente de Ventas, Juan Fernández García y el VP de Fidelización y Segmentos, Cristian Balbi.

De la comitiva también viajaron funcionarios del ministerio de Turismo que encabeza Gustavo Santos. Ellos son Pablo Alfredo Casas, subsecretario de Innovación y Tecnología y el jefe de gabinete, Marías Agustín Santos Crocsel, hijo del ministro.

Este grupo, lo completaron Juan Pablo Lafosse de almundo.com, Guido Glikin de Despegar.com, Guillermo Monti de la agencia Biblos y Alejandro Valls de Atrapalo. Luego de unos días en Nueva York, el grupo viajó a California.

La idea formal del viaje fue armar un "Fun Trip" -viaje de diversión- con ejecutivos de la empresa y agencias con las que trabajan, para capacitarse en Sillicon Valley y todos los gatos corrieron por parte de la empresa estatal. Google y Facebook ofrecieron sus instalaciones para darles una capacitación de un día.

No es la primera vez que funcionarios utilizan un viaje en Aerolíneas para ir a ver fútbol: en 2009, el entonces titular de Aerolíneas, Mariano Recalde, agregó un vuelo a Uruguay para que 41 dirigentes kirchneristas, en su mayoría de La Cámpora, pudieran ver a la Selección por las Eliminatorias.

El viaje de los funcionarios de Isela Costantini y de Santos no sería menos grave: abogados consultados por LPO señalaron que aceptar un viaje todo pago por una compañía podría encuadrarse en el delito de dádivas.