Provincia

Furiosos porque quedaron afuera del gabinete, los radicales dejaron sola a Vidal en la crisis

Ningún radical salió a respaldarla. Fuertes críticas el gabinete del ministerio de Salud.

María Eugenia Vidal viene atravesando la primera crisis de su breve gobierno sin el acompañamiento del radicalismo, la fuerza centenaria que hasta hoy sigue siendo parte de la alianza Cambiemos.

No hubo en las últimas horas ningún comunicado de respaldo a la Gobernadora. En tanto, los principales dirigentes del radicalismo eligieron el silencio. Una clara decisión de dejar sola a Vidal en medio del escándalo por la fuga de los tres condenados por el crimen de General Rodríguez.

Si bien es cierto que el vicegobernador, Daniel Salvador, acompaña a Vidal a gran parte de las actividades y hoy estuvo junto a ella en la conferencia de prensa. Ese acompañamiento parece ser, por ahora, sólo institucional.

La tensión entre radicales y macristas se agravó durante los largos días en que Vidal comenzó a definir nombres de su gabinete. Poco a poco, los lugares que el radicalismo reclamaba para sí fueron siendo ocupados por gente de confianza de la Gobernadora.

Sólo la designación de Jorge Elustondo en Producción significó un pago para los radicales. Incluso la secretaría de Derechos Humanos, que iba a ocupar el propio Daniel Salvador, quedó para Santiago Cantón, un aliado de Sergio Massa.

Una de las carteras que desde que Vidal se impuso en las elecciones de octubre sonaban para el radicalismo era Salud, pero finalmente allí la mandataria designó a Zulma Ortiz, una especialista en Epidemiología de su confianza.

Por eso, en las últimas horas, desde el Comité Provincia del radicalismo emitieron una dura declaración, en reacción por las designaciones realizadas en esa área. Desde el partido cuestionaron lo que consideraron el “continuismo” de funcionarios de la anterior gestión confirmados en el área, así como de “políticas concretas” que, afirman, se mantienen.

En un comunicado destacan “la presencia de funcionarios que continúan dirigiendo los destinos de la salud desde el ministerio, la ratificación de los mismos directores ejecutivos en los 78 hospitales que han sido co-responsables del actual estado sanitario” y, además, “la permanencia de funcionarios kirchneristas como directores de programas que han sub-ejecutado sus partidas presupuestarias y no han rendido cuentas sobre su desempeño durante los diferentes gobiernos justicialistas”.

Es que tras la elección de Ortiz, el radicalismo rechazó la posibilidad que les quede a ellos los segundos lugares. “Hemos resignado colocar al frente del Ministerio a un hombre de nuestras filas y luego hemos aceptado incorporarnos a colaborar en distintas áreas del mismo para ayudar a cambiar este estado de cosas. La respuesta que obtuvimos fue un recorte de incumbencias, obstrucción al conocimiento de los estados contables y de las inversiones futuras y confirmación en sus cargos a funcionarios de la anterior administración”. Y concluyeron: “El radicalismo no va a cambiar sus ideales sanitarios por cargos en un Ministerio”.