Charlie Hebdo

Hollande suspendió la visita al país tras el ninguneo de Cristina por la masacre de París

El presidente francés la canceló por "razones de contexto". La Presidenta había dado un tibio respaldo ante la tragedia.

El presidente de Francia, François Hollande, suspendió su visita a la Argentina luego del ninguneo de Cristina Kirchner ante el ataque terrorista contra la revista Charlie Hebdo, y dejó en evidencia el malestar que provocó la posición del país ante el hecho que conmocionó al mundo.

Hollande tenía previsto realizar una visita oficial en marzo, en un viaje que incluía una estadía en Perú. Ahora, fuentes del Palacio del Elíseo confirmaron a la agencia española EFE la suspensión del viaje, y dijeron que se debe a "razones de contexto general" y a la necesidad de "acondicionar la agenda del presidente de la República".

Las fuentes oficiales francesas indicaron que se trata "solo de un retraso, no de una anulación", y que se están examinando nuevas fechas para llevar a cabo la visita. No obstante, parece difícil que se reprograme para lo que resta de 2015 teniendo en cuenta no sólo la tensión que generó la postura de Cristina sobre el atentado, sino también que restan pocos meses de mandato. A cualquier mandatario le resultaría más cómodo esperar la próxima gestión para organizar la visita.

Más allá de la explicación oficial del Gobierno francés, la cancelación de la visita es un signo indudable del malestar que generó la posición argentina sobre los atentados. Cristina Kirchner se limitó a expresarse a través de un frío comunicado de la Cancillería y ni siquiera emitió una condolencia personal.

Como si fuera poco, el canciller Héctor Timerman estuvo en París el día de la histórica manifestación contra el terrorismo, en la que participaron decenas de líderes mundiales. Pero el funcionario no asistió en representación oficial y lo hizo como un ciudadano más, según informó luego de que se especulara con una orden de Cristina para que no asistiera.

Como sea, la participación del canciller en carácter de “ciudadano” revela que efectivamente Cristina no tuvo ninguna intención de enviar a la más alta representación del país a la manifestación. Si a eso se le suma que ni siquiera le dedicó un tuit de apoyo a su colega Hollande, está más que clara la posición distante del Gobierno.

Para terminar de completar la ridícula postura de la Casa Rosada, la propia Cancillería se encargó de hacer una insólita comparación entre el atentado en París y uno sucedido en Nigeria la misma semana. Los medios oficialistas se encargaron de repetirlo hasta el cansancio y mostraron un súbito interés por reportar lo que sucedía en el país africano, una zona de conflicto. En los días subsiguientes la agenda nigeriana desapareció de esos medios.

El posicionamiento de Cristina resultó aún más increíble teniendo en cuenta que el gobierno de Hollande fue la potencia occidental que más ayudó a la Argentina en las disputas económicas de los últimos tiempos, como explicó LPO.

El presidente galo fue clave para destrabar las negociaciones con el Club de París, interviniendo personalmente ante las potencias que no aceptaban ninguna concesión con Argentina. Su gestión fue clave para que el FMI quede afuera del acuerdo, tal como exigía Cristina. La Presidenta estuvo el año pasado en París y se lo agradeció en una conferencia donde se anunció la visita para 2015.

Además de esa gestión, Francia también jugó fuerte para Argentina en la disputa con los fondos buitres (se presentó como amicus curiae ante la Corte de EEUU), siendo uno de los principales respaldos que consiguió Cristina en esa batalla.

Hubo otros dos gestos que revelan la buena sintonía que primaba entre ambos gobiernos. El Banco de Francia fue una de las entidades a las que recurrió Juan Carlos Fábrega para evitar que el default desembocara en una corrida cambiaria. También Ricardo Echegaray aprovechó el vínculo para conseguir información sobre las cuentas argentinas no declaradas en Suiza, datos que consiguió gracias a un ejecutivo “arrepentido” del HSBC, que se refugió en Francia tras robar la base de la entidad. La AFIP disfrazó esa gestión como un convenio de intercambio con el gobierno galo.