El Gobierno intentó tapar el estruendoso silencio de Cristina Kirchner ante la masacre de París que los líderes del mundo repudiaron en la marcha más multitudinaria de las últimas décadas con una insólita competencia de atentados terroristas.

A través de la Cancillería que encabeza Héctor Timerman, el kirchnerismo emitió un comunicado en el que repudia el nuevo ataque terrorista cometido en la ciudad de Maiduguri, al noreste de Nigeria, que dejó como saldo 19 muertos y numerosos heridos, en una zona donde actúa la insurgencia del grupo fundamentalista Boko Haram.

El Gobierno se puso en un lugar de rector moral de la humanidad que se congregó en País para repudiar el ataque a la revista Charlie Hebdo, y en ese sentido Timerman advirtió que "Mientras el mundo sigue conmovido por los tres atentados terroristas ocurridos en París, 19 personas caen víctimas del terrorismo en la República de Nigeria”, acaso diferenciando entre atentados tercermundistas contra primermundistas como si se tratase de otra de las tantas “batallas” que el kirchnerismo emprende a diario.

“La Argentina condena este nuevo atentado con el mismo vigor y con las mismas convicciones que condena todos y cada uno de las criminales acciones del terrorismo internacional y honra sin diferencia alguna la condición humana de todas las víctimas", puntualizó el comunicado, sugiriendo que el resto de los países de Occidente no lo hace de esa forma.

La Cancillería hizo llegar "al gobierno y al pueblo nigeriano su más absoluta solidaridad frente al nuevo ataque artero sufrido” y reiteró "su inalterable compromiso de enfrentar el terrorismo fortaleciendo los mecanismos de cooperación internacional, cumpliendo con las resoluciones de la Asamblea General de las Naciones Unidas y respetando los derechos humanos como valores esenciales de toda sociedad democrática".

Días atrás, el kirchnerismo duro, encarnado en sus defensores más radicalizados, sugirió que la masacre de París fue un “autoatentado” que está siendo utilizado por la “corporación del periodismo”.