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Macri presiona al límite a Larreta para que no le dé la boleta única a Lousteau: "Sería ir contra los vecinos"

Luego de enviarle mensajes a través de Bullrich y Ritondo, este domingo fue el propio Macri el que rechazó esa posibilidad, que complica a su primo Jorge.

Mauricio Macri perdió la paciencia. Este domingo decidió mojarse y le pidió públicamente a Rodríguez Larreta que no desdoble los comicios porteños ni le de la boleta única a Martín Lousteau. Se trata de un pedido del radical para evitar que en una noleta unificada Jorge Macri los aplaste con el arrastre combinado d elas candidaturas presidenciales de Larreta y Patricia Bullrich.

"No creo que Horacio haga eso, sería ir en contra de los vecinos. Es más gasto del Estado, más tiempo de votación, más filas. Sería ir en contra de todo lo que estuvimos trabajando estos años", dijo Macri  en declaraciones a Radio Rivadavia.

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Como reveló en exclusiva LPO,  Lousteau y Yacobitti presionan a Larreta para que las elecciones porteñas sean en la misma fecha que las nacionales pero con un sistema de votación diferenciado. Para las candidaturas nacionales se votaría con boleta sábana tradicional, mientras que para las candidaturas locales se usaría la Boleta Única Papel o electrónica, en un proceso independiente. En principio esto implica dos colas, dos padrones y hasta dos cuartos oscuros, según explicaron a LPO funcionarios electorales

La irrupción de Macri no es casual. LPO reveló la semana pasada que Larreta luego de varias idas y vueltas volvió a inclinarse seriamente por avanzar con la propuesta de Yacobitti y Lousteau, para evitar una ruptura con ese sector del radicalismo que respalda sus aspiraciones presidenciales.

La decisión de Larreta de analizar seriamente implementar elecciones concurrentes en la Ciudad, lo pone en crisis total con Macri, que en la negociación previa a declinar su candidatura exigió que la Ciudad quede para su primo Jorge.

El problema es que esto lo pone en crisis total con Macri, que como reveló este medio, en la negociación previa a declinar su candidatura que tuvo con Larreta, le pidió quedarse con la Ciudad para su primo Jorge. Luego de ese encuentro Larreta accedió que el PRO vaya con un sólo candidato a jefe de Gobierno, pero algo pasó en el medio y ahora el jefe de Gobierno demora la declinación de Fernán Quiros al mismo tiempo que evalúa seriamente acceder al pedido de los radicales. Por una modificación a las leyes electorales porteñas de hace dos años, Larreta tiene la potestad exclusiva de cambiar el sistema de votación mediante un decreto.

Macri primero le envió mensajes a Larreta a través de Patricia Bullrich, María Eugenia Vidal y Cristian Ritondo. Todos rechazaron la elección concurrente. Al mismo tiempo, Jorge Macri avanzó en la creación de un subloque en la Legislatura porteña con López Murphy y Bullrich. 

Del otro lado, un legislador de Lilita Carrio volvió a instalar públicamente que Jorge Macri, todavía intendente de Vicente López, no cumpliría las condiciones de residencia. para competir en la Ciudad. Una estrategia de impugnación que alienta el sector de Lousteau. Fue el punto máximo de la tensión entre el primo de Macri y Larreta, que tuvo que salir a aclarar que su ministro de Gobierno está habilitado.

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Además, Bullrich anticipó que no le dará su boleta a Lousteau y, en varias entrevistas, Macri fue muy crítico del economista, con quien tiene una pésima relación desde que abandonó la embajada de EEUU en 2017 para competir en la Ciudad.

Se suponía que el acuerdo de 2019 que integró a la UCR porteña a Juntos, preveía una competencia en igualdad de condiciones por la sucesión porteña. La boleta corta implica una clara ventaja para los postulantes que no cuenten con un candidato presidencial.

Con esta propuesta, los radicales buscaban evitar que Macri y Larreta acordaran la estrategia del PRO antes de cerrar el acuerdo global con el radicalismo, porque eso podría implicar que el radicalismo se quedara sin nada. Esos temores se confirmaron. "El que ganó fue Macri. Horacio le entregó la Ciudad y tal vez que quede sin la Presidencia", analizaron, todavía con bronca, en el radicalismo.