Midiendo a Massa

El ministro de Economía asegura que no participará de las elecciones pero las encuestas indican que es el único candidato del oficialismo con chances.

Sergio Massa lo negó en público y en privado más de una vez. Pero los encuestadores ven su postulación a Presidente por el oficialismo como el escenario más factible y, al día de hoy, el más valioso para medir.

Es que tras un año de indefinición e incertidumbre, las consultoras políticas comienzan a arriesgarse en los escenarios que eligen medir: tanto Mauricio Macri como Cristina Kirchner dan señales cada vez más claras de que no jugarán en la carrera por la Presidencia y las encuestas ya preguntan quién sería el candidato más votado cuando los dos expresidentes son excluídos de las opciones a elegir.

Ante el número de encuestas que llegaron a LPO preguntando quién sería el candidato más votado en una PASO sin Cristina ni Macri, comenzamos a promediar este escenario para el Observatorio de Encuestas.

El resultado es interesante: si bien Massa domina la competencia dentro del Frente para Todos, la diferencia con Alberto Fernández en el promedio de las encuestas es menos abultada de lo que se pensaría a priori -casi 14% contra el 10%-, teniendo en cuenta los pésimos niveles de aprobación de la gestión nacional y de imagen del Presidente.

De todos modos, esos números ya posicionan a Massa como la gran esperanza del FdT de cara a la elección y los trabajos realizados por las consultoras en enero y en febrero intentan explicar ese fenómeno.

La encuestadora Zubán Córdoba lo explica con claridad en su trabajo del mes pasado: "Un 45% [de los encuestados] afirma tener algún nivel de confianza en que Sergio Massa logre bajar la inflación. En esas precarias (pero existentes) expectativas está la clave para el oficialismo. Si esa esperanza logra encontrarse con la realidad es de esperar que la competitividad del oficialismo muestre mejoras a partir de marzo/abril."

Las consultoras parecen captar la sensación en el electorado de que el ministro logró traer calma y algo de expectativas positivas luego de meses de caos en el área económica. En su encuesta del 19 de enero, Aresco muestra una marcada caída en la imagen negativa de Massa, que solía representar su gran freno en el plano electoral: de un pico de 45% de imagen "muy mala" poco antes de convertirse en ministro de Economía, retrocedió a un piso del 35% el pasado noviembre, y hoy está estabilizada en alrededor del 37%.

Massa es además el precandidato del FdT con mejores números en potencialidad de voto: tiene el piso -la suma de los que seguramente lo votarían y los que posiblemente lo votarían- más alto, con el 33%, y un 55% de techo, aquellos que nunca lo votarían. Dentro del kirchnerismo, lo sigue Cristina con un techo considerablemente más bajo del 60,4% y luego el resto -incluyendo a Alberto y Axel Kicillof- con números aún peores.

La diferencia con los otros posibles candidatos del oficialismo es incluso más marcada en las mediciones de imagen. El ministro de Economía es el único con una imagen "muy mala" por debajo del 50%. Mientras Massa alcanza un promedio del 41,6%, Alberto tiene un 51,8%, Kicillof, 52,4%; Máximo, un 56,3% y Cristina alcanza el pico con 58%.

Pero ese 40% de imagen negativa sigue siendo un problema para cualquier aspiración electoral de Massa. Todos los candidatos de la oposición tienen un porcentaje de imagen negativa muy por debajo de ese número. Sus tres candidatos más probables en una elección presidencial, Horacio Rodríguez Larreta, Patricia Bullrich y Javier Milei, ocupan el podio de las mejores imágenes. Incluso Macri, con una gestión a cuestas, tiene menos imagen "muy mala", con el 36,7%.

Así como la salida de Cristina permite medir con más claridad los números de Massa, el posible paso al costado de Macri despeja la medición de la feroz interna que sigue sucediendo en Juntos por el Cambio.

Los promedios del Observatorio de LPO en este escenario sin Macri muestran un virtual empate entre Horacio Rodríguez Larreta y Patricia Bullrich, con ambos candidatos rondando los 14 puntos y medio.

Pero el dato saliente es cuando se comparan estos números con la medición cuando incluye a Macri: en ese escenario, Larreta cae apenas dos puntos, pero Bullrich cae más del 4%. Es decir: Macri roba más votos a su protegida -con quien comparte un perfil de halcón de cara al kirchnerismo- que al jefe de gobierno porteño, con quien sigue teniendo encontronazos por su voluntad de compartir poder con el radicalismo e incluso negociar con el peronismo si eventualmente llegara al sillón de Rivadavia.