Seguridad

Perotti a Aníbal: "sigue sin entender la realidad de Rosario"

El gobernador salió a responderle a Aníbal Fernández quien había asegurado que hay casi 3.700 efectivos federales en Santa Fe.

 La crisis de seguridad que atraviesa la ciudad de Rosario y que en las últimas horas le costó el cargo al ministro Rubén Rimoldi, sumó un nuevo capítulo con un cruce entre Perotti y Aníbal Fernández luego que el gobernador le reclamase a nación un mayor compromiso para combatir a las bandas narco.

 "Asombran las expresiones del Gobernador Omar Perotti que echó al ministro de Seguridad de Santa Fe y reclama "ayuda urgente del gobierno nacional", escribió Fernández en su cuenta de Twitter y aseguró que "el gobierno Nacional no ha dejado de invertir fondos nacionales para ayudar a resolver el problema de la ciudad de Rosario que lleva 20 años" y adjuntó un informe que afirma que en Santa Fe están destinados 3.693 efectivos de distintas fuerzas federales.

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Además, el ministro de Seguridad informó que a diciembre del año pasado se realizaron 2.010 procedimientos con 2077 detenciones llegando a incautar 1.697 kilos de cocaína, 7780 pastillas de drogas sintéticas y 84 kilos de marihuana.

Sin embargo, el informe de Fernández contrasta con el número de homicidios que viene registrando la ciudad. El año pasado, Rosario contabilizó más de 280 asesinatos, el número más alto de la historia criminal del lugar y los capos narco que operan desde las cárceles siguen teniendo a la población en vilo.

 El ministro sigue sin entender la realidad de Rosario y la particularidad de nuestra provincia. Si ésta es toda la ayuda que Nación puede dar, hay que decirle que no alcanza

En consecuencia, Perotti salió a responderle "El ministro sigue sin entender la realidad de Rosario y la particularidad de nuestra provincia. Si ésta es toda la ayuda que Nación puede dar, hay que decirle que no alcanza", dijo el mandatario provincial.

"La magnitud del problema que hay que enfrentar amerita fuerte y total prioridad de la Nación. La Argentina no puede permitir que estas cosas pasen en su territorio. No hay ciudad ni provincia que por sí sola pueda enfrentar tamaño delito federal", agregó Perotti.

Es que según el ministro Fernández, los temas relacionados al patrullaje y control del territorio es tarea de la fuerzas locales; "no es el trabajo del policía, que lo tiene que hacer la provincia", dijo Aníbal y destacó el trabajo en investigaciones complejas contra el narcotráfico.

Es que precisamente ese es el mayor problema que enfrenta Rosario que tiene que enfrentar a las bandas, que están integradas en su mayoría por jóvenes marginales muy violentos, que acceden fácilmente a las armas, con una policía que está infiltrada por las mafias.

 ¿Acaso es posible que en una esquina de Rosario se secuestre a un joven, se lo traslade hasta la cancha de Newell's, se le pegue tres tiros y se lo deje tirado en la calle con un cartel con un mensaje mafioso sin alguna participación policial? 

¿Acaso es posible que en una esquina de Rosario se secuestre a un joven, se lo traslade hasta la cancha de Newell's, se le pegue tres tiros y se lo deje tirado en la calle con un cartel con un mensaje mafioso sin alguna participación policial? o que un desconocido pase por un distrito municipal, donde debía funcionar un destacamento policial, dispare, se fugue sin que nadie lo persiga? son preguntas que se hacen funcionarios de distintos niveles en la ciudad. 

 [Cuestionan la inacción de Prefectura en la balacera a los Tribunales Federales de Rosario]

Este jueves, alrededor de las 16.30, cuando acababa de finalizar el horario bancario, un sicario pasó corriendo y disparó tres tiros contra el frente de una sucursal del Banco de Santa Fe en la zona sur. Una hora y media antes, el atentado podría haber tenido consecuencias catastróficas por la cantidad de vecinos que circulan por la zona. Al igual que en otras balaceras, dejaron un cartel con un mensaje cuyo contenido, esta vez no trascendió a los medios.

En consecuencia, la duda que queda flotando es si acaso este tipo de balaceras a comisarias, edificios públicos, restaurantes, canales de TV o a los mismos tribunales federales, se pueden realizar con absoluta impunidad sin siquiera ser perseguido por efectivos policiales. ¿Cuántos policías se enfrentaron a sicarios en una ciudad que está en medio de una guerra entre narcotraficantes?, se suman las preguntas.