Sánchez pacta con los ex ETA derogar la reforma laboral y desata una crisis de gabinete
La exigencia de los ex ETA del partido vasco Bildu al Gobierno de Pedro Sánchez de derogar íntegramente la reforma laboral de Mariano Rajoy hubiera supuesto un "vacío legislativo sin precedentes" en plena pandemia.
La formación abertzale exigía de manera urgente, antes de que finalizase el estado de alarma, terminar con la reforma laboral elaborada en 2012 por el PP y que, según la Comisión Europea, "apoyó una sólida recuperación de empleo" durante la fase de recuperación.
El presidente español logró prorrogar del estado de alarma por la pandemia e hizo trascender que lo hubiera hecho aún sin el apoyo de Bildu, que pedía derogar la reforma. Sin embargo, los cinco votos de Bildu en la votación lo dejaron expuesto y ahora tiene problemas en su propia coalición de gobierno para explicar ese acuerdo.
En el equipo de la vicepresidenta económica sigue perplejos con el acuerdo y, de hecho, fue la propia Nadia Calviño, vicepresidenta económica quien lo frenó a última hora tras tener conocimiento. Calviño teme que tras airearse todas las informaciones en prensa, nuestro país pierda inversores, tanto externos como internos, y el crédito se resienta.
La titular económica es, al fin y al cabo, una de las autoridades españoles que tendrá que dar la cara en Bruselas cuando España solicite algún tipo de ayuda que nos permita salir de la crisis económica provocada por la Covid-19. Las fuentes consultadas insisten en que las múltiples rectificaciones del Gobierno y la doble comunicación lanzada a los medios "no ayudan para nada" a la hora de hacer nuestro país atractivo ante los inversores. El Fondo Monetario Internacional (FMI) advirtió en febrero que "el crecimiento del empleo fue sustancialmente más elevado tras la reforma laboral de 2012 que el crecimiento estimado si la reforma no hubiera sido implementada".
Nadia Calviño
Sindicatos y patronal se echaron este jueves las manos a la cabeza tras enterarse por la prensa de las intenciones del Gobierno de coalición. De hecho y según las fuentes consultadas, el presidente tuvo que telefonear este jueves a Antonio Garamendi, presidente de la CEOE, para salvar las relaciones. Sin embargo, la patronal comunicó que abandonaba la mesa de diálogo social y no asistió a la reunión, concertada días antes, con la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz.
La Comisión Europea ya advirtió a Sánchez
La Comisión Europea también advirtió este año a Sánchez que evaluará "con cuidado" el impacto potencial que tendría cualquier modificación de la reforma laboral llevada a cabo por el PP y a "preservar" los aspectos más positivos de la misma, que "apoyó una sólida creación de empleo" durante la fase de recuperación. Bruselas no solo pide a España que no se derogue sino que se profundice en ella para reducir la temporalidad en el mercado laboral.
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En su informe anual sobre la economía española, la Comisión ya expresó en febrero muchas dudas sobre la intención del PSOE y Unidas Podemos de derogar los aspectos "más lesivos" de la medida. "Será importante que cualquier nueva medida solo se adopte tras una detenida evaluación de sus efectos potenciales y que se preserven los logros de las reformas anteriores", resalta el documento. La portavoz del PP en la Eurocámara, Dolors Montserrat, presentó este jueves una interpelación a la Comisión Europea en la que sostiene que "eliminar la reforma laboral provocaría un gran aumento del desempleo en España y que la economía se colapsara, pudiendo llegar a la quiebra".
"En el momento en el que nos encontramos, con un duro golpe a la economía y al empleo provocado por la pandemia del coronavirus, no podemos prescindir de una herramienta que tanto ha ayudado a millones de familias españolas y que, actualmente, permite que millones de empleos se acojan a los ERTE y eviten ser despedidos", señala la popular en un comunicado.