Provincia

Intendentes k desafían a Vidal y no firman el pacto fiscal

Ferraresi, Secco y Durañona dicen que contratarán más municipales. Festa aceptó el acuerdo.

 María Eugenia Vidal ideó un pacto fiscal para controlar las cuentas de los intendentes del Conurbano. La idea es darles asistencia financiera a los municipios, a cambio de que achiquen sus plantas de empleados y acepten un esquema propuesto por la Provincia para reducir el gasto.

En este marco, varios intendentes aún no adhirieron -en la Provincia esperan que "terminen firmando"- pero hay tres que confirmaron a LPO que no lo harán: los kirchneristas Jorge Ferraresi (Avellaneda), Mario Secco (Ensenada) y Paco Durañona (Areco). 

Una actitud contraria a la que tomó el camporista Walter Festa, quien acorralado por el rojo de Moreno y sin poder pagarles el sueldo a los municipales, fue uno de los primeros intendentes en ir a firmar el pacto con Vidal.

Desde Avellaneda confirmaron a LPO que Ferraresi no sólo se negará a firmar el pacto sino que anunciará este jueves en un acto público que incorporará a 800 nuevos trabajadores municipales y les fijará un aumento salarial del 30% para 2018, un número superior a la inflación que prevé el Gobierno. 

Junto a dirigentes gremiales, Ferraresi también anunciará mañana el pase a planta permanente de todo el personal transitorio y mensualizado previsto para fin del próximo año. 

La misma actitud que Ferraresi tomó su par Mario Secco, quien atraviesa una conflictiva relación con Vidal en medio de su situación procesal. "El intendente va a dar un aumento a los trabajadores municipales, reencasillamiento y pase a planta permanente y seguir contratando más trabajadores", dijeron desde el municipio a LPO.

Desde Antonio de Areco, Paco Durañona dijo a este medio que su municipio "cumple con todas las previsiones del Pacto Fiscal, bastante antes de que existiera", por lo que no encuentra motivos para tener que firmarlo. 

"No tenemos necesidad, ya que la discriminación a la que nos someten no se va a modificar y porque nosotros mantenemos firme nuestra política de desendeudamiento, no pensamos endeudarnos ni necesitamos auxilio financiero", detalló.

El ministro Hernán Lacunza

Este martes, el ministro de Economía bonaerense estuvo en la Legislatura junto a diputados y senadores para explicar los detalles que implica la adhesión al pacto fiscal con el Gobierno.

En la Provincia hablan de que 31 de los 135 municipios atraviesan una situación muy complicada, ya que requieren asistencia financiera para pagar salarios en el cierre del año. Entre ellos, los más complicados son Mar del Plata, que gobierna Carlos Arroyo, y Bahía Blanca, a cargo de Héctor Gay. 

Ambos son aliados de Cambiemos, por lo que la administración de Vidal espera que terminen adhiriendo, pese a la relación complicada con Arroyo. El tercero es Festa, quien se apuró a firmar. "Queremos dar gestos a la Provincia para que nos de fondos, que sepan que venimos haciendo los deberes", dijeron desde su entorno.

El acuerdo es una suerte de premios y castigos en donde los jefes comunales se comprometen en tres puntos básicos: que la planta de personal no crezca más de la población; que la deuda del municipio no supere el 8% de los gastos corrientes; y que se controlen los gastos corrientes en el último semestre de cada mandato.

La represalia para el que no lo firme es que no contará con la ayuda de la provincia, tanto desde el punto de vista de fondos como de autorizaciones para endeudarse. No sumarse al pedido de la gobernadora significará para esta, y para todas las intendencias, la inhabilitación para recibir asistencia financiera de la provincia o la Nación vía adelantos de la coparticipación provincial ni Aportes del Tesoro Nacional (ATN).