ONU

Macri evitó sumarse a la condena contra Trump por elegir a Jerusalén como capital de Israel

Argentina se abstuvo en la ONU, donde Europa y la mayoría del planeta repudiaron la decisión de EEUU.

Mauricio Macri hizo pesar su alianza con Benjamin Netanyahu y no se sumó a la condena internacional que se votó en la ONU contra la decisión de Donald Trump de declarar a Jerusalén como capital de Israel.

Desde 1967 Israel anexó la ciudad y la proclamó su capital, sin embargo, la comunidad internacional considera a Jerusalén territorio en disputa, y prácticamente todas las naciones tienen sus embajadas en Tel Aviv. Sin embargo, dos semanas atrás Trump realizó una movida sin precedentes que podría poner en riesgo la estabilidad de la región.

El voto de la ONU se celebró en una sesión especial de emergencia convocada por Yemen y Turquía para protestar al veto del pasado lunes de Estados Unidos a una resolución del Consejo de Seguridad, propuesta por Egipto, para denegar cualquier intento de cambiar la situación histórica de Jerusalén y que hacía un llamamiento a todos los países a que se abstengan de establecer embajadas en la ciudad santa.

Las potencias de Europa y la inmensa mayoría de los países votaron a favor de la condena contra la decisión de Trump. En total, juntaron 128 votos contra sólo 9 negativos, entre los que se encontraban lógicamente los de Estados Unidos e Irsael.

Argentina se abstuvo junto a otros 34 países, como Canadá, Australia y varias federaciones de África. Paraguay, Colombia y México fueron otros países latinoamericanos que votaron como Argentina.

Miroslav Lajčák, presidente de la 72º Asamblea de la ONU 

El voto del Gobierno de Macri no responde tanto a un guiño a Trump sino al premier israelí, con el que el presidente argentino trazó una alianza estratégica aún años antes de asumir la presidencia. Netanyahu, uno de los aliados principales de Trump, visitó la Rosada en septiembre de este año y elogió el "liderazgo" y la "apertura económica" de Macri.

El primer ministro de Israel cuestionó la votación de las Naciones Unidas: "Jerusalén es la capital de Israel, lo reconozca o no la ONU", aseguró y enfatizó que "el Estado de Israel rechaza rotundamente la votación".

"Hicieron falta 70 años para que los Estados Unidos lo reconozcan oficialmente y harán falta muchos años todavía para que la ONU haga lo propio", indicó Netanyahu, quien se refirió a la ONU como una "casa de las mentiras".