España

Masiva movilización en Barcelona por el arresto de 14 funcionarios catalanes

Fue un día caliente en la capital catalana. Detenciones, allanamientos y protestas.

Poco después de las 8 de la mañana de España los chats y las redes sociales convocaban a una concentración en distintos puntos de Barcelona para "detener a la Guardia Civil" que había salido detenido a 14 funcionarios del gobierno catalán y confiscado unas 9 millones de boletas preparadas para la consulta popular.

Con el correr de las horas, miles de independentistas salieron a las calles de la capital catalana a protestar. Algunas de las principales arterias fueron cortadas por los manifestantes. Y decenas de patrulleros de los Mossos de Esquadra y vehículos antidisturbios se desplegaron para controlar a la multitud indignada que gritaba consignas contra "el estado español" y proclamaba: ¡Queremos votar!".

Fueron reacciones espontáneas que dan cuenta de la más grave crisis de Estado de la democracia española. Los medios españoles hablan de una movilización de más de 40.000 personas.

Temprano, un tuit del presidente de la Asamblea Nacional Catalana, Jordi Sánchez, avisaba que ese día iba a ser distinto: "Ha llegado el momento. Resistimos pacíficamente. Salimos a defender desde la no-violencia nuestras instituciones".

Una hora más tarde cientos de personas rodearon dos vehículos de la Guardia Civil que había en la puerta del Departamento de Economía, en la Rambla Catalunya. Los vehículos terminaron con las ruedas reventadas, empapelados de carteles y con un grupo de manifestantes encima de su techo.

Las manifestaciones se concentraron en cuatro Departamentos de la Generalitat en Barcelona: Economía, Gobernación, Exteriores y Trabajo. Pero la más numerosa fue en Economía. Allí, miles de personas bloquearon el paso en La Rambla Catalunya, Gran Vía y la calle Diputació.

Los manifestantes fueron relevándose durante el día hasta que por la tarde, con la salida del trabajo, aumentó su número. Unos jóvenes agitaban un colchón ante la sede de Economía en Rambla Catalunya: "Nos quedaremos a dormir", gritaban. A última hora de la tarde se formaron manifestaciones multitudinarias en docenas de ciudades catalanas.

Junqueras y Puigdemont, los líderes de la Generalitat.

El momento de mayor tensión ocurrió en la sede del Departamento de Asuntos Exteriores cuando un patrullero de la Guardia Civil se llevaba detenido a Xavi Puig, responsable del Área de Tecnologías de la Información del Departamento de Exteriores. Allí, un grupo de 30 personas ha zarandeado el vehículo de los agentes y le ha lanzado botellas. Tras los forcejeos, el coche ha acelerado con una luna rota.

A diez días de la fecha fijada para el referéndum (el 1º de octubre) considerado ilegal por el Gobierno central y la Justicia. El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy ya le había intervenido al gobierno catalán la financiación automática para evitar el desvío de dinero para la consulta, y su vice, Soraya Sáenz de Santamaría, había avisado que impedirían por todos los medios la instalación de urnas y el reparto de las boletas. Esa amenaza empezó a concretarse hoy.

El presidente de Cataluña, Carles Puigdemont, denunció en un mensaje, tras los arrestos que "el estado ha suspendido de facto la autonomía de Cataluña. Lo que está viviendo Cataluña no lo vive ningún estado de la Unión Europea. Hasta el 1° de octubre necesitaremos una actitud de firmeza y serenidad al mismo tiempo. Pero ese día saldremos de casa, llevaremos una papeleta y la usaremos", desafió.

En medio de la tensión, Rajoy salió a defender la acción policial. "Se hace para garantizar que se cumple la ley. Mientras ustedes sigan empecinándose en sus errores, mientras sigan se salten la ley y quieran pasar por encima de todos, peor para todos", afirmó ante el Congreso. "Estaban avisados, el referéndum no se puede celebrar", agregó.