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Tras el paro nacional, el Gobierno ahora juega a dividir a la CGT

Durante el día hubo diálogos de Triaca con sindicalistas. Habrá convocatoria por sector. Macri estuvo furioso.

El gobierno de Mauricio Macri ya definió la estrategia para el día después del primer paro nacional de la CGT durante su gestión. Todavía molestos, en la Casa Rosada decidieron un cambio en la relación con los gremios, a los que ahora apuestan a dividir.

Fuentes del Poder Ejecutivo admitieron ante la consulta de LPO el alto acatamiento que tuvo la huelga general, y detallaron que el impacto fue mayor en los centros urbanos por la falta de transporte público, lo que impidió que mucha gente pudiera asistir a sus lugares de trabajo. Al mismo tiempo, indicaron que hubo sectores en que el acatamiento fue menor, pero en el Ministerio de Trabajo dijeron que evitarán entrar en ese tipo de discusión con la CGT.

Uno de los más molestos con la medida fue el propio Macri, que estuvo furioso durante varios días, como demostró el lunes pasado cuando dijo que hay mafias en los gremios. Con el paso de las horas, el Presidente fue asimilando la cuestión y llegó a hoy mucho más tranquilo. En su discurso en el Mini Davos, evitó atacar nuevamente a los sindicalistas y apenas les dedicó una ironía.

Acaso el dato más importante de la jornada fue que durante la mañana, en pleno paro nacional, hubo llamados de varios dirigentes cegetistas al ministro Jorge Triaca para tratar de descomprimir la situación y establecer un diálogo hacia adelante. La sensación en la cartera laboral es que en la CGT no hay intenciones de realizar más paros.

Según supo este medio, el funcionario habría dejado ver la bronca del gobierno con el paro y les hizo saber que la relación quedó dañada, que no será igual al año pasado. Además, les reprochó que hicieron un paro contra Macri y no contra las empresas donde hay despidos, suspensiones o no se pagó el bono de fin de año. En una entrevista, esta mañana, Triaca ya había admitido su fastidio por esa situación.

Esa bronca es la que lleva ahora al Gobierno a decidir un cambio de estrategia hacia la CGT. El año pasado, la Rosada favoreció la unificación de la central y después tuvo resultados positivos en varias negociaciones como ganancias y obras sociales. En tanto, los puntos más conflictivos, como la ley antidespidos vetada por Macri, pasaron sin ninguna medida de fuerza importante.

Pero tras el paro en el Gobierno creen que la estrategia de negociar en conjunto con la CGT ya no sirve, porque consideran que el paro tienen finalidades políticas al haber menos conflictos que el año pasado -según evalúan en la Rosada-.

Por lo tanto, la estrategia ahora será convocarlos por sector y en principio no habrá más mesas de diálogos con toda la CGT, aunque todo dependerá del clima social, económico y político. Con las convocatorias sectoriales, la Rosada buscará aislar a los dirigentes más combativos y acelerar los acuerdos con los más dialoguistas.

En ese marco de bronca oficial es como se entiende la publicación este jueves de una resolución en la que Trabajo exige a los sindicatos el voto electrónico, cupo femenino en las listas y prohibición de candidatos con antecedentes penales. Al no ser algo nuevo en la legislación, es evidente que se trató más de una advertencia que de un intento verdadero de democratización.