Inflacion

Macri deja que la emisión regrese a niveles del kirchnerismo para empujar la actividad

La emisión de dinero se aceleró a los niveles de 2015 por los dólares tomados por Caputo y convertidos a pesos.

El ministro de Finanzas, Luis "Toto" Caputo no le da respiro al Banco Central: su presidente, Federico Sturzenegger, no había terminado de absorber la emisión de pesos del blanqueo cuando llegaron los dólares del fuerte endeudamiento externo de enero.

Cuando el Tesoro tiene dólares y obligaciones en pesos, cambia las divisas por moneda local con la que afrontar sus compromisos; por ende el Banco Central tiene que emitir esos pesos y luego los retira de la circulación con una de sus dos aspiradoras: las Letras del Banco Central (Lebacs) y, cada vez más, los pases pasivos.

El pasado 25 de enero, cuando Sturzenegger presentó el Informe de Política Monetaria (IPoM) del último trimestre del año señaló que la mitad del dinero que había debido inyectar para cambiarle al Tesoro los dólares recaudados mediante el Blanqueo, ya había retirado la mitad.

Tal vez con un mes más, sin una nueva partida extraordinaria de dólares, el Banco Central hubiera podido sacar el resto del exceso de circulante de la economía. Pero no fue así, en enero el Tesoro tomó 18.593 millones de dólares, y eso se hizo sentir.

Por eso, al mercado lo sorprendió que el Banco Central acelerara en enero su ritmo de expansión monetaria al 35,3%. Y más aún llama la atención que la autoridad monetaria no tomara medidas frente al aumento de los agregados monetarios y el comportamiento mixto en las expectativas de inflación. En enero la base monetaria aumentó en $6.222 millones.

"Desde mi punto de vista, en este momento, el Banco Central debería estar pensando en ir retirando dinero de la calle", dijo a Radio Belgrano el economista Javier Milei, quien explicó que el crecimiento de la expansión del dinero circulante comenzó en diciembre como sucede estacionalmente pero que ahora hay que estar atentos a que "esta emisión de dinero obedezca más a cuestiones política que a cuestiones técnicas". 

Al respecto, el informe monetario mensual del Banco Central advirtió que la aceleración se debió a una serie de factores técnicos: el aumento de los encajes bancarios al 4%, la integración de encajes del trimestre diciembre-febrero; y que los bancos tengan más dinero en efectivo. Descontando estos efectos, el crecimiento de la base se limita al 20% argumentan desde la institución, a la vez que prevén que se repitan en febrero.

No es la única lectura. Desde que en octubre Sturzenegger cedió a la presión del ex ministro Pray Gay y apuró la baja de la tasa de interés, el ritmo de baja de la inflación se ralentizó y por eso el Banco Central reaccionó primero congelando la tasa de interés de referencia en 24,75% -ya lleva 10 semanas clavada en esta cifra- y, segundo, desdoblando cambiándola de la tasa de Lebacs a la tasa de pases a 7 días para reducir la volatilidad de las tasas y conseguir un grado de libertad adicional para la política monetaria.

Así pudo proseguir con la baja de la tasa de Lebacs y sostener la tasa de referencia. En esta transición, Sturzenegger fue exitoso, pero al reiterar con una nueva baja del rendimiento de las Lebacs, el público desarmó tenencias y se pasó a los pases: "Desde la adopción de la tasa de interés del centro de corredor de pases de 7 días como tasa de política monetaria, a partir de 2017, este segmento de operaciones ganó participación entre los instrumentos de esterilización y constituyó el principal factor de absorción monetaria en la segunda quincena de enero", explicó la autoridad monetaria.

Pero este mes el resultado fue expansivo: se compraron menos Lebacs y los pases concertados no alcanzaron a aspirar todos los pesos emitidos por el vencimiento de las Lebacs. A este nuevo excedente, se le sumaron compras de divisas realizadas al sector privado, y esta vez por una magnitud inusitada, también al Tesoro nacional.

'Si el objetivo de inflación es 17% de tope, el Banco Central debería estar haciendo algo. Es probable que la baja de tasas de noviembre haya estado de más', estimó el Hirsch.

LPO habló con el consultor Hernán Hirsch quien consideró que los argumentos del Banco Central son efectivamente así: "Es cierto que hay aceleración de la cantidad de dinero en la calle. Sin embargo, la base monetaria bien medida, es decir depurando los efectos del aumento de la demanda de dinero de los bancos por la consolidación de encajes, está creciendo al 26% y no al cuarenta y tanto como dicen. Esto también se explica por una política monetaria más laxa y un muy incipiente repunte de la actividad".

"Si el objetivo de inflación es 17% de tope, el Banco Central debería estar haciendo algo. Es probable que la baja de tasas de noviembre haya estado de más", estimó el consultor.

No es el único que estima que, en el año electoral, la lucha contra la inflación que encarna Sturzenegger fue relegada por un objetivo de mayor urgencia: el despegue económico.