Renunció uno de los jueces que había dejado libre a ocho comisarios investigados por coimas
El vicepresidente de la Sala 3 del Tribunal de Casación bonaerense, Ricardo Borinsky, comunicó su salida luego de las fuertes críticas de María Eugenia Vidal al fallo que dejó en libertad a ocho comisarios detenidos por la causa de los 36 sobres hallados con dinero el año pasado en la sede de la Departamental de La Plata.
“Es una vergüenza”, había afirmado la Gobernadora al enterarse del fallo. “Se trata de un mensaje desalentador para la sociedad. Que los medios llamen a estos jueces y expliquen por qué lo hicieron”, exigió.
“Es una sala de Casación que tiene antecedentes de liberar (detenidos) durante la feria judicial”, había agregado Vidal poniendo la mira sobre el accionar de ese tribunal.
La Gobernadora había pedido al Procurador, Julio Conte Grand, que avance con un jury a lo integrantes del tribunal ya que, supuestamente, habría adoptado distintos criterios en el juzgamiento de casos similares.
Los jueces habían tenido posturas dividas en el fallo que dispuso la libertad inmediata de los ocho imputados tuvo. Por un lado, Borinsky y Jorge Celesia habían votado a favor. Mientras que su par Carlos Natiello, había votado en contra.
El fallo en cuestión hizo lugar a los hábeas corpus presentados por la defensa y excarcelaron al ex jefe de la Departamental de La Plata, Darío Camerini; su segundo, Roberto Carballo; el ex secretario de la repartición, Walter Skramowskyj; el ex jefe de calle, Ariel Huck; y los comisarios Sebastián Cuenca, Raúl Frare, Sebastián Velázquez y Julio Sáenz.
El otro ex comisario que estaba detenido en la causa, Federico Jurado, fue hallado muerto en la celda que ocupaba en la Unidad Penitenciaria 9.
El fiscal del caso, Marcelo Martini (foto), dijo al conocer el fallo que la liberación "fue una enorme torpeza" y reveló que "ahora se pueden alterar las pruebas", porque además "ellos estaban por quebrarse, iban a empezar a hablar" y aseguró que de esta manera le "quitaron la negociación".
Asimismo, Martini sostuvo que "lo fundamental era lo que se cortó ahora, la posibilidad de arrepentimiento de ellos y de que hablaran", "sobre todo los jefes superiores porque ellos sabían dónde iba la plata".