Los aumentos conseguidos por los policías provinciales oscilan entre el 33 y el 42 por ciento y ponen en jaque a los gobiernos locales porque amenazan con extender el reclamo al resto de los empleados públicos.

Córdoba fue el primer caso en donde se hizo sentir el “efecto cascada”: los gremios docentes y de estatales marcharon para pedir subas en el mínimo similares a las que obtuvieron los agentes de esa provincia.

Hasta antes del acuerdo, el sueldo inicial de un policía de ese distrito estaba en casi $6.000. El documento firmado el miércoles lleva el salario básico a los ocho mil pesos, es decir, un 33% más. Si bien el reclamo inicial era por $13.000 de básico-que después bajaron a $10.000-, lo cierto es que el porcentaje está bien lejos del 20% general que pretendía el jefe de Gabinete Jorge Capitanich para el 2014.

En el caso de La Rioja, que también atravesó por una situación similar, los agentes lograron incrementos salariales de $3.000 repartidos a lo largo de los próximos meses. Para un agente riojano de 25 años de experiencia que cobraba unos $4800 representa un alza del 60% en sus haberes.

En Catamarca los sueldos empiezan en $4.500 y las protestas buscaban llevar el básico a $13.000, como también pretendían los policías cordobeses. Luego de los incidentes registrados entre esa fuerza y la Gendarmería, la gobernadora Corpacci ofertó salarios un 42% más altos que los actuales, de acuerdo al portal Catamarca Actual, que habrían sido rechazados por los agentes.

Si bien la propuesta implica una suba importante del salario de un cabo a $8.160, al parecer la policía la habría rechazado.

El problema es que estos generosos incrementos sirven como precedente para las negociaciones que abrirán los sindicatos de ahora en adelante, sobre todo de las plantas estatales provinciales y de los docentes.

Desde ya que estos porcentajes pueden variar de acuerdo a las escalas y la forma en que los acuerdos se terminen implementando. De ahí que los gobiernos locales deberán buscar la fórmula para mostrar que las cifras no fueron tan altas. De hecho, el gobierno de De la Sota informó a cuánto pasaba el sueldo básico pero no especificó de qué proporción era el incremento.

Economistas consultados por LPO advirtieron que el tema era sumamente delicado para la situación fiscal de los distritos.

Los agentes policiales representan cerca del 11% del total de las plantas estatales en las provincias no es significativa. “No sería un problema si se limita solamente a la seguridad. La preocupación es que se masifique”, comentó a este portal un analista especializado en cuestiones fiscales.

Por ejemplo, las arcas provinciales corren riesgo si el reclamo se extiende al sector docente, que representan la mitad de los empleados públicos.

Por las dudas, el gobernador de La Rioja Beder Herrera salió a atajarse. Este mediodía advirtió que no tiene "un peso por la mitad" para pagar más aumentos de sueldos, al activarse reclamos salariales de empleados estatales que piden acordar un incremento similar al que selló la Policía local en las últimas horas y a los que advirtió que podría iniciarles "un sumario".

"Que salten, que salten, no tengo un peso por la mitad", sentenció el mandatario provincial tras la convocatoria de los gremios estatales provinciales a una marcha el próximo domingo a la plaza 25 de Mayo de la capital riojana, en reclamo de mejoras salariales.

Por otro lado, la situación financiera de las provincias no está en un momento de holgura, porque deben afrontar compromisos de deuda con la Nación, y hasta ahora el gobierno nacional no garantizó que vuelva refinanciar los vencimientos, como sí hizo en otras ocasiones.