Carlos Kunkel ya no es el de antes. No tiene las principales novedades de la Casa Rosada y, por si fuera poco, se atreve a cuestionar públicamente estrategias electorales que no son motivo de debate para Cristina Kirchner, como las colectoras que habilitó en algunos distritos para Nuevo Encuentro, la fuerza de Martín Sabbatella

“Nunca fui kirchnerista, siempre fui peronista", se justificó esta mañana. "No falló la gestión del gobierno, sino la gestión electoral", criticó. Su despegue no es casual: en octubre renovará su banca por cuatro años, o sea, los últimos dos los transitará sin Cristina en la Casa Rosada.

La principal bronca del diputado son los 11 puntos que NE cosechó en Florencio Varela, su distrito, donde la nómina patrocinada por el intendente Julio Pereyra osciló los 30 puntos pero quedó a sólo 5 del Frente Renovador.

"Carroñan votos. Más allá de las buenas intenciones, van con una lista separada, dicen respaldar al gobierno nacional y después, en la práctica, hacen un ataque sistemático en los municipios", cuestionó en declaraciones a Radio Rivadavia.

Cristina Fioramonti, esposa de Kunkel y senadora provincial, ya había tirado la primera piedra ayer. 

“Nuevo Encuentro adhiere al proyecto nacional pero en Florencio Varela viene perdiendo respecto de la propuesta que nosotros le hacemos. Pero los votos que junta no son votos de la oposición, nos saca votos a nosotros y en algunos casos sacan por confusión".

"En Varela era suficiente con nuestra propuesta y nuestro conductor y los legisladores provinciales y nacionales tenemos más que probado que somos el proyecto nacional que conduce Cristina Fernández de Kirchner”, dijo ayer la senadora. 

En las huestes de Sabbatella aseguran que en los distritos que consiguieron una colectora oscilaron los 10 puntos y esos votos no hubieran ido a Insaurralde y a su candidato local.
“Nos habilitan a los candidatos que miden”, resumen.

“Me pregunto qué hubiera pasado con muchos de los que votaron al Frente para la Victoria si no estaba la boleta de Nuevo Encuentro. Es probable que Insaurralde no hubiera ganado”, aseguró dijo el diputado sabbatelista Adrián Grana.

“Es un error político, una expresión muy alta considerar que alguien pueda votar uno u otro espacio por una confusión. En realidad cómo vota tiene que ver muchas veces con ciertos niveles de hartazgo con algunos dirigentes”, disparó Grana, quien comparte con Kunkel la lista de diputados nacionales del Frente para la Victoria.

Nuevo Encuentro llevó lista propia -como colectora de la lista de Insaurralde- en cinco distritos Morón, Ituzaingo, Florencio Varela, San pedro y Lincoln. La mejor elección fue en Morón con 27 puntos, aunque lejos del Frente Renovador que alcanzó los 34 puntos. Allí, en el territorio de Sabbatella, el Frente para la Victoria no llevó lista.

Por pedido de Cristina, Carlos Zannini, su exclusivo arquitecto electoral, habla con Sabbatella sin intermediarios.

Kunkel ya no oculta su molestia por ese lugar que la presidenta le concedió a quienes antes despotricaban día y noche a los intendentes peronistas.

Lo dejó claro en la campaña, cuando, por ejemplo, fue a La Plata a apoyar a Gabriel Bruera aun cuando competía con una colectora de la académica Florencia Saintout, apoyada por La Cámpora.

Tiene su propio escenario para descargarse. Es una de los animadores de la peña bonaerense, como denomina al grupo de diputados nacionales procedentes de la provincia de Buenos Aires.
En las últimas semanas sumó varias reuniones en ciudades del interior como Pergamino y Pehuajó.

La primera fue el martes siguiente a la derrota en la Cámara de Diputados. Tuvo un problema: sus pares de Nuevo Encuentro, fueron también invitados.