El Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS) cambió su postura sobre la designación de César Milani como jefe del Ejército y pidió a la Comisión de Acuerdos del Senado de la Nación que rechace su ascenso a teniente general. La nota del organismo se publicó apenas comenzada la reunión de la comisión, lo que alteró el panorama para el kirchnerismo, que esperaba emitir dictamen sin inconvenientes.

Según informa en su web, el CELS “realizó una ampliación de su presentación del 14 de julio pasado a la Comisión de Acuerdos del Senado, presidida por Marcelo Guinle, en la que cuestionó, con nueva documentación, el pliego de ascenso del General César Milani”.

La organización que preside Horacio Verbitsky publicó la carta que envió a Guinle donde afirma que “consideramos que el ascenso del oficial César Santos Gerardo del Corazón de Jesús Milani debe ser rechazado”.

Allí, aseguran que han podido “reunir información que vincula a Milani con hechos que se investigan en el marco de causas judiciales por crímenes de lesa humanidad. Esta información obraba en expedientes judiciales y en actuaciones administrativas provinciales y nacionales, de las que el Ministerio de Defensa nunca fue informado, por lo cual en tres oportunidades anteriores solicitó el ascenso de Milani a distintos grados como oficial superior”.

Luego reconocen la denuncia por la desaparición del soldado Alberto Ledo y la denuncia de Ramón Olivera. Respecto al primer caso, el CELS reconoce que de acuerdo al expediente por la “deserción” de Ledo, “el oficial instructor fue el entonces Subteniente Milani, cuyo nombre aparece reflejado en la carátula de la actuación administrativa y su firma obra en varias de sus fojas”.

“Conviene recordar que los sumarios de deserción fueron el modo de encubrir la desaparición de soldados durante el terrorismo de Estado (…) son al menos 43 los conscriptos desaparecidos respecto de los que se labró un acta falsa de deserción. Llamativamente, Alberto Ledo no aparece en aquel listado”, añade el texto.

El CELS también se hace eco del testimonio de Ramón Alfredo Olivera ante la Comisión de Derechos Humanos de La Rioja, en el que denuncia que “Milani participó en un ‘allanamiento’ que derivó en la detención de su padre, quien fue torturado en el Batallón de Ingenieros 141 de la mencionada provincia. Por otra parte, señala que Milani estuvo presente y lo ‘hostilizó’ durante un interrogatorio judicial en el que el testigo intentaba infructuosamente denunciar que había sido torturado en su lugar de detención ilegal”.

Además, el organismo sostiene que una copia del acta donde figura ese testimonio estaba en poder de la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación.

Cuarto intermedio

La aparición del escrito del CELS descolocó al bloque oficialista y el debate sobre el nombramiento de Milani pasó para mañana. La decisión se tomó ante el pedido de la oposición para que el jefe del Ejército asista al Senado a dar explicaciones, algo que fue rechazado por el oficialismo.

Ante esto, Marcelo Guinle propuso un cuarto intermedio hasta el martes para estudiar el documento, de cuatro páginas, y mantuvo la postura de no convocar a Milani.

Al comienzo de la reunión de la comisión de Acuerdos, el senador radical Gerardo Morales pidió realizar una nueva reunión del cuerpo para que comparezca Milani y dé explicaciones sobre las denuncias que figuran en el escrito del CELS, aunque dejó en claro que la intención de la oposición es rechazar el pliego.

El jefe del bloque oficialista, Miguel Pichetto, rechazó la presencia de Milani al asegurar que la Comisión de Acuerdos nunca citó a los militares. “Aquí no hay denuncias penales ni elementos concretos que involucren en violaciones de derechos humanos”, aseguró tras realizar una defensa de la política de derechos humanos del kirchnerismo. En cambio, sí accedió a estudiar el nuevo documento del CELS.

Los informes del CELS sobre los ascensos de militares tienen un carácter casi institucional para el Senado, que los requiere ante cada pliego que envía el Poder Ejecutivo. La influencia del organismo quedó de manifiesto durante el debate por la "Reforma Judicial", cuando los legisladores accedieron a cambiar la ley sobre cautelares a pedido de Verbitsky, quien en esa oportunidad se enfrentó al secretario de Justicia, Julián Alvárez.

El giro de Verbitsky

Hasta ayer, Horacio Verbitsky había mantenido un cauteloso silencio respecto a la designación de Milani y sólo se había expresado a través de la presentación del CELS en la que afirmaba no tener denuncias en contra del militar y, por lo tanto, avalaba su designación.

Sin embargo, en su columna del domingo en Página 12 le pidió a Milani que dé un paso al costado. "Mañana, la comisión de acuerdos del Senado tratará el pliego. Antes de eso, si tan preocupado está Milani por el daño que pueda sufrir la presidente, podría servirle de fusible en vez de usarla como paraguas. Si diera un paso al costado favorecería el alegado propósito de defender su trayectoria y su buen nombre", escribió Verbitsky.

“Si diera un paso al costado favorecería el alegado propósito de defender su trayectoria y su buen nombre, lo que no le resultará difícil ante los indolentes sistemas judiciales de La Rioja y Tucumán, pero sin afligir en el empeño al gobierno que hizo de la defensa de los derechos humanos su bandera. No para debilitar sino para fortalecer esa política que distingue a la Argentina y a su gobierno en el mundo”, remató.

Antes de sugerir que Milani podría apartarse de la jefatura del Ejército, Verbitsky desarrolló un extenso análisis sobre las acusaciones contra Milani, de quien dijo que "tiene razón cuando dice que las denuncias en su contra tienen el fin político de perjudicar al gobierno nacional", aunque señaló que "no es tan seguro que todos y cada uno de los hechos que le imputan sean falsos".