Después de la reunión de urgencia que mantuvieron el miércoles Cristina con todo su equipo económico ante la alarmante disparada del “blue”, Guillermo Moreno volvió a tomar la misma decisión que en ocasiones anteriores: levantó el teléfono y pegó un par de gritos a los operadores para que bajen el precio.
El miércoles, luego de los nuevos recargos implementados dos días antes por la Afip para viajar al exterior, la divisa norteamericana había llegado en el mercado paralelo a nada menos que $8,75. Ya el jueves la situación pareció haberse calmado un poco, de la mano de los dólares que llegaron a las cuevas por medio de amigos del gobierno, que algunos estiman puso U$S 10 millones.

El rumor que circuló con mayor fuerza es que el precio llegó a tocar los $8,40, aunque de todas formas hubo tan pocas operaciones que es difícil estimar un precio de referencia.

“No quiero un dólar por encima de los $8,50”, fue la orden que el Secretario de Comercio Interior le impuso a Alfredo Piano, histórico operador del mercado cambiario. Pero hoy el funcionario fue más lejos: volvió a llamar al banquero y le exigió que baje el blue a 6 pesos, una cifra a la que "nadie saldría a vender", según le señaló a LPO un especialista.

En la city porteña dudan de la eficiencia de Moreno para lograr un descenso que se prolongue más allá de Semana Santa, el período por el que pidió que el precio se congelara.

Fuentes del mercado consultadas por LPO coincidieron en remarcar que el reto del Secretario a los operadores sirvió para bajar algunos centavos la presión alcista del blue. Y que la disparada fue consecuencia de una sobrerreacción de los agentes, por lo que al menos en el corto plazo no habría que esperar que la moneda norteamericana se mantenga en niveles tan altos.

“Indudablemente mete presión, sino no hubiese bajado”, contaron desde una banca de inversión.

“Seguramente por unos días el mercado se tranquilice y se mantenga durante la semana que viene”, agregaron las fuentes. “Hay un trasfondo turístico, quizás haya que esperar a que termine el fin de semana largo”, arriesgan.

Desde otra entidad financiera explicaron que en las cuevas “hicieron caso, y no es la primera vez que hacen caso” a los aprietes de Moreno.

De todas formas, recordó experiencias previas en la que el funcionario tomó la misma iniciativa: la divisa bajó algunos centavos pero a los pocos días la presión al alza había recrudecido. “Había llegado a un máximo de $8, lo bajaron a $7,60 y una semana y media después volvió a pegar una disparada”, rememoró esta fuente.

“La verdad es que como objetivo no sirvió”, comentaron. Por otro lado, también hay que tener en cuenta que siempre en los días previos a los fines de semana largos en donde la gente suele hacer turismo, hay una suba en el dólar marginal.

Lo cierto es que en estos momentos las expectativas del público están puestas en que el blue va a seguir en aumento, contra lo cual difícilmente los gritos de Moreno puedan lograr algo.

Otro operador afirmó que la situación se tranquilizará cuando empiecen a llegar los dólares de la cosecha en abril. “Las grandes tesorerías ven que no hay liquidación de divisas y entonces empiezan a convalidar precios más altos”, sostuvieron desde una casa de cambio.

“Si se empieza a ver que la liquidación no llega, entonces ya será otra historia”, adviertieron.