06 de mayo, 2024
Economistas advierten sobre el peligro de desincentivar el ahorro en dólares
Roberto Feletti admitió que el Gobierno quiere que la gente no ahorre en dólares y se vuelque al consumo. Economistas consultados por LPO afirmaron que la desaparición del ahorro pone en peligro la inversión. "El gobierno está tirando trompadas en la oscuridad", opinó Aldo Pignanelli.
"El Gobierno, entre ajustar el consumo o priorizar el ahorro, decidió priorizar el consumo y no ajustarlo. Por eso, se decidió restringir la tasa de ahorro en dólares. Dijimos: \'vuelquen el ahorro en pesos o en consumir\'", reconoció hoy el diputado y ex viceministro de Economía Roberto Feletti, uno de los hombres de consulta de Cristina Kirchner en los temas financieros.
De esa forma, Feletti admitió una estrategia gubernamental que busca desincentivar el ahorro en dólares. Esto genera la desaparición del ahorro, ya que las opciones que están al alcance de los ahorristas para atesorar en pesos resultan negativas a largo plazo, si se las compara con la inflación. A esto se suma la imposibilidad de adquirir propiedades, que desde la aplicación del cepo cambiario se ha derrumbado.
Con todo esto, la opción más cercana de los ahorristas es volcarse a los plazos fijos. Sin embargo, actualmente las tasas de interés están en torno al 14% o 15%, unos diez puntos por debajo de la inflación real estimada por los economistas. Incluso, está bastante por debajo de la inflación que de alguna manera admite el gobierno cuando otorga aumentos superiores al 20% para los empleados estatales.
¿Qué sucede entonces? Inevitablemente el consumo crece a gran ritmo porque la gente elige cambiar el auto, comprar electrodomésticos o irse de vacaciones. No es casual que los índices en esos ámbitos sean los más positivos de los últimos meses.
“Trompadas en la oscuridad”
Para Aldo Pignanelli, ex presidente del Banco Central, “cuando la tasa de devaluación del dólar supera la tasa de interés que brindan los plazos fijos, la situación se desmadra. En estos momentos, el plazo fijo da una tasa de 14%, mientras el gobierno habla de devaluar el dólar un 20% y la inflación es de 25%. Entonces, todos salen a comprar dólares al precio que sea”.
Según el economista, aunque el gobierno no quiera, “el dólar es la referencia” para los ahorristas y con este tipo de estrategia como la reconocida por Feletti lo que sucede es que “el ahorro desaparece”.
Feletti intentó justificar su posición afirmando que “han subido los depósitos en pesos a 60.000 millones en un año”. Para Pignanelli, en cambio, “los plazos fijos crecen por la fuerte presión monetaria”. Además, dijo que hay que tener en cuenta que muchas empresas privadas “no tienen otro camino” que apostar a esa herramienta, por lo que “el mayor número de plazos fijos pertenece a entidades privadas”.
Para Pignanelli, lo que puede suceder a futuro con este tipo de medidas más las complejidades que afrontan las empresas extranjeras que operan en el país es que “se descapitaliza el país. Es decir, desaparece la inversión”.
Según su visión, el intento de frenar la fuga de capitales -objetivo original del cepo cambiario-con este tipo de acciones “es intentar tapar el sol con una mano”. “El gobierno está tirando trompadas en la oscuridad”, resumió.
“Inconsistencias del modelo”
En el mismo sentido, el economista Rogelio Frigerio opinó que “hoy en día las tasas de intereses reales para ahorrar son negativas”. “Pero los depósitos siguen creciendo, aún cuando la gente sabe que está perdiendo plata. Esto sucede cuando hay un exceso de circulación monetaria”, explicó.
El legislador porteño del PRO atribuye la escalada del dólar y la idea oficial de impulsar el consumo a que “están aflorando las inconsistencias del modelo” y a una ideología “populista” del gobierno. En su visión, actualmente se observa que “el consumo es menor, la inflación crece, hay más presión impositiva y menos creación del empleo”. “Se acaban los caramelos para repartir”, completó.
Sobre la estrategia de desincentivar el atesoramiento en dólares, Frigerio indicó que “la extensión en el tiempo del consumo y la falta de ahorro, deriva en la caída de la inversión”. “La inflación condiciona las posibilidades de ahorrar. Y el ahorro es una condición clave para la inversión”, analizó.
En la opinión del economista del PRO, el gobierno también es responsable de que los consumidores se vuelquen masivamente a comprar dólares en el mercado paralelo. “Con sus políticas, este gobierno ha impulsado la idea de la gente de que el único resguardo es el dólar”, afirma. Algo similar sostiene Pignanelli, cuando manifiesta que “la especulación aparece por errores del gobierno”.
Finalmente, Frigerio estimó que la Casa Rosada apuesta a redoblar el consumo con el único fin de “intentar ganar las elecciones”. “Se agotó el modelo y tratan de reactivar la economía con el impulso desmedido del consumo. Las herramientas que usaban antes ya no tienen el mismo impacto. Es el populismo en su máxima expresión”, concluyó.
De esa forma, Feletti admitió una estrategia gubernamental que busca desincentivar el ahorro en dólares. Esto genera la desaparición del ahorro, ya que las opciones que están al alcance de los ahorristas para atesorar en pesos resultan negativas a largo plazo, si se las compara con la inflación. A esto se suma la imposibilidad de adquirir propiedades, que desde la aplicación del cepo cambiario se ha derrumbado.
Con todo esto, la opción más cercana de los ahorristas es volcarse a los plazos fijos. Sin embargo, actualmente las tasas de interés están en torno al 14% o 15%, unos diez puntos por debajo de la inflación real estimada por los economistas. Incluso, está bastante por debajo de la inflación que de alguna manera admite el gobierno cuando otorga aumentos superiores al 20% para los empleados estatales.
¿Qué sucede entonces? Inevitablemente el consumo crece a gran ritmo porque la gente elige cambiar el auto, comprar electrodomésticos o irse de vacaciones. No es casual que los índices en esos ámbitos sean los más positivos de los últimos meses.
“Trompadas en la oscuridad”
Para Aldo Pignanelli, ex presidente del Banco Central, “cuando la tasa de devaluación del dólar supera la tasa de interés que brindan los plazos fijos, la situación se desmadra. En estos momentos, el plazo fijo da una tasa de 14%, mientras el gobierno habla de devaluar el dólar un 20% y la inflación es de 25%. Entonces, todos salen a comprar dólares al precio que sea”.
Según el economista, aunque el gobierno no quiera, “el dólar es la referencia” para los ahorristas y con este tipo de estrategia como la reconocida por Feletti lo que sucede es que “el ahorro desaparece”.
Feletti intentó justificar su posición afirmando que “han subido los depósitos en pesos a 60.000 millones en un año”. Para Pignanelli, en cambio, “los plazos fijos crecen por la fuerte presión monetaria”. Además, dijo que hay que tener en cuenta que muchas empresas privadas “no tienen otro camino” que apostar a esa herramienta, por lo que “el mayor número de plazos fijos pertenece a entidades privadas”.
Para Pignanelli, lo que puede suceder a futuro con este tipo de medidas más las complejidades que afrontan las empresas extranjeras que operan en el país es que “se descapitaliza el país. Es decir, desaparece la inversión”.
Según su visión, el intento de frenar la fuga de capitales -objetivo original del cepo cambiario-con este tipo de acciones “es intentar tapar el sol con una mano”. “El gobierno está tirando trompadas en la oscuridad”, resumió.
“Inconsistencias del modelo”
En el mismo sentido, el economista Rogelio Frigerio opinó que “hoy en día las tasas de intereses reales para ahorrar son negativas”. “Pero los depósitos siguen creciendo, aún cuando la gente sabe que está perdiendo plata. Esto sucede cuando hay un exceso de circulación monetaria”, explicó.
El legislador porteño del PRO atribuye la escalada del dólar y la idea oficial de impulsar el consumo a que “están aflorando las inconsistencias del modelo” y a una ideología “populista” del gobierno. En su visión, actualmente se observa que “el consumo es menor, la inflación crece, hay más presión impositiva y menos creación del empleo”. “Se acaban los caramelos para repartir”, completó.
Sobre la estrategia de desincentivar el atesoramiento en dólares, Frigerio indicó que “la extensión en el tiempo del consumo y la falta de ahorro, deriva en la caída de la inversión”. “La inflación condiciona las posibilidades de ahorrar. Y el ahorro es una condición clave para la inversión”, analizó.
En la opinión del economista del PRO, el gobierno también es responsable de que los consumidores se vuelquen masivamente a comprar dólares en el mercado paralelo. “Con sus políticas, este gobierno ha impulsado la idea de la gente de que el único resguardo es el dólar”, afirma. Algo similar sostiene Pignanelli, cuando manifiesta que “la especulación aparece por errores del gobierno”.
Finalmente, Frigerio estimó que la Casa Rosada apuesta a redoblar el consumo con el único fin de “intentar ganar las elecciones”. “Se agotó el modelo y tratan de reactivar la economía con el impulso desmedido del consumo. Las herramientas que usaban antes ya no tienen el mismo impacto. Es el populismo en su máxima expresión”, concluyó.
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Feletti pretende que la gente vuelque su dinero al consumo y no ahorre (el pobre infeliz piensa que esto puede hacerse por decreto).
Sin ahorro no hay progreso.
Es que en este pseudo socialismo de cuarta, hay que ser siempre pobre, mientras los gobernantes y sus complice viven como reyes ?
Lamento contradecirlos, serán dolares, libras o francos suizos, pero.. Bonos de YPF al 19% anual NOOOOO!!!!
Suele ocurrir en economía, sobre todo en estructuras concentradas, aun siendo tan pocos, pueden provocar un enorme daño.
Ayer, en el mercado marginal, irregular o ilegal –cualquiera de estos calificativos le cabe, pero no el de libre, se habría operado por menos de diez millones de pesos.
Es decir, poco más de un millón de dólares negociados a los valores informados reservadamente no podría ser de otra forma, l
a compraventa en este mercado no se declara ni se registra.
Al ser tan opacas las transacciones, el valor tampoco queda definido en un libre juego de oferta y demanda, basta con que un par de operadores de peso se pongan de acuerdo y hagan correr la versión de haber concretado una compraventa a un valor X, para que ese valor X se convierta en la referencia del día.
¿Abuso de posición dominante? ¿Estafa a pequeños ahorristas?
Quizá. Pero en un mercado absolutamente irregular y oscuro, todos los gatos son pardos, según el dicho popular.
Y un mercado manejado por pocos, sin ningún tipo de control, pero con fuerte repercusión mediática, es un lugar ideal para el diseño de operaciones.
El gobierno nacional ha puesto en marcha una serie de medidas para administrar el uso de divisas, en función de las necesidades del comercio exterior y el pago de compromisos financieros externos, con un margen acotado para el turismo en el extranjero.
ste mecanismo le ha permitido tener un balance de divisas equilibrado o levemente favorable. En proyección, tampoco se presentan dificultades para el presente año en cuanto a atender las distintas necesidades de divisas. Sin embargo, el desempeño del dólar marginal logra imponer una sensación de desorden y descontrol que induce a la pregunta ¿se viene la devaluación?
Por supuesto, hay intereses concretos que operan detrás de esta maniobra. Sectores exportadores que se beneficiarían si el Gobierno devalúa abruptamente.
Especuladores financieros que también apostaron a esa posibilidad transformando sus activos a dólares. Entidades o empresas endeudadas en pesos pero con algún tipo de renta en divisas.
Grupos sin posición económica tomada en ninguno de los rubros anteriores, pero con algún interés político en generarle un desajuste a la política del Gobierno, basada en el fortalecimiento del mercado interno y la distribución progresiva de ingresos.
Qué ocurriría si se devaluara fuertemente
Se provocaría una brutal transferencia de recursos en favor de los sectores beneficiarios de renta en dólares (exportadores, propietarios de activos dolarizados como los inmuebles rurales) y en contra de los sectores de ingresos fijos en pesos (salarios, jubilaciones, titulares de derecho de asignaciones).
Está claro, entonces, quiénes pueden querer una devaluación. Y es más claro que algunos de estos sectores se están moviendo detrás de un mercado ficticio como el del dólar blue pretendiendo mostrar en él un valor de la divisa distinto del mercado oficial y, pretendidamente, que refleja más fielmente la realidad.
Algunas manifestaciones de ayer son más claras que cualquier reflexión elaborada para mostrar intenciones. Aldo Pignanelli, ex titular del Banco Central, economista, ligado a Eduardo Duhalde y a Roberto Lavagna (éste, a su vez, muy cercano ahora a Mauricio Macri), lanzó un comentario en la víspera que merece atención.
La situación que tiene el Gobierno es inmejorable, hay reservas, con la soja van a entrar 25.000 millones. Si con estos números le erran es porque no saben hacer las cosas. Lo mejor es cambiar los jugadores. Se terminó esta etapa con estos jugadores que hablan de marxismo, de control de precios, de reprimir a las
empresas, de echar a los inversores”, opinó el ex jefe del BCRA.
El propósito de llevar el blue a las nubes es, precisamente, demostrar que estos jugadores no sirven, que la política de controles no va más, que hay que dejar que el mercado opere libremente. Es decir, que el Gobierno les devuelva el control a los grupos financieros más concentrados.
Lo pide Pignanelli, y la especulación presiona en el mismo sentido. Es el desafío que debe enfrentar el Gobierno, defendiendo los instrumentos que tiene. Pero necesitando, quizás, otros. Con más intervención, no con menos. Para actuar sobre aquellos que, aunque sean pocos, exhiben una gran capacidad de daño.
TODOS LOS DEL 90, ESTAN DETRÁS DE ESTA OPERACIÓN, EDUARDO ALBERTO DUHALDE, ROBERTO LAVAGNA, ALDO PIGNANELLI EXPRESIDENTE DEL BANCO CENTRAL EN EL
2002. JOSE MANUEL DE LA SOTA, Y MUCHISIMOS OTROS QUE COMPONEN EL ESTABLISHMENT ARGENTINO, APOYADO POR UNA PRENSA QUE BUSCA DE SALVARSE DE IR PRESO POR LASA HUMANIDAD POR LA APROPIACION DE PAPEL PRENSA, ESTA GENTE FUE Y ES LOS LADRONES QUE LLEVARON NUESTRA PATRIA AL DEFAULT.