Desconcierto. Eso es lo que se vivió en la bancada oficialista cuando se conoció la noticia de que el cardenal Jorge Bergoglio había sido elegido como el máximo jefe de la Iglesia Católica, según relataron los presentes.
En medio de un homenaje al fallecido Hugo Chávez, algunos representantes de la oposición se apuraron a pedir un cuarto intermedio para retirarse a ver por televisión la primera aparición de Bergoglio como Francisco. Sin embargo, el Frente para la Victoria lo rechazó.
"Son unos maleducados", gritó el diputado del Partido Demócrata de Mendoza y aliado macrista, Omar de Marchi, que había pedido la palabra para reclamar un alto de media hora, luego de que el presidente de la Cámara, Julián Domínguez, anunciara que “Hay papa y es argentino”.
La peronista disidente Graciela Camaño también intentó, en vano, convencer Domínguez de suspender momentáneamente la sesión: "Los que profesamos la fe católica queremos participar de este hecho histórico, que para este país es un orgullo".
El argumento oficial del FPV para rechazar la moción fue la falta de quórum en la sesión, aunque el diputado camporista e hijo de desaparecidos, Horacio Pietragalla, dejó entrever un descontento con la figura del ex arzobispo de Buenos Aires, al sostener que "fue un colaborador de la dictadura", según reseñó la agencia NA. "¡Andá a escucharlo vos!", fue otro de los gritos que salió de la bancada oficialista, de acuerdo al diario La Nación.
Según ese medio, desde el radicalismo surgió la idea de redactar, allí mismo, un proyecto de resolución para expresar el beneplácito por la designación de Bergoglio. El diputado Ricardo Buryaile, secretario del bloque de la UCR, se acercó al jefe de los diputados oficialistas, Agustín Rossi, y le anticipó la intención de avanzar en el momento con la resolución de beneplácito.
El santafesino pidió un tiempo para hacer las consultas respectivas. Es decir, debía llamar a la presidenta Cristina Kirchner, que, hasta ese momento, no se había pronunciado públicamente sobre la cuestión. Poco después, Rossi anticipó que apoyarían la resolución. Así lo hicieron, casi al finalizar la sesión.
"Declarar en representación del pueblo argentino el orgullo, la emoción y el beneplácito que provoca la designación del cardenal Jorge Mario Bergoglio como Sumo Pontífice de la Iglesia Católica Romana, papado para el que ha elegido el nombre de Francisco I. Independientemente de nuestras creencias, abogamos para que sea capaz de guiar, no sólo al pueblo católico, sino de contribuir a encontrar la paz en el mundo", sostiene el texto.
En el Senado, al final de una sesión especial dedicada al referéndum en las islas Malvinas, también se aprobó un proyecto de declaración para expresar el "beneplácito" por la designación del argentino como nuevo papa.