07 de mayo, 2024
Luego de apoyar el impuestazo, el bloque del PRO quedó al borde de la ruptura
Un grupo de diputados del PRO acordó con el sciolismo para aprobar la reforma tributaria impulsada por el gobernador. Pero otra parte de la bancada no dio quórum y el bloque ahora pende de un hilo. La presión de Jorge Macri y Cariglino fue clave.
El bloque del PRO en la Cámara baja bonaerense quedó al borde de la ruptura luego de que algunos diputados no escondieran el acuerdo que tejieron con el sciolismo para garantizar la aprobación del impuestazo rural que envió el Ejecutivo bonaerense a la Legislatura.
De los doce diputados que integran la bancada que preside Marcelo Di Pascuale, casi la mitad bajó al recinto para permitirle el oficialismo el tratamiento y aprobación de la ley que golpea a un sector que en teoría es parte de la franja de votantes del PRO como lo es el campo.
Es así que además de Di Pascuale, los diputados Carlos Acuña, Orlando Yans, Gustavo Ferri y Nancy Monzón se sentaron en sus bancas y dieron el quórum junto al FAP, evidenciando el acuerdo de una parte del bloque del PRO con el sciolismo.
Una vez que comenzó a tratarse el proyecto, bajaron al recinto el resto de los diputados del bloque. Todos se opusieron al impuestazo en particular, pero debieron votar la ley en general ya que en el mismo proyecto estaba incluido el endeudamiento que le aporta dinero fresco a las intendencias.
En ese sentido fue clave la presión de Jorge Macri, de Vicente López y de Jesús Cariglino, de Malvinas Argentinas, ávidos de fondos para sus intendencias, para que los diputados del PRO avalaran la ley.
El diputado Rubén Eslaiman y Jorge Srodek, que además de legislador es dirigente rural, fueron los únicos que votaron en contra de todo. El único diputado del bloque que no bajó al recinto fue el macrista “puro” Julio Garro, que amenazó con partir el bloque.
La postura de Garro desnudó aún más las diferencias notables entre la parte del bloque que arregló con el oficialismo y la que bajó al recinto después, dejaron a la bancada del PRO al borde del abismo.
En el Senado, en tanto, el oficialismo necesitaba los dos tercios de los presentes para aprobar el impuestazo con las modificaciones que se hicieron en Diputados. Como la Cámara tiene 46 senadores, el oficialismo necesita 31 votos para tratar el expediente, cuando cuenta con 28.
Pero gracias al faltazo del macrista Ricardo Zamperetti y el de Omar Folgia, del GEN, el oficialismo pudo aprobar la ley con el apoyo de Esther Barrionuevo, cercana a Felipe Solá, puesto que con 29 voluntades obtuvo los dos tercios de los 44 presentes.
De los doce diputados que integran la bancada que preside Marcelo Di Pascuale, casi la mitad bajó al recinto para permitirle el oficialismo el tratamiento y aprobación de la ley que golpea a un sector que en teoría es parte de la franja de votantes del PRO como lo es el campo.
Es así que además de Di Pascuale, los diputados Carlos Acuña, Orlando Yans, Gustavo Ferri y Nancy Monzón se sentaron en sus bancas y dieron el quórum junto al FAP, evidenciando el acuerdo de una parte del bloque del PRO con el sciolismo.
Una vez que comenzó a tratarse el proyecto, bajaron al recinto el resto de los diputados del bloque. Todos se opusieron al impuestazo en particular, pero debieron votar la ley en general ya que en el mismo proyecto estaba incluido el endeudamiento que le aporta dinero fresco a las intendencias.
En ese sentido fue clave la presión de Jorge Macri, de Vicente López y de Jesús Cariglino, de Malvinas Argentinas, ávidos de fondos para sus intendencias, para que los diputados del PRO avalaran la ley.
El diputado Rubén Eslaiman y Jorge Srodek, que además de legislador es dirigente rural, fueron los únicos que votaron en contra de todo. El único diputado del bloque que no bajó al recinto fue el macrista “puro” Julio Garro, que amenazó con partir el bloque.
La postura de Garro desnudó aún más las diferencias notables entre la parte del bloque que arregló con el oficialismo y la que bajó al recinto después, dejaron a la bancada del PRO al borde del abismo.
En el Senado, en tanto, el oficialismo necesitaba los dos tercios de los presentes para aprobar el impuestazo con las modificaciones que se hicieron en Diputados. Como la Cámara tiene 46 senadores, el oficialismo necesita 31 votos para tratar el expediente, cuando cuenta con 28.
Pero gracias al faltazo del macrista Ricardo Zamperetti y el de Omar Folgia, del GEN, el oficialismo pudo aprobar la ley con el apoyo de Esther Barrionuevo, cercana a Felipe Solá, puesto que con 29 voluntades obtuvo los dos tercios de los 44 presentes.
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Totalmente de acuerdo, ahora decime que opinás del gobierno nacional. Espero que no seas un tuertito kulo sucio.
Casimiro