"Tal como está planteado nosotros no aceptamos este aumento". Las declaraciones fueron del titular de Carbap, Alberto Frola, luego de la negociación de esa entidad rural con funcionarios del gobierno de Daniel Scioli.
Ayer, el gobierno bonaerense presentó formalmente el proyecto de reforma tributaria a las entidades ruralistas de las provincias, una iniciativa que supone altas subas en el impuesto inmobiliario rural.
Las entidades reaccionaron de manera dispar ante la iniciativa, la Confederación de Asociaciones Rurales de Buenos Aires y La Pampa rechazo los aumentos, mientras que la decisión de la Federación Agraria de "evaluar" el impacto de las medidas.
Ayer, en distintas reuniones llevadas a cabo en la Ciudad de Buenos Aires, los ministros Silvana Batakis, de Economía, y Gustavo Arrieta, de Asuntos Agrarios, presentaron a modo informativo la iniciativa a los directivos de la Federación Agraria Argentina (FAA), Sociedad Rural Argentina (SRA), CONINAGRO y CARBAP, siendo esta última la única que aseguró que "el proyecto no es viable" para el productor.
"Se está trabajando en cuestiones técnicas y el lunes habrá algunas reuniones informales con el gobierno provincial, pero en estos términos nosotros no aceptamos el aumento", explicó el titular de Carbap, Alberto Frola, a La Política Online.
Sin dudas, Carbap parece el sector más duro de las negociaciones. “Hace tres meses el Gobernador se mostraba totalmente solidario por el tema de la sequía. Sin embargo, poco tiempo después nos meten este impuestazo”, explicó a este medio, el diputado rural Jorge Srodek.
“Con el Gobernador se había consensuado en noviembre del año pasado una suba del 27%. Sin embargo, no puso sostener esta situación por más de cuatro meses que tuvo que aplicar un nuevo aumento”, agregó.
Según explicó, desde Carbap plantean que el revalúo fiscal de tierras sea en función de la producción. Sin embargo, esto es muy complejo por lo que consideran “la intervención del mercado del trigo y el maíz intervenido”.
“Hay tierras que de repente pueden valer un determinado valor, mientras que para el productor vale mucho menos”, consideró Srodek
En otro encuentro que Batakis y Arrieta mantuvieron con dirigentes de la Federación Agraria Argentina (FAA), su vicepresidente segundo, Guillermo Giannasi, indicó que la posibilidad de que se impulse una reforma impositiva "preocupa" a los productores, "ya que consideramos que no es momento para esto".
"Sin embargo, la idea expresada por el gobierno bonaerense es que la carga del tributo pesará para las producciones de mayor extensión por lo que la mayoría de los productores iban a tener una baja, con una recaudación que rondaría los 300 millones de pesos".
Tras el encuentro que mantuvo la dirigencia de CONINAGRO con los funcionarios bonaerenses, el titular de la entidad cooperativa, Carlos Garetto, explicó que se llevará adelante "un trabajo conjunto" para evaluar el impacto que tendrán la reforma.
Los ministros explicaron ante los ruralistas que "esta modificación junto a un nuevo diseño de alícuotas más bajo, genera que 60 por ciento de las partidas experimente una disminución en el impuesto pagado, mientras que el mayor incremento lo reciban las partidas de mayor valor fiscal".
A modo de ejemplo indicaron que "una partida de 41 hectáreas en Lincoln recibiría una reducción de impuestos de 39 por ciento pero en el mismo distrito una de 351 incrementaría el tributo en 41 por ciento".
Asimismo, indicaron que en la zona de Balcarce, con tierras que superan el valor promedio de la provincia, "podrá encontrarse un campo de 385 hectáreas que pagará 37 por ciento más, mientras que otro de 17, vería reducido su impuesto en un 28 por ciento".
Para el Ministerio de Economía provincial, la modificación planteadas en materia impositiva le permitirá al fisco bonaerense "lograr una mayor progresividad" y posibilitar una "mayor equidad tributaria" entre sus contribuyentes.