La muerte de Kirchner priva al gobierno de su viga maestra
Con la desaparición del ex presidente, se disuelve el eje ordenador y conductor del sistema de poder vigente, que estuvo siempre concentrado, centralizado y articulado por Néstor Kirchner. El problema es que en la Argentina la dinámina política suele prevalecer sobre lo institucional.
El síncope que abatió a Néstor Kirchner provocó en simultáneo, si se quiere, una implosión política.

Aunque él a veces jugueteaba con la denominación de “primer caballero”, la desaparición de Kirchner tiene una significación que excede largamente ese rol protocolar, el de diputado nacional o el de secretario general de Unasur.

Con su muerte se disuelve abruptamente el eje ordenador y conductor del sistema de poder vigente. Ese sistema de poder estuvo siempre concentrado, centralizado y articulado por Néstor Kirchner, tanto mientras ejerció personalmente la presidencia como durante el tiempo en el que ese cargo ha estado ocupado por su esposa. Como señaló Rosendo Fraga en La Nación: “ La falta de Kirchner deja la sensación política de que falta el Presidente”.

Su desaparición corta de un tajo los hilos de todas las redes –políticas, partidarias, sindicales, empresariales- que llegaban a esa terminal única que Kirchner representaba.

Interrogantes

Un cortocircuito de semejante magnitud no puede sino someter a grave riesgo la gobernabilidad y sobre este punto reflexionan e intercambian ideas por estas horas, atravesando las jornadas de duelo, hombres de la política, la economía y las empresas.

Es que en la Argentina la dinámica política prevalece sobre lo institucional y lo que colapsó esta mañana en Calafate con el corazón de Kirchner fue el motor central del poder político. Un motor que ya se observaba averiado pero que seguía funcionando y todavía contenía, aunque cada vez con mayor esfuerzo, las fuerzas centrífugas de su sistema.

Las instituciones, por otra parte, venían ofreciendo un cuadro de anemia y una suerte de empate en la inmovilidad. Ya era una anomalía que la figura central del ordenamiento constitucional, el Poder Ejecutivo, se viera empalidecida por la fuerza real del poder de Kirchner, a quien se atribuía –con cierto realismo- capacidad para hacer y deshacer. En cualquier caso, el poder del Ejecutivo venía debilitándose, hasta el punto que, a un año de haber impuesto una ley que estima vital para sus intereses, como la Ley de Medios, no ha conseguido aún ponerla en ejecución. El Congreso, cuando consigue aprobar leyes, choca con el veto del ejecutivo, como ocurrió con la del 82 por ciento para los jubilados. En cuanto a la Corte Suprema, puede dictar un fallo como el de la reposición del Procurador de Santa Cruz para resignarse luego ante la resistencia del gobierno provincial a darle cumplimiento.

Si la dinámica política es la que prevalece, es de allí de donde deberían surgir las respuestas al riesgo que se cierne sobre la gobernabilidad.

El rol de los gobernadores

La historia argentina muestra que en situaciones críticas, las provincias
-anteriores y constituyentes de la Nación- son los pilares que pueden sostener el proceso político democrático y la gobernabilidad. Los gobernadores unidos (incluyendo, obvio, al jefe de gobierno de la Ciudad de Buenos Aires), más allá de su pertenencia partidaria, encarnan poderes territoriales efectivos y un valor institucional fundante, como es el federalismo.

La súbita desaparición de Néstor Kirchner, al retirar de improviso la viga principal que sostenía la administración de su esposa y dejar al país en peligro de ingobernabilidad, impulsa al centro de la escena a los jefes territoriales.

Las circunstancias distinguen particularmente la figura del gobernador bonaerense: no sólo porque está al frente de la provincia más grande (en población, en capacidad productiva), sino porque se ha caracterizado por una actitud de respeto y diálogo que el contexto ayuda a valorizar. A esos atributos se suma ahora, desde la muerte de Kirchner, la presidencia del Partido Justicialista. Los partidos pueden aportar al espíritu de concordia y pacificación de los espíritus que requiere la empresa de la gobernabilidad.

El escenario por un instante está en penumbras pero se intuyen los ajetreo que preceden el inicio del próximo acto.

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  • 10
    Jose
    28/10/10
    09:55
    Sarduzzi... anda buscando laburo digno... te queda poco de seguir viviendo como un parásito de las migajas q te tira el gobierno
    Responder
  • 9
    Fabio
    28/10/10
    04:45
    KIRCHNER
    Nos decían todo el tiempo que era un hijo de puta, hasta nosotros mismos a veces lo decíamos en tono de admiración, "qué hijo de puta, mirá lo que hizo". Pero ¿saben qué? a los hijos de puta nunca les pasan estas cosas, nunca se mueren con toda una parte importante de sus vidas por delante, ni tampoco se mueren por vivir como quieren y por hacer eso en lo que creyeron siempre. Ahí anda Videla con una parva más de años, con sangre en sus manos -pero seguramente no en su conciencia-, estirando su paso por este mundo, pero gracias a Néstor para desfilar por los juzgados. No creo que haya habido al lado suyo un Nelson Castro que le dijera "afloje, general, tantos asesinatos le van a hacer mal a la salud". Ahí anda Menem, con veinte años más que los que vivió Néstor, con el doble de años que él gobernando la Argentina, insensible a la exclusión y la miseria que dejó a su paso, cargando en su haber con la voladura de un pueblo para encubrir un afano y con otras miserias que no lo mellaron.
    Ahí anda De La Rúa, que se olvidó por donde se salía del estudio de Tinelli, pero también de lo muertos que dejó en la plaza cuando se fue en helicóptero, y no se sabe que el recuerdo lo atormente al punto de joderle la salud y la vida. Estas cosas, repito, de morirse cuando uno tiene mucho para dar, no suelen pasarle a los hijos de puta. Tampoco les suelen pasar a los que se dedican a la política como un pasatiempo, algo que hacen entre aburrirse en las reuniones de directorio de las empresas de papá y de la comisión directiva de algún club de fútbol, o entre una y otra internación en un spa para bajar de peso. No les pasan a los que le dedican a la militancia -o a lo que entienden por eso- apenas un par de horas al día, justo las que coinciden con los noticieros y los programas políticos de la tele, en horario central.Mucho menos les pasan a los que entienden por política tener el oído atento a los deseos del poder real, la hoja en blanco y el lápiz presto para tomar nota de las prioridades de Magnetto, de Biolcatti, de Techint. Les pasan, generalmente, a los que no se resignan a que eso sea la política, a los que piensan que la política nació justamente para cuestionar esa realidad, y le ponen el cuerpo y el alma a esa idea.
    Como Néstor.
    Que nos causa hoy un dolor y una pena inmensos por lo mismo que nos enamoró a partir del 2003 (a algunos desde antes, cuando era casi un desconocido en la escena política nacional): por poner sus ideas, su lucha, su vocación política, por encima de todo, hasta de su propia salud, de su tranquilidad. Seguramente habrá muchos (incluso cercanos en el afecto) que le habrán dicho en estos tiempos que tenía que aflojar un poco, que bajar un cambio, y que a lo mejor ahora ensayarán un reproche."Si se hubiera cuidado un poco, si no se hubiera hecho tanta mala sangre". Pero ¿saben qué? Sin caer en providencialismos, sin poner un mesías en el lugar donde debe haber una construcción política colectiva, si Néstor les hubiese hecho caso probablemente hubiera estado entre nosotros, muchos años más, pero con toda seguridad muchísimas cosas que cambiaron en la Argentina del 2003 para acá, probablemente nunca hubieran cambiado, porque nuestra historia demuestra que, sin ocasionales hinchapelotas, las cosas no tienden naturalmente a cambiar, o si lo hacen, es para peor. Néstor murió como vivió, y por lo que vivió, la peor moraleja que se puede sacar de su partida es que no se puede hacer política como la hizo él. Seguramente Cristina hoy, en el inmenso dolor de haber perdido al compañero de su vida, sea quien mejor entienda esto, y es responsabilidad colectiva nuestra, la de los que acompañamos este proceso político que ellos abrieron en la Argentina, hacerle saber y sentir que no está sola, que vamos a aportar entre todos para ayudarla a llenar ese vacío, y sobre todo para hacer lo que nos toque para que el sacrificio de Néstor no haya sido en vano. Vendrán seguramente las falsas y compungidas condolencias de los que hasta ayer deseaban vivamente que pasara lo que pasó, los que redujeron el periodismo y la política a una cloaca con análisis sicológicos berretas, no importa, no les creo ni me importa lo que digan. La historia guarda para los miserables un lugar pequeño, pasajero y efímero, y con el tiempo se ocupa de poner cada cosa en su lugar, aunque tarde mucho tiempo la construcción de un lugar en la memoria colectiva de los pueblos. Donde seguramente Néstor Kirchner tendrá (tiene ya) ganado un lugar de privilegio.

    Responder
  • 8
    sarduzzi
    28/10/10
    01:05
    Si crees esto "A todo ZANGANO le llega la hora.", empezá a correr, idiota.
    Responder
  • 7
    Pablo
    27/10/10
    23:46
    jaja anti-kk (de autentico no tenes nada) copias y pegas el mismo mensaje en todas las notas... pero tenes razon en algo y hoy lo comprobamos todos.. a todo zángano le llega la hora...
    Responder
  • 6
    pedro
    27/10/10
    22:28
    anti-kk(auténtico) siempre el mismo texto de cuarta, quien se murió? Mahadma Ghandi?, fijate ciber K
    Responder
  • 5
    anti-kk(auténtico)
    27/10/10
    21:37
    Epitafio Para Las Bestias
    Para citar, ¡ ¡ SARDUZZI ! !, sí.... lo ha hecho: “….echando babas, bufando, echando sangre, montafias de barro, mordiendo los estercoleros, andrajos de caverna, miserables, horteras de convento, bestias negras, fariseos espantosos de la dignidad humana, sudando, bramando, mostrando la dentadura, ronda todas la paginas de lapolíticaonline, pretendiendo desacreditar a foristas, que actúan con un enorme conocimiento en política. Este demente tendría que hacerse un enema mental, para comprobar si tiene sus neuronas destruidas después de consumir cocaína, marihuana y porro. Es tan inútil este ZANGANO. Que pasa las 24 horas del día detrás de una PC. Argumentando tantas MENTIRAS. Denota que se está matando el hambre con este gobierno, quien le está dando planes sociales, para que sacie su hambre y sed. Todo aborto de la naturaleza, demuestran que su querida madre, no lo pario, directamente lo cago. Es tan paria este delincuente, que el odio que arrastra lo está envenenando. Una de esa se caga muriendo, total ningún forista lo tiene en cuenta. A todo ZANGANO le llega la hora.
    Responder
  • 4
    sarduzzi
    27/10/10
    21:20
    Fabio "Nos decían todo el tiempo que era un hijo de puta, hasta nosotros mismos a veces lo decíamos en tono de admiración, "qué hijo de puta, mirá lo que hizo".
    ME LO IMAGINO A FABIO DICIENDO CON ADMIRACIÓN:"QUE HDP, MIRÁ LO QUE HIZO CON SFORZA Y LOS MEDICAMENTOS TRUCHOS QUE DEJARON MORIR A TANTA GENTE DE CANCER Y SUDA"!,
    MIRÁ QUE HDP QUE SE AFANÓ LOS 1000 MILLONES DE LOS FONDOS PETROLEROS!
    MIRÁ QUE HDP QUE HABLA DE LOS OLIGARKAS Y FUÉ UN USURERO QUE DE LA MANO DE LOS MILICOS DEL PROCESO LE CAGABA LA VIVIENDA ÚNICA A LA GENTE QUE NO PODÍA PAGAR Y HOY VA DUPLICANDO SUS MILLONES AÑO A AÑO DESDE QUE AGARRáP LA MANIJA!!
    FABIO, MIRÁ QUE HDP!!
    Responder
  • 3
    Fabio
    27/10/10
    19:13
    KIRCHNER
    Nos decían todo el tiempo que era un hijo de puta, hasta nosotros mismos a veces lo decíamos en tono de admiración, "qué hijo de puta, mirá lo que hizo". Pero ¿saben qué? a los hijos de puta nunca les pasan estas cosas, nunca se mueren con toda una parte importante de sus vidas por delante, ni tampoco se mueren por vivir como quieren y por hacer eso en lo que creyeron siempre. Ahí anda Videla con una parva más de años, con sangre en sus manos -pero seguramente no en su conciencia-, estirando su paso por este mundo, pero gracias a Néstor para desfilar por los juzgados. No creo que haya habido al lado suyo un Nelson Castro que le dijera "afloje, general, tantos asesinatos le van a hacer mal a la salud". Ahí anda Menem, con veinte años más que los que vivió Néstor, con el doble de años que él gobernando la Argentina, insensible a la exclusión y la miseria que dejó a su paso, cargando en su haber con la voladura de un pueblo para encubrir un afano y con otras miserias que no lo mellaron.
    Ahí anda De La Rúa, que se olvidó por donde se salía del estudio de Tinelli, pero también de lo muertos que dejó en la plaza cuando se fue en helicóptero, y no se sabe que el recuerdo lo atormente al punto de joderle la salud y la vida. Estas cosas, repito, de morirse cuando uno tiene mucho para dar, no suelen pasarle a los hijos de puta. Tampoco les suelen pasar a los que se dedican a la política como un pasatiempo, algo que hacen entre aburrirse en las reuniones de directorio de las empresas de papá y de la comisión directiva de algún club de fútbol, o entre una y otra internación en un spa para bajar de peso. No les pasan a los que le dedican a la militancia -o a lo que entienden por eso- apenas un par de horas al día, justo las que coinciden con los noticieros y los programas políticos de la tele, en horario central.Mucho menos les pasan a los que entienden por política tener el oído atento a los deseos del poder real, la hoja en blanco y el lápiz presto para tomar nota de las prioridades de Magnetto, de Biolcatti, de Techint. Les pasan, generalmente, a los que no se resignan a que eso sea la política, a los que piensan que la política nació justamente para cuestionar esa realidad, y le ponen el cuerpo y el alma a esa idea.
    Como Néstor.
    Que nos causa hoy un dolor y una pena inmensos por lo mismo que nos enamoró a partir del 2003 (a algunos desde antes, cuando era casi un desconocido en la escena política nacional): por poner sus ideas, su lucha, su vocación política, por encima de todo, hasta de su propia salud, de su tranquilidad. Seguramente habrá muchos (incluso cercanos en el afecto) que le habrán dicho en estos tiempos que tenía que aflojar un poco, que bajar un cambio, y que a lo mejor ahora ensayarán un reproche."Si se hubiera cuidado un poco, si no se hubiera hecho tanta mala sangre". Pero ¿saben qué? Sin caer en providencialismos, sin poner un mesías en el lugar donde debe haber una construcción política colectiva, si Néstor les hubiese hecho caso probablemente hubiera estado entre nosotros, muchos años más, pero con toda seguridad muchísimas cosas que cambiaron en la Argentina del 2003 para acá, probablemente nunca hubieran cambiado, porque nuestra historia demuestra que, sin ocasionales hinchapelotas, las cosas no tienden naturalmente a cambiar, o si lo hacen, es para peor. Néstor murió como vivió, y por lo que vivió, la peor moraleja que se puede sacar de su partida es que no se puede hacer política como la hizo él. Seguramente Cristina hoy, en el inmenso dolor de haber perdido al compañero de su vida, sea quien mejor entienda esto, y es responsabilidad colectiva nuestra, la de los que acompañamos este proceso político que ellos abrieron en la Argentina, hacerle saber y sentir que no está sola, que vamos a aportar entre todos para ayudarla a llenar ese vacío, y sobre todo para hacer lo que nos toque para que el sacrificio de Néstor no haya sido en vano. Vendrán seguramente las falsas y compungidas condolencias de los que hasta ayer deseaban vivamente que pasara lo que pasó, los que redujeron el periodismo y la política a una cloaca con análisis sicológicos berretas, no importa, no les creo ni me importa lo que digan. La historia guarda para los miserables un lugar pequeño, pasajero y efímero, y con el tiempo se ocupa de poner cada cosa en su lugar, aunque tarde mucho tiempo la construcción de un lugar en la memoria colectiva de los pueblos. Donde seguramente Néstor Kirchner tendrá (tiene ya) ganado un lugar de privilegio.
    Responder
  • 2
    BASTA DE CHÀCHARA !!
    27/10/10
    19:09
    VIGA MAESTRA Y TODO ELEMENTO ESTRUCTURAL QUE QUIERAN...PERO DEVUELVAN LA GUITA QUE SE CHOREARON !!!
    Responder
  • 1
    MUERTE AL PAYASO INFILTRADO
    27/10/10
    19:07
    SE QUEDARON SIN VIGA?
    NO SE HAGAN PROBLEMA
    AGARREN ESTA

    EL PUEBLO ARGENTINO LIBRE AL FIN
    Responder
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