Los fondos que las provincias ceden a la Administración Nacional de la Seguridad Social (Anses) representan la nueva pelea que inició la oposición del Senado contra el Gobierno, donde siempre están atentos para frenar cualquier embestida que provenga del sector díscolo de la Cámara alta.
Es que en Diputados los números son todavía más desfavorables para el kirchnerismo, por lo que cualquier proyecto poco agradable para la Casa Rosada que llegue está siempre próximo a convertirse en ley.
La Comisión de Coparticipación Federal del Senado es el ámbito donde suelen discutirse las cuestiones más sensibles para los Kirchner, siempre reacios a desprenderse de más recursos de la cuenta.
Presidida por el pampeano Carlos Verna, del peronismo no oficial, la integran también otros ex gobernadores opositores como el chaqueño Roy Nickisch y el rionegrino Pablo Verani, ambos radicales; y el santafecino Carlos Reutemann, el puntano Adolfo Rodríguez Saá y el salteño Juan Carlos Romero, del PJ federal. Como en todas las comisiones del Senado, el kirchnerismo está en minoría.
Fue este grupo el que impulsó el proyecto para coparticipar las sobras de los ATN, que finalmente apuró al gobierno a decretar una refinanciación de las deudas provinciales. Y ahora, están pronto a aprobar una iniciativa para que las provincias dejen de cederle al Anses el 15% de la masa de recursos destinados a la coparticipación federal.
Esa concesión fue dispuesta con el nacimiento de las jubilaciones privadas con el objetivo de sostener al Anses, pero se mantuvo inalterable desde que el sistema previsional volvió a quedar en su totalidad en manos del Estado.
Eso es lo que los senadores de la oposición quieren rever, pero desde el Anses alertan que podría derivar en un desfinanciamiento del organismo con el riesgo de complicar la liquidación de las jubilaciones. Será eso lo que explicará el director ejecutivo del organismo, Diego Bossio, cuando el 1 de junio visite la Comisión de Coparticipación Federal.
Proyectos en discusión y polémica
En el Senado descansan tres proyectos para restituir a las provincias el 15% de la masa coparticipable que hoy va a parar al Anses. El más virulento es el del socialista Rubén Giustiniani, quien propone derogar la prórroga de esa concesión que las provincias hacen sobre esos recursos, vigente desde 2006.
De aprobarse, los gobernadores podrían reclamar la porción de dinero que cedieron en los años sucesivos a la caja previsional, lo que según cálculos de senadores kirchneristas significaría una erogación millonaria. Santa Fe, la provincia de Giustiniani, demandó a la Nación ante la Corte Suprema en reclamo de estos fondos.
No mucho menos impactante para la Anses es el proyecto de la formoseña Adriana Bortolozzi, todavía en el bloque Frente para la Victoria-PJ, pero dispuesta a jugar su carta propia ante cada tema. Su participación será crucial: sería el voto 37, necesario para la mitad más uno, que la oposición ya dejó de confiarle al volátil Carlos Menem.
Bortolozi quiere que la Anses deje de recibir ese 15% por ciento de la recaudación reservada a las provincias pero que tampoco le lleguen los porcentajes que recibe de IVA y Ganancias.
El más proclive parece ser el del salteño Juan Carlos Romero, del peronismo opositor, quien sólo propuso derogar el artículo que habilita la trasferencia de dinero de las provincias al Anses, sin ningún efecto retroactivo.
Pero en el organismo previsional ya preparan la contraofensiva para rechazar cualquiera de esas alternativas. Con los balances en mano, aseguran que sin ese 15% de la masa coparticipable quedarían totalmente desfinanciados.
“El sistema previsional se compone sólo de un 58% de los aportes patronales. El resto llega justamente del resto de los tributos”, simplifican en la Anses, donde están convencidos de que muchos senadores no estudiaron en detalle los números antes de sentarse a escribir.
“Ellos mezclan permanentemente el flujo de stock con el fondo de garantías de sustentabilidad”, que concentra 140 mil millones de pesos heredados de las Afjp. “Lo que hay que tener en cuenta que es un fondo que tiene un límite y no puede financiar el sistema”, explican.
Ante los senadores, Bossio llevará otros números. Recordará que, por ejemplo, el Anses se hizo cargo de la moratoria jubilatoria a quienes nunca habían aportado y de la asignación universal por hijo.
La primera medida, alegan a su alrededor, insumió un costo de 27 mil millones de pesos anuales, “una cifra que duplica ese 15% de la coparticipación que reclaman”, resaltan. Y la asignación universal por hijo demanda 9 mil millones de pesos anuales. “¿Lo van a cubrir las provincias?”, desafían en la Anses.