Eduardo Duhalde sorprendió anoche al postularse como posible candidato presidencial en 2011. Una jugada que tiene un sólo destinatario -el peronismo-, pero varios mensajes.

El ex presidente se cansó de esperar a que Carlos Reutemann –devaluado tras las elecciones en Santa Fe- se defina y, sin un candidato fuerte para encolumnar el peronismo antikirchnerista, decidió postularse a sí mismo para que no se atomice el armado que está trabajando desde hace meses por abajo.

Si bien hoy los sondeos no lo acompañan, busca ocupar un lugar que el resto de los presidenciales peronistas no ocupan.

Duhalde trabaja para conformar una confederación de agrupaciones peronistas con base fuerte en el movimiento sindical –principalmente el de Gerónimo “Momo” Venegas y el de Luis Barrionuevo, hoy enfrentados con Hugo Moyano- para disputarle el poder a Néstor Kirchner. Pero ella genera resistencia en el PJ. En el partido argumentan que “una confederación no resuelve el problema sino que lo agrava porque no es una unidad y una vez que Kirchner esté afuera, se verán todas las internas”.

Quizás Duhalde apueste al verticalismo que domina la historia peronista.

“No descarto una candidatura. No descarto nada”, reconoció ayer en un acto organizado por la CGT Azul y Blanca de Luis Barrionuevo. Con esta frase, el ex presidente se lanzó a la pelea presidencial de 2011, pero de acá a dos años, sabe, todo puede cambiar.

En realidad lo que Duhalde buscó con su lanzamiento algo ambiguo fue abrir opciones para contener a las vertientes del peronismo disidente. A diferencia de Kirchner, él no tiene la caja del Estado.

La estrategia

Fuentes duhaldistas reconocieron que el ex presidente tiene un esquema armado. “Primero irá por el PJ bonaerense y luego por el nacional”, señalaron a La Política Online.

En provincia de Buenos Aires, Duhalde puso al frente del armado a Gerónimo “Momo” Venegas. Y piensa en Daniel Scioli para que pelee su reelección en la gobernación.

Es que en el territorio bonaerense los tres nombres del peronismo que más se pronuncian son Scioli, Francisco de Narváez y Felipe Solá.

“A De Narváez le hizo la cruz”, afirman fuentes que conocen al ex presidente. Es que el empresario dejó fuera de las listas a diputados provinciales en las últimas elecciones legislativas a varios hombres suyos como Jorge Sarghini y Carlos Brown. "Todos en el peronismo tienen que participar, no se puede dejar a ningún compañero afuera", enfatizó Duhalde ayer.

La opción de Solá la sigue barajando, “pero no puede mover demasiado las fichas mientras esté fuera del PJ”. Un problema que tal vez tenga poco tiempo, ya que según fuentes cercanas al diputado electo, harto de De Narváez y Mauricio Macri está desesperado por regresar al peronismo. Pero aún no encuentra el momento para despegarse ni el lugar a dónde ir. El ex gobernador bonaerense observa cauteloso el armado de Duhalde, al que todavía le falta madurar.

“A Scioli lo va a sostener”, indicaron fuentes duhaldistas. El ex presidente apuesta a que el motonauta termine rompiendo con Kirchner y sólo le está dando tiempo hasta que sea el momento adecuado. Probablemente será cerca de las elecciones de 2011. Mientras tanto, en completo silencio, trabaja con él a nivel económico. “Tiene al equipo de Roberto Lavagna laburando sobre los problemas fiscales de la provincia”, aseguraron a La Política Online.

Pero, si Scioli no se despega de Kirchner, ya está pensando en el plan B. Como anticipó este medio, sumó fichas a Sergio Massa, el intendente de Tigre. Ya lo dijo el propio Duhalde ayer. “No descarto nada”.

Lo único seguro, afirman desde el duhaldismo, es que Hilda “Chiche” Duhalde va como vicegobernadora. Ella quería ser candidata a gobernadora, pero “en las encuestas los números no le dieron bien”.

De la provincia a la nación

Para lograr recuperar poder nacional, Duhalde irá por el PJ. “Para ello quiere enfrentarse a Kirchner en internas”. El año que viene hay elecciones de cargos partidarios, pero también quiere que los candidatos para los comicios de 2011 se definan dentro en internas.

Mientras tanto, el diputado Jorge Sarghini tiene la tarea de conformar una suerte de interbloque nacional con los peronistas disidentes de todas las provincias.

Cuestión de estilos


“Soy el único presidente de la Argentina que proviene del movimiento obrero, empiezo por lo soy", remarcó Duhalde ayer.

Una característica que no es casual que haya señalado. Es un mensaje para el toda la sociedad, que no es necesariamente peronista. El ex presidente busca reflejarse en el actual mandatario brasileño, Inacio Lula da Silva, que proviene del Partido Obrero, llegó al poder conformando una alianza con distintos sectores productivos y mantiene un modelo progresista en el país vecino.

Con esta comparación también apuntó al estilo confrontativo que mantienen los Kirchner en Argentina. "El dirigente obrero, desde que apenas asume el sindicato, está acostumbrado a negociar, y eso es lo que hace falta en la Argentina: diálogo, consenso, negociación", dijo.