Mientras dure hay que aprovecharlo, parece ser el lema de Aníbal Fernández. El jefe de Gabinete kirchnerista no deja espacio por ocupar. Luego de vaciar la Secretaría de Agricultura con la designación de María del Carmen Alarcón; ahora quiere darle el golpe de gracia a Medio Ambiente.

Es que desde su llega al cargo, Aníbal Fernández comenzó una tarea de demolición sobre el secretario de Medio Ambiente, Homero Bibiloni, (ver nota adjunta), que ahora parece gozar de una luz verde de lo más alto del poder. Es que este funcionario pertenece originariamente al equipo del intendente de La Plata, Pablo Buera, uno de los pocos jefes comunales de la provincia, que Kircher mantiene en la lista negra de los supuestos “traidores”.

Luego del papeló que marcó el inicio de la gestión de Bibiloni, cuando su hijo se adjudicó uno de los primeros cero kilómetros de los planes que anunció Cristina Kirchner, este funcionario perdió la administración del presupuesto de la dependencia a su cargo por una decisión de Sergio Massa que se quedó con el manejo directo de los 300 millones de la dependencia.

Cuando asumió el cargo, Aníbal Fernández, lejos de mejorar las cosas empeoraron. “¿Te querés quedar? Bueno, vas a tener que liberar las Subsecreatrías”, fue el mensaje que recibió el funcionario a quien además le sacaron la firma. Hoy hasta los recibos del personal de Medio Ambiente dicen Jefatura de Gabinete.

Fue así que Bibiloni tuvo que pedirle la renuncia a su mano derecha al subsecretario de Promoción del Desarrollo Sustentable, Luis Couyoupetrou (ver nota adjunta).

La renuncia de Bibiloni

Pero ahora, el jefe de Gabinete vio una oportunidad para quedarse con el manejo directo de la jugosa dependencia que administra multimillonarios créditos internacionales, entre otros, los destinados al saneamiento de la cuenta Matanza-Riachuelo.

Es que Bibiloni proviene de La Plata y se asigna su nombramiento a un acuerdo con el intendente Pablo Bruera, uno de los pocos que continúa en la lista negra de Néstor Kirchner, acusado de alta traición el los recientes comicios del 28 de junio, en los que le adjudican acuerdos con Francisco de Narváez y Elisa Carrió.

Aníbal Fernández impulsa para el cargo de Bibiloni a una íntima amiga suya, la ex subsecretaria de Seguridad Ciudadana, Lía María, que lo acompañó en su gestión al frente del Ministerio de Justicia.

Esta abogada se desempeñó al frente del ministerio de Espacio Público porteño durante la gestión de Jorge Telerman, hasta que este concretó una lianza electoral con Elisa Carrió. En ese momento, como otros funcionarios peronistas que lo acompañaban recibieron la orden de la Casa Rosada de vaciar la gestión porteña, y Lía María presentó su renuncia indeclinable al cargo.

Aníbal Fernández le pagó la lealtad con el cargo mencionado. Pero Lía María, a quien tdoos recuerdan como uno de los motores de la gestión Telerman –creadora del hermoso parque lineal en la avenida Bullrich-, no es una recién llegada a la política.

Antes de formar parte del gobierno de Telerman, fue una pieza clave en la gestión de Aníbal Ibarra, a quien incluso asesoró de manera fervorosa en el juicio político por Cromañón. Incluso, luego de la tragedia, Ibarra la puso al frente de una flamante Subsecretaría de Emergencias. En esa época la calificaban como "una militante absolutamente leal a Ibarra". Hasta que asumió como ministra de Telerman. Pero ya entonces gozaba de un vínculo privilegiado con el actual jefe de Gabinete, que parece decidido a premiar su lealtad.