La confusión desatada en la política bonaerense tras la “broma” de Néstor Kirchner sobre la posible postulación de Daniel Scioli como diputado nacional, confirmada por el mismo gobernador en un programa de televisión, desembocó en una situación inédita en la historia argentina: la concreción de una suerte de “plebiscito trucho” que transforme las elecciones legislativas en un voto de confianza o rechazo a la gestión del gobernador y los intendentes de la provincia -al menos los peronistas-.

Pero el desquicio institucional que pergueñan en la Quinta de Olivos contra reloj para evitar lo que intuyen puede ser una derrota en el corazón del aparto peronista, no termina allí. También se habla de una boleta de diputados nacionales que encabecen Néstor Kirchner y Daniel Scioli.

¿La provincia se quedaría así sin su gobernador y la mayoría de los intendentes? No. Lo que planean en el oficialismo es que se presenten como candidatos -los intendentes encabezarían la lista de concejales de sus municipios-, pero una vez pasada la elección renuncien al cargo y sigan en sus respectivas funciones ejecutivas. Cuesta encontrar antecedentes de semejante manoseo -masivo- de las instituciones.

Sin ponerse colorado, el propio jefe de Gabinete, Sergio Massa, fue quien hoy blanqueó la movida. "Daniel Scioli es un gran candidato, como lo es Néstor Kirchner. Podrían ir juntos los dos reeditando una fórmula que dio buenos resultados en su momento".

Y anticipándose a las críticas que se oyeron desde la oposición -por ejemplo de boca de Francisco de Narváez, agregó un argumento con cierta lógica, pero que no hace sino confirmar la decadencia general de la clase política argentina. "Lo que hay que evitar aquí son los dobles estándares, porque Gabriela Michetti en la Ciudad también renuncia a su cargo para ir a una banca, y Felipe Solá no renuncia a su banca y también participará como candidato; por eso no se pueden hacer dobles estándares y decir que si lo hace el oficialismo es malo y si la hace la oposición está bien", subrayó Massa, en un ejercicio de real politik explícita.

Incluso, Massa no descartó encabezar la boleta de concejales en el Tigre, municipio en el que fue votado en la pasada elección como intendente y se encuentar en uso de licencia. O sea, que de concretar su posición, acumularía tres cargos. Sería jefe de Gabinete, intendente en uso de licencia y candidato a concejal.

Aunque parezca insólito, la disparata propuesta despertó inmediatas solidaridades de intendentes, incluso corrieron versiones confusas sobre un supuesto comunicado de los 19 intendentes de la tercera sección electoral, que hoy se reunieron con Scioli en Lanus, anticipando su voluntad de presentarse como candidatos (ver recuadro).

Como sea, la idea de la boleta Kirchner-Scioli, también fue avalada por el diputado José María Díaz Bancalari, quien afirmó que no es necesario optar entre Kirchner o Scioli, sino que "pueden ir los dos, se necesita el esfuerzo de todos".

En igual sentido se pronunció su colega de bancada Carlos Kunkel quien dijo que "podrá ser Kirchner o Scioli, o pueden ser los dos" y anticiopó que "en dos semanas estarán definidas las candidaturas".

Algunas resistencias

Sin embargo, este globo de ensayo de "plebiscitar" la gestión de los intendentes no será tan sencillo de implementar. Semanas atrás cuando se lo lanzó por primera vez, el intendente de Mar del Plata, Gustavo Pulti, se apuró a señalar que de ninguna manera será candidato.

“Que Massa haga lo que quiera, yo no soy un jefe, soy un negro del Conurbano, pero no voy a ir como consejero escolar”, dijo por su parte a La Política Online el intendente de Tres de febrero, Hugo Curto.

Estas contradicciones en el seno del oficialismo demuestran el revuelo que armaron las declaraciones de ayer de Néstor Kirchner y Daniel Scioli, que sean parte de una estrategia de distracción o no, agarraron desprevenidos a toda la estructura del PJ bonaerense. En especial al vicegobernador Alberto Balestrini, que contra lo que muchos piensan de ninguna manera tiene ganas de quedarse con el cargo de gobernador y tiembla ante la posibilidad de un Scioli diputado que decida no regresar a La Plata.

En el sciolismo el estado de shock sigue siendo la principal sensación. Los ministros y sus principales dirigentes siguen reticentes a realizar definiciones públicas al respecto. Un importante funcionario se excusó de hablar ante La Política Online porque, dijo, no quiere “hacer declaraciones inoportunas”.

Es que en la mesa chica de Scioli, todavía se discute que hacer frente a una evantual candidatura a diputado del gobernador, una decisión que de concretarse impactará -para bien o para mal- en su eventual postulación presidencial para 2011.

Algunos opinan que si acompaña a Kirchner y la lista saca más del 40 por ciento queda reposicionado en la pelea para el 2011. Hay cierta ingeniudad en esta visión. Si la lista encabezada por Kirchner llega a sacar esos procentajes, esta claro quien será el candidato a presidente.

Otros, acaso más realistas mencionan la imposibilidad de decir no, cuando se está al frente de un gobierno que necesita la ayuda de la Nación para cuestiones tan elementales como pagar los aguinaldos.