06 de mayo, 2024
Acusan a la Ciudad de dar a los chicos leche en mal estado
Los diputados opositores Martín Hourest y Liliana Parada, denunciaron penalmente a Macri por "omisión de los deberes de funcionario público", por suministrarle a los chicos leche en mal estado. El gobierno negó las acusaciones a las que calificó de “oportunismo político”. Las empresas sospechadas.
El histórico tema de los negociados con los proveedores de comedores escolares –que en su momento le valió acusaciones a ex funcionarios como el ibarrista Guillermo “Willy” Moranchel- regresó al primer plano de la política porteña.
Esta vez la denuncia partió de los legisladores del bloque Igualdad Social, Martín Hourest y Liliana Parada, quienes en una conferencia de prensa anunciaron la presentación de una denuncia penal contra Mauricio Macri, al que acusaron de repartir leche no apta para el consumo en comedores comunitarios.
La denuncia presentada en el Juzgado Correccional Nº2 por el delito de “omisión de los deberes de funcionario público" alcanza a Macri; al ministro de Hacienda, Néstor Grindetti; y al coordinador de la Unidad de Proyectos Especiales Compras de Alimentos para Programas Sociales, Francisco Ciorciari.
Parada reveló en la conferencia que tomó contacto con la denuncia “por el comedor La Misión en el que los chicos afirmaban que la leche les resultaba asquerosa y se negaban a tomarla".
Fue así que la legisladora decidió llevar la leche en polvo entera al Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI) para que la analizara. Y según el testimonio de Parada, el informe afirmó que la leche tenía sabor "fermentado, ácido, salado con olor a silo y forraje fermentado". Así como un color "pardo amarillento con partículas en suspensión".
Según la legisladora el Inti recomendó "no utilizar esta leche para consumo de los niños que asisten al comedor".
Los diputados también denunciaron que el gobierno porteño estaría pagando "sobreprecios en la compra de alimentos para programas sociales", y apuntaron al funcionario Francisco Ciorciari.
La respuesta de Macri
Visiblemente enojados, en el gobierno de la Ciudad respondieron a la acusación con un escueto comunicado en el que dijeron “deplorar el uso de la mentira y la difamación para tratar de obtener réditos políticos en un tema social tan sensible como el de los comedores comunitarios”.
El gobierno porteño sostuvo que la partida de leche en polvo marca Sauque de la firma santafesina Mafralac Alimentaria SRL –al parecer defendida por el gobernador Hermes Binner- que es objeto de la denuncia “fue sometida a controles bromatológicos dos veces a lo largo del corriente año en los meses de marzo y agosto con resultado apto para el consumo humano”.
Incluso, en el macrismo dejaron ver cierta crítica velada a la administración de Binner al afirmar que la leche también debía ser controlada por la Agencia de Seguridad Alimentaria de Santa Fe.
La administración macrista afirmó además que “todos los productos incluidos en las licitaciones de compra son analizados por la Dirección General de Higiene y Seguridad Alimentaria dependiente de la Agencia Gubernamental de Control”.
Y agregó que “antes de la aprobación e incorporación de cada producto se realiza un control bromatológico de acuerdo a las pautas indicadas por el Código Alimentario Nacional y leyes complementarias y ningún producto que tenga observaciones negativas de bromatología puede ser distribuido”.
“Más de 15 marcas distintas proveen de lecha a los comedores, esto estalló en julio cuando unos chicos se quejaron que la leche les parecía fea”, reveló a La Política Online una fuente del gobierno porteño, que agregó: “De inmediato la verificamos y los estudios dieron que era microbiológicamente apta para el consumo humano”.
“Lo que pasa es que era fea en términos de sabor y por eso la dejamos de comprar, pero no hubo ningún chiquito enfermo”, remarcaron las fuentes.
La pelea política
El Inti esta a cargo del chavista Enrique Martínez –que enfrenta sus propias acusaciones de irregularidades en el manejo de fondos millonarios de Venezuela-, lo que disparó en el gobierno porteño todo tipo de conjeturas conspirativas, justo cuando Macri pasa por su peor momento con la Casa Rosada y se reúne con el vicepresidente Julio Cobos, para furia del kirchnerismo.
En ese sentido remarcaron las fuentes del gobierno de la Ciudad que “el Inti no es la autoridad de aplicación para este tipo de análisis y sólo pudo intervenir si alguien lo invitó a hacerlo”.
“Nosotros hicimos 3 contramuestras y nos dio que era apro para el consumo humano, y cuando lo chequeamos con el Inti pidieron disculpas y dijeron que se habían equivocado”, agregaron las fuentes.
Furiosos, los macristas recordaron que este organismo “ya tuvo problemas cuando al analizar productos Kosher sostuvo que no podían tener grasa de origen animal y dio un resultado que arrojaba 8 por ciento de grasa animal. Se armó un escándalo y después se hicieron en el Senasa y no tenían nada de lo que sostenía el informe del Inti”.
Bronca que incluso quedó clara en el comunicado oficial en el que se afirmó que la denuncia de los legisladores persiguió “fines de oportunismo político”.
Esta vez la denuncia partió de los legisladores del bloque Igualdad Social, Martín Hourest y Liliana Parada, quienes en una conferencia de prensa anunciaron la presentación de una denuncia penal contra Mauricio Macri, al que acusaron de repartir leche no apta para el consumo en comedores comunitarios.
La denuncia presentada en el Juzgado Correccional Nº2 por el delito de “omisión de los deberes de funcionario público" alcanza a Macri; al ministro de Hacienda, Néstor Grindetti; y al coordinador de la Unidad de Proyectos Especiales Compras de Alimentos para Programas Sociales, Francisco Ciorciari.
Parada reveló en la conferencia que tomó contacto con la denuncia “por el comedor La Misión en el que los chicos afirmaban que la leche les resultaba asquerosa y se negaban a tomarla".
Fue así que la legisladora decidió llevar la leche en polvo entera al Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI) para que la analizara. Y según el testimonio de Parada, el informe afirmó que la leche tenía sabor "fermentado, ácido, salado con olor a silo y forraje fermentado". Así como un color "pardo amarillento con partículas en suspensión".
Según la legisladora el Inti recomendó "no utilizar esta leche para consumo de los niños que asisten al comedor".
Los diputados también denunciaron que el gobierno porteño estaría pagando "sobreprecios en la compra de alimentos para programas sociales", y apuntaron al funcionario Francisco Ciorciari.
La respuesta de Macri
Visiblemente enojados, en el gobierno de la Ciudad respondieron a la acusación con un escueto comunicado en el que dijeron “deplorar el uso de la mentira y la difamación para tratar de obtener réditos políticos en un tema social tan sensible como el de los comedores comunitarios”.
El gobierno porteño sostuvo que la partida de leche en polvo marca Sauque de la firma santafesina Mafralac Alimentaria SRL –al parecer defendida por el gobernador Hermes Binner- que es objeto de la denuncia “fue sometida a controles bromatológicos dos veces a lo largo del corriente año en los meses de marzo y agosto con resultado apto para el consumo humano”.
Incluso, en el macrismo dejaron ver cierta crítica velada a la administración de Binner al afirmar que la leche también debía ser controlada por la Agencia de Seguridad Alimentaria de Santa Fe.
La administración macrista afirmó además que “todos los productos incluidos en las licitaciones de compra son analizados por la Dirección General de Higiene y Seguridad Alimentaria dependiente de la Agencia Gubernamental de Control”.
Y agregó que “antes de la aprobación e incorporación de cada producto se realiza un control bromatológico de acuerdo a las pautas indicadas por el Código Alimentario Nacional y leyes complementarias y ningún producto que tenga observaciones negativas de bromatología puede ser distribuido”.
“Más de 15 marcas distintas proveen de lecha a los comedores, esto estalló en julio cuando unos chicos se quejaron que la leche les parecía fea”, reveló a La Política Online una fuente del gobierno porteño, que agregó: “De inmediato la verificamos y los estudios dieron que era microbiológicamente apta para el consumo humano”.
“Lo que pasa es que era fea en términos de sabor y por eso la dejamos de comprar, pero no hubo ningún chiquito enfermo”, remarcaron las fuentes.
La pelea política
El Inti esta a cargo del chavista Enrique Martínez –que enfrenta sus propias acusaciones de irregularidades en el manejo de fondos millonarios de Venezuela-, lo que disparó en el gobierno porteño todo tipo de conjeturas conspirativas, justo cuando Macri pasa por su peor momento con la Casa Rosada y se reúne con el vicepresidente Julio Cobos, para furia del kirchnerismo.
En ese sentido remarcaron las fuentes del gobierno de la Ciudad que “el Inti no es la autoridad de aplicación para este tipo de análisis y sólo pudo intervenir si alguien lo invitó a hacerlo”.
“Nosotros hicimos 3 contramuestras y nos dio que era apro para el consumo humano, y cuando lo chequeamos con el Inti pidieron disculpas y dijeron que se habían equivocado”, agregaron las fuentes.
Furiosos, los macristas recordaron que este organismo “ya tuvo problemas cuando al analizar productos Kosher sostuvo que no podían tener grasa de origen animal y dio un resultado que arrojaba 8 por ciento de grasa animal. Se armó un escándalo y después se hicieron en el Senasa y no tenían nada de lo que sostenía el informe del Inti”.
Bronca que incluso quedó clara en el comunicado oficial en el que se afirmó que la denuncia de los legisladores persiguió “fines de oportunismo político”.
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